Pbro. Lucas Trucco
Domingo XXX durante el año –ciclo B-
Existen miles y miles de
Bartimeos. Ese mendigo ciego es todo un símbolo de todos los marginados,
impedidos aislados. Por su enfermedad no
se puede valer por si mismo. No le queda otra que recurrir a la limosna para
poder sobrevivir. Su grito por la solidaridad y la justicia demasiado largamente
postergada molesta muchas veces.
En extraña oposición a los
discípulos que no quieren abrir los ojos, Bartimeo es consciente de su ceguera,
y quiere ver. Jesús había preguntado a Santiago y a Juan: “¿Qué quieren que
haga por ustedes?” Ahora pregunta a Bartimeo: “¿Qué quieres que haga por ti?”.
La misma pregunta acentúa la diferencia de la respuesta. Mientras que los dos
hermanos deseaban sentarse junto a Jesús, a su derecha y a su izquierda, el
ciego Bartimeo, cansado ya de estar sentado, desea poder ver para poder seguir
a Jesús.
Unas pocas monedas, no pueden
acallar al mendigo. Su necesidad es mayor y sigue gritando.
Con cuantas moneditas/espejitos
de colores hoy quieren -y tantas veces lo logran- callarnos. Y en la soledad y tristeza de mirarnos a
nosotros. Y nos quedamos en la pasividad de estar sentados, algunos en sillas
mas cómodas, otros al borde del camino pero todos/as sentados. Si total con lo
que tenemos nos alcanza, ¿para que pelear por más? Son algunas respuestas que
nos siguen vendando los ojos.
Es verdad que muchas veces
estamos cansados y que otras tantas nos han callado, pero no podemos quedarnos
en la mediocridad de la ceguera. Decía Mahatma Gandhi: “La alegría está en la lucha, en
el esfuerzo, en el sufrimiento que supone la lucha y no en la victoria”.
La fe es lo que nos hace salir de
nosotros mismo para correr a los brazos del Padre, de los amigos/as, de los
familiares. La fe nos pone de pie, nos hace ir en busca de la verdadera
felicidad. Porque confiamos en un Dios que es Papá -Ex.3, 7 “Yo escuche el
clamor de mi pueblo”- y quiere lo mejor para nosotros no podemos quedarnos
sentados y sin ver.
Ponernos de pie no es una opción
es signo de una verdadera fe, que cree que el amor puede mas que las tinieblas.
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