"El Islam es un cáncer. Punto", asegura el director del filme
La película blasfema que desató las iras de los musulmanes
"El Islam es un cáncer. Punto". Así se expresa Sam Bacile, el guionista, director y productor de una película de aficionados, sin apenas difusión, que está en el origen de las violentas protestas en Egipto y Libia que han costado la vida al embajador de EE.UU. en este último país y a otras tres personas.
La cinta "La inocencia de los musulmanes" fue exhibida a comienzos de año en Nueva York, en un teatro medio vacío, según ha relatado al diario Haaretz su realizador. Sin embargo, una versión de la película fue doblada al árabe dialectal egipcio, y un resumen de 13 minutos, además de varios extractos, pueden verse en Youtube.
Bacile, que se presenta a sí mismo como un ciudadano israelo-estadounidense, y que también ha hablado para el Wall Street Journal, asegura que el film "es político, no religioso", y que pretendía denunciar los "fallos" del Islam ante el mundo.
Bacile, promotor inmobiliario de 52 años residente en California, culpa de las muertes en Libia a un fallo de la seguridad de la embajada.
Insultos al profeta Mahoma
El guión muestra al profeta Mahoma como un iluminado que engaña a unos seguidores ignorantes. El profeta es presentado como homosexual, defensor de la esclavitud infantil y del sexo extramarital, entre otras ofensas para los musulmanes.
La cinta costó 5 millones de dólares y se financió con dinero de 100 donantes judíos, según ha relatado Bacile por teléfono a Haaretz. En la producción participaron 60 actores y un equipo de 45 personas.
La película ha sido defendida por el polémico pastor Terry Jones, que causó otro conflicto con los musulmanes al quemar un ejemplar del Corán.
El pastor ha asegurado que pensaba mostrar el extracto de 13 minutos en su iglesia de Gainesville, en Florida, y difundirlo en su sitio en internet.
"Es una producción americana, no está diseñada para atacar a los musulmanes sino para mostrar la ideología destructiva del Islam", asegura Jones en un comunicado.
El Islam no permite la representación gráfica del profeta Mahoma, menos aún el insulto. La publicación de unas caricaturas del profeta en un diario noruego en 2005 provocó disturbios en varios países y amenazas de muerte contra su autor. La destrucción del libro sagrado de los musulmanes provocó también protestas en Afganistán el pasado marzo. (Rd/Agencias)
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