viernes, 19 de octubre de 2012


Pbro. Jorge Trucco
EL PODER ES UN SERVICIO
VIGÉSIMO NOVENO DOMINGO DURANTE EL AÑO

Is 53,10-11
"Mi servidor justo justificará a muchos y cargará sobre sí las faltas de ellos"
Heb 4,14-16
"No tenemos un Sumo Sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades"
Mc 10,35-45
"El que quiera ser grande que se haga servidor de ustedes"'


El pasaje del Evangelio ocurre después que Jesús anunciara por tercera vez sus sufrimientos a los apóstoles. Y aunque nosotros ya estamos acostumbrados a ver a Jesús en la cruz... Marcos sabe que los seres humanos nos resistimos al camino de Jesús. Incluso la misma Iglesia parece tener muchas veces una visión bastante mundana. Establecemos relaciones con nuestros prójimos desde el dominio, el poder, la ley del más fuerte, el más inteligente o desde la opinión mayoritaria… Así anuncian los Apóstoles a Jesús muerto y resucitado: nos cuentan que también ellos al principio se resistieron a esa idea.

Santiago y Juan eran líderes del grupo. Aprovechan la situación de "fieles" para  exigir algo a cambio. También nosotros podemos suponer que Dios está  muy  necesitado de nosotros y podemos pedir algo a cambio de nuestro servicio, y hasta podemos "amenazar" en nuestra oración: si no, no vengo más a misa, o no sigo en tal grupo... quien ama por la recompensa que pueda darle el amado, en realidad se ama a sí mismo. Lo mismo puede suceder con las devociones a los Santos o a la Virgen María (Veneramos al Santo más famoso en conceder favores...) La religión cristiana no es una lotería o una compañía de Seguros.

A los que piden ser miembros del gabinete del "Reino" Jesús los invita a  compartir  su cruz. ¡Podemos!... y abandonaron a Jesús en  Getsemaní. Juan  regresa  al  pie de la cruz y Santiago después de la Pascua y morirá mártir en Jerusalén. Para seguir a Jesús debemos bautizarnos en su muerte, muriendo a nosotros mismos, NO ES UN RITO MAGICO,  ES UN PROCESO QUE DURA TODA LA VIDA, porque la actitud de servicio no nace espontáneamente, requiere esfuerzo y renuncia.

Cada vez que COMULGAMOS: nos unimos a Jesús que derrama su sangre. Comulgar es comprometerse "HAGAN ESTO EN MEMORIA MIA".  El poema del profeta Isaías (primera lectura) más que interpretarlo en clave de padecimiento, sufrimiento enviado por Dios… los cristianos lo releemos a la luz de la Pascua de Jesús: esperanza, tenacidad y para servir de puente para las nuevas generaciones de creyentes que se han de inspirar en su estilo de vida. Por esta razón la “nueva descendencia” no se refiere  a los descendientes biológicos sino a una nueva generación de personas comprometidas con la Causa de del Reino Dios en favor de su pueblo, el pueblo pobre, dolorido y oprimido. Esto es comulgar con Jesús… de esto se trata el beber el “cáliz” de Jesús.

Cuando hablamos del poder, no hay que pensar exclusivamente en las relaciones que se establecen  entre el pueblo y sus dirigentes políticos, empresariales, sindicales o religiosos. La dinámica del poder atraviesa todas las relaciones. Más que hablando sobre “el poder”, Jesús nos enseña HACIENDO = JUGÁNDOSE LA VIDA….

Ante la “trepada” de Santiago y Juan, los otros se llenan de resentimiento. Jesús no niega la “jerarquía” en la Iglesia… PERO ¿qué significa tener poder en la Iglesia? (importantes son los que sirven a los otros, primero es el que sirve a todos). En el texto de Isaías, todo el pueblo es el siervo de Dios. Servimos a Dios estando al servicio de los demás. TODOS, no sólo obispos y sacerdotes (pero también…). Jesús fue el primero en sentirse solidario con toda la humanidad, sin distinción de credo, raza, clase. ... para no estar "en las alturas" (ver Heb.)...

Las situaciones que más nos unen son las que se producen en los contextos de sufrimiento común, en los que la necesidad de cada uno hace indispensable al otro. Allí estuvo el secreto de la unión de los primeros cristianos, perseguidos y empeñados en que entre ellos “no hubiera quien padeciera necesidad”. SÓLO CUANDO ESTAMOS CONVENCIDOS QUE NO PODEMOS VIVIR SIN LOS OTROS… QUE LA NECESIDAD DE CADA UNO HACE INDISPENSABLE AL OTRO… entonces entramos en la dinámica del Reino…

Hay dos tipos de jefes: los que son temidos y los que son respetados. No es lo mismo TENER PODER que SER LÍDER.  Los que generan temor imponen su autoridad por la intimidación que ejercen; los que son respetados convocan con la autoridad moral que irradian.
No esperar que traigan los problemas, salir a buscarlos para aportar su solución. Una Iglesia misionera podrá olvidarse del sufrimiento propio pero debe ser la primera en levantar el grito ante cualquier explotación de un ser humano.

DÍA DE LA MADRE. Solidaridad, amor, entrega. Ejemplo de poder como servicio.

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