Pbro. Jorge Trucco
¿QUIÉN
ES JESÚS?
Is 50,5-10: “Ofrecí mi
espalda a los que golpeaban”
St 2,14-18: “¿De qué le
sirve a uno decir que tiene fe si no tiene obras?”
Mc 8,27-35: “Tú eres el
Mesías”
Hoy tenemos una gran desconfianza de la
palabra MESÍAS: que supone una actitud pasiva de parte del pueblo y un
infantilismo dependiente.
Tener fe no es repetir la palabra “Jesús es el mesías”
sino asumir lo que para los primeros cristianos significaba que Él es el Mesías
= JESÚS OCUPA EL LUGAR CENTRAL DE LA VIDA.
-
Jesús es el máximo
exponente de la Palabra de Dios: la vida humana adquiere todo su
sentido desde Jesús. Y lo valioso para Jesús no es el “triunfalismo” (que se lo
adore y ensalce) sino que lo valioso para Él es la importancia del ser
humano, todos los seres humanos, invitados a participar del Reino de Dios. Lejos
del mesianismo que se endiosa a sí mismo manteniendo al pueblo en el
infantilismo, el mesianismo de
Jesús (su misión) está al servicio del hombre y la sociedad. Por eso asume
la cruz... pero los discípulos no lo entienden. Tiene razón Pedro cuando lo
reconoce como Mesías, pero se equivoca cuando no asume la cruz,
queriendo un Mesías apartado de lo humano.
Por qué no aceptaban un
MESÍAS SUFRIENTE: SI DIOS ES PADRE... ¿POR QUÉ
TENEMOS QUE SUFRIR? Se presentan distintas
respuestas:
·
“algo habrá hecho...” Premios y castigos... como para quedarse uno tranquilo (total a mí
no me va a pasar...)
·
“es una prueba de Dios”
·
“es la voluntad de
Dios”... Dios lo quiere así y tenemos que
aceptarlo resignadamente.
Una de las características del “servidor sufriente” es la de estar atento a los sufrimientos del
pueblo crucificado. Pero también el descubrimiento
de sus verdugos. Y por supuesto a un compromiso
de cambio de esa realidad. Cuando los cristianos se propusieron la transformación del mundo
esclavista, inhumano y violento que había impuesto el imperio romano, no
comenzaron su labor apelando al hambre de la gente, ni a sus deseos de «acabar
con los opresores romanos», sino que apelaron
a la conciencia. Si la comunidad no está dispuesta a transformar en su
interior toda esa realidad de muerte, miseria y marginación, es inútil que se
proponga transformarla afuera. Isaías nos alerta: la persona que opta por la
verdad y la equidad debe prepararse al rechazo más rotundo e, incluso, a la muerte. LA FE no es la SEGURIDAD ABSOLUTA:
sólo quien vivió los dolores y fracasos desde la fe puede entender al ser
humano. Las crisis hacen crecer la fe. Por eso es importante la comunidad:
para apoyarnos en el camino de la fe... especialmente en las crisis: no para
obligar al otro a creer... sino para que compartiendo
su dolor pueda conservar o recuperar la fe en el proyecto de Jesús y su
Evangelio. El anuncio que Jesús hace de las
dificultades que van a venir, la «Pasión», la «Cruz», debe ser tomada siempre como una
consecuencia inevitable, no como algo buscado... Jesús no buscó la
Cruz, ni debemos buscarla nosotros...
-
Jesús es el Maestro del
saber vivir: por eso reflexionamos sus enseñanzas, su modo de enfrentar
las dificultades. Pero a Jesús lo vamos redescubriendo siempre, porque los
seres humanos vamos cambiando y a Él le interesa el ser humano.
¿Por qué cambia la catequesis si Dios no cambia nunca? me decía una señora... Dios no cambia pero nosotros sí... Decía Mons. Angelelli: con un oído en el
Evangelio y otro oído en el pueblo.
-
Jesús es el Cristo total:
el Jesús histórico y el Jesús que fue creciendo con la comunidad de fe.
No separemos a Jesús de la comunidad, porque entenderíamos mal su MESIANISMO, y
terminaríamos admirándolo como un rey lejano a nosotros. Nuestra sociedad nos
ha ido acostumbrando a buscar lo mejor para nosotros. Incluso, los padres de
familia le enseñan a sus hijos e hijas a no fiarse de los compañeros y compañeras.
Primero yo, segundo yo, y si alcanza para un tercero, también yo, parece ser lo
normal en nuestras relaciones interpersonales y sociales. ¡Qué distinto es el
mensaje de Jesús! Sacrificarse o a entregarse por los otros a costa de nuestro
bienestar y de nuestra vida. No olvidemos que el que quiera salvar su vida, con
toda seguridad, la perderá pero que cuando se está dispuesto a perder la vida
por los demás, ahí somos verdaderamente felices.
en un vuelo trasatlántico de la
línea Aérea British Airways tuvo lugar el siguiente suceso: A una dama
la sentaron en el avión al lado de un hombre de raza negra. La mujer pidió a la
azafata que la cambiara de sitio, porque no podía sentarse al lado de una
persona tan desagradable. La azafata argumentó que el vuelo estaba muy lleno,
pero que iría a revisar en primera clase a ver si podía encontrar algún lugar
libre.
Todos los demás pasajeros
observaron la escena con disgusto, no solo por el hecho en sí, sino por la
posibilidad de que hubiera un sitio para la mujer en primera clase. La señora
se sentía feliz y hasta triunfadora porque la iban a quitar de ese sitio y ya
no estaría cerca de aquella persona. Minutos más tarde regresó la azafata y le
informó a la señora: “Discúlpeme señora, pero efectivamente todo el vuelo está
lleno... pero afortunadamente encontré un lugar vacío en primera clase. Sin
embargo, para poder hacer este tipo de cambios le tuve que pedir autorización
al capitán. Él me indicó que no se podía obligar a nadie a viajar al lado de
una persona tan desagradable”.
La señora con cara de triunfo, intentó salir
de su asiento, pero la azafata en ese momento se voltea y le dice al hombre de
raza negra: “Señor, ¿sería usted tan amable de acompañarme a su nuevo asiento?”
Todos los pasajeros del avión se pararon y ovacionaron la acción de la azafata.
Ese año, la azafata y el capitán fueron premiados por esa actitud. La empresa
se dio cuenta que no le había dado demasiada importancia a la capacitación de
su personal en el área de atención al cliente. Por tanto, se hicieron algunos
cambios de inmediato. Desde ese momento en todas las oficinas de British
Airways se lee el siguiente mensaje: “Las personas pueden olvidar lo que les
dijiste. Las personas pueden olvidar lo que les hiciste. Pero nunca olvidarán
como los hiciste sentir".
Cuando se está dispuesto a perder la vida por
los demás, a lo mejor lo pasan a primera clase...
Preguntarnos
quién es Jesús es preguntarnos quiénes somos nosotros, una comunidad de fe en
este nuevo milenio, con nuestras búsquedas, nuestras esperanzas, nuestros
proyectos, a la luz de su Evangelio:
CON UN OÍDO EN EL EVANGELIO Y OTRO EN EL PUEBLO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario