Antes de comenzar, vale la pena aclarar cómo es el contexto en el que está hablando el autor. Torres Queiruga explica que "la situación aparece en su dinamismo fundamental como un PROCESO DE TRÁNSITO, donde lo viejo ya no sirve, y lo nuevo carece todavía de figura. Entonces es posible reconocer lo que de positivo hay en las propuestas en cuanto expresión del deseo de plenitud y realización que caracteriza al ser humano y como búsqueda en tanteo de nuevos caminos, una vez debilitadas o agotadas la eficacia y la ilusión de los antiguos" (A.T.Q. p. 117). Luego, el autor señala que en este proceso de tránsito puede darse un problema: caer en un idealismo ingenuo por el "rechazo a lo viejo". Pero, a su vez, Andrés muestra cuál es la actitud que el cristiano debe asumir: reconocer lo legítimo de las aspiraciones y lo fundado de críticas, afrontar la renovación necesaria en los modos del pensamiento, los hábitos de la piedad y las pautas de acción.
1) "La idea bíblica de una creación hecha desde el amor -con su continuidad creación-salvación- permite acoger generosamente todas las múltiples y variadas formas de vivencia actual de lo sagrado. Si todo es expresión de Amor, nada queda fuera de su presencia, y resulta posible descubrirlo en TODO; y descubrirlo ACTIVO, siempre en acto, de modo que todo cuanto lleve a insertarse creadoramente en el proceso del mundo responde a la intención originaria del Creador". (A.T.Q. pp. 118, 119)
Comprendo que este es el texto central del apartado, ya que de este derivan grandes afirmaciones que realiza el autor, y que expondré a continuación:
a) En primer lugar, este Dios Amor y activo que se revela en la historia permite descubrir su valor experiencial, pues La Palabra bíblica hace de partera que ayuda a descubrir una Presencia amorosa quiere manifestarse y habitar en todos.
b) Además, la experiencia bíblica muestra el CARÁCTER PERSONAL de Dios. "El Dios bíblico es siempre amor personalizante: si se quiere, transpersonal o suprapersonal" (A.T.Q. p. 119).
c) Más aún, el autor explica que este carácter de Dios, a la vez creador y personal, deslegitima todo dualismo, y permite afirmar su "afirmatividad irrestricta". Busca la potenciación máxima de la persona en vistas a la vida eterna y, además, gracias al carácter trascendente y no concurrente de su acción, se manifiesta sin violar la libertad y autonomía humanas. Es fundamental entender este punto para poder aplicarlo a la ética: "el reconocimiento de su autonomía no lleva al prometeísmo, sino a una vivencia teónoma". (A.T.Q. p. 120).
c) Por último, Torres Queiruga señala un aspecto fundamental de la revelación: LA ABSOLUTA INICIATIVA DIVINA. Esto genera un cambio de paradigma, genera vivir todo "desde Dios": "caer en la cuenta de que Dios es siempre el primero y que lo nuestro es secundarlo, dejándonos ser y salvar por Él, pues lo máximo y mejor que a que podemos aspirar, lo que logramos en los mejores momentos, es colaborar con Él" (A.T.Q. p.121).
Respuestas:
ResponderEliminarAntes de comenzar, vale la pena aclarar cómo es el contexto en el que está hablando el autor.
Torres Queiruga explica que "la situación aparece en su dinamismo fundamental como un PROCESO DE TRÁNSITO, donde lo viejo ya no sirve, y lo nuevo carece todavía de figura. Entonces es posible reconocer lo que de positivo hay en las propuestas en cuanto expresión del deseo de plenitud y realización que caracteriza al ser humano y como búsqueda en tanteo de nuevos caminos, una vez debilitadas o agotadas la eficacia y la ilusión de los antiguos" (A.T.Q. p. 117).
Luego, el autor señala que en este proceso de tránsito puede darse un problema: caer en un idealismo ingenuo por el "rechazo a lo viejo". Pero, a su vez, Andrés muestra cuál es la actitud que el cristiano debe asumir: reconocer lo legítimo de las aspiraciones y lo fundado de críticas, afrontar la renovación necesaria en los modos del pensamiento, los hábitos de la piedad y las pautas de acción.
1) "La idea bíblica de una creación hecha desde el amor -con su continuidad creación-salvación- permite acoger generosamente todas las múltiples y variadas formas de vivencia actual de lo sagrado. Si todo es expresión de Amor, nada queda fuera de su presencia, y resulta posible descubrirlo en TODO; y descubrirlo ACTIVO, siempre en acto, de modo que todo cuanto lleve a insertarse creadoramente en el proceso del mundo responde a la intención originaria del Creador". (A.T.Q. pp. 118, 119)
Comprendo que este es el texto central del apartado, ya que de este derivan grandes afirmaciones que realiza el autor, y que expondré a continuación:
a) En primer lugar, este Dios Amor y activo que se revela en la historia permite descubrir
su valor experiencial, pues La Palabra bíblica hace de partera que ayuda a descubrir una Presencia amorosa quiere manifestarse y habitar en todos.
b) Además, la experiencia bíblica muestra el CARÁCTER PERSONAL de Dios. "El Dios bíblico es siempre amor personalizante: si se quiere, transpersonal o suprapersonal" (A.T.Q. p. 119).
c) Más aún, el autor explica que este carácter de Dios, a la vez creador y personal, deslegitima todo dualismo, y permite afirmar su "afirmatividad irrestricta". Busca la potenciación máxima de la persona en vistas a la vida eterna y, además, gracias al carácter trascendente y no concurrente de su acción, se manifiesta sin violar la libertad y autonomía humanas.
Es fundamental entender este punto para poder aplicarlo a la ética: "el reconocimiento de su autonomía no lleva al prometeísmo, sino a una vivencia teónoma". (A.T.Q. p. 120).
c) Por último, Torres Queiruga señala un aspecto fundamental de la revelación: LA ABSOLUTA INICIATIVA DIVINA. Esto genera un cambio de paradigma, genera vivir todo "desde Dios": "caer en la cuenta de que Dios es siempre el primero y que lo nuestro es secundarlo, dejándonos ser y salvar por Él, pues lo máximo y mejor que a que podemos aspirar, lo que logramos en los mejores momentos, es colaborar con Él" (A.T.Q. p.121).