El arzobispo de Canterbury, en el Sínodo
Rowan Williams
"El Concilio fue un signo de gran promesa"
El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, participó esta mañana en el Sínodo de Obispos, ante el Papa y los 262 obispos católicos presentes. Benedicto XVI invitó personalmente al primado anglicano a participar en encuentro.
"Para mucha gente de mi generación, incluso más allá de los límites de la Iglesia Católica Romana, el Concilio fue un signo de gran promesa, un signo de que la Iglesia era suficientemente fuerte para plantearse cuestiones difíciles en cuanto a su cultura y sus estructuras y si éstas eran las adecuadas para la tarea de compartir el Evangelio con la compleja, a menudo rebelde y siempre inquieta mente del mundo moderno".
Como recuerdo, le regaló una reproducción de la puerta de San Pedro en la que están esculpidos los momentos más importantes del Concilio Vaticano II.
Una de las principales novedades del Concilio Vaticano II fue precisamente el impulso del diálogo y la colaboración con el resto de confesiones cristianas.
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