jueves, 11 de octubre de 2012

La Teología de la Liberación lucha contra la pobreza y busca la dignidad entre las personas




"Teología latinoamericana y teología europea: interpelaciones mutuas”. Este fue el tema de la Conferencia pronunciada por el profesor. Andrés Torres Queiruga, de la Universidad de Santiago de Compostela, en el anfiteatro Padre Werner, durante el cuarto día del Congreso Continental de Teología, celebrada en Unisinos, con la participación de más de 700 personas. 


Según el profesor, cada vez más la sociedad vive en el marco una cultura global. "Los medios de comunicación, libros etc. están produciendo un contexto cada vez más universal. En este sentido, manifestó que es necesario construir una teología integral", evalúa al precisar que "tenemos que darnos cuenta que una teología será auténtica cuando todo el cuerpo eclesial sea auténtico”.


Para Torres Queiruga, toda la sociedad tiene el derecho de hacer teología. "Y sólo habrá una teología cristiana cuando esta sea de a toda la comunidad", explica. Según el profesor, deberíamos pensar en énfasis, en maneras específicas de tratar de vivir la teología que todos queremos hacer. "En este sentido, una teología, como la europea o la latinoamericana, pueden ayudarse mutuamente”.


"Jon Sobrino”, continúa, "decía que debemos ver la teología como más pensada con la revolución social, o sea, desde la realización de todo aquello que es nuestra fe y actitud de Iglesia. Nuestra fe puede caracterizar una teología más empeñada y más comprometida en asumir los desafíos de la modernidad.


Teología de la Liberación


La Teología de la Liberación, según Queiruga se preocupó por los pobres, "pero no sólo a nivel económico, también, por la realización de la vida humana, principalmente atendiendo a los que más sufren". Para él, hay dos absolutos: Dios y el hambre. Y es verdad que si hay hambre, esto se convertirá para la persona en una necesidad humana ineludible. "Es como decir: en primer lugar vivir, después filosofar".

Según el conferencista, la Teología de la Liberación marcó en la historia, que no se puede hacer teología sin ver que al lado, hay pobres y personas sufriendo. "Creo que todos nosotros sentimos un peso en la conciencia al ver la pobreza. Pero, la mayoría de nosotros no es capaz de grandes heroísmos. La contribución de la Teología de la Liberación fue mostrarnos esto”, afirmó.


"Si miramos lo que el Concilio Vaticano II intentó hacer, que fue poner la Iglesia al día, veremos que realmente se alcanzó. Y fue la TL, que acogió la praxis de la fe; que vio que una fe sin obras es una fe muerta", puntualiza. Y añade: "La Teología de la Liberación lucha contra la pobreza y busca una mayor dignidad entre las personas. Es una aventura en el ámbito histórico, no se apagará jamás en la historia. Y este es su mayor mérito”.


El Cambio


Para Queiruga, la Iglesia debe comenzar desde abajo. "Hacer una lectura popular de la Biblia, que movilice a las personas”, continúa. Y dice: "este mismo hecho de comenzar desde abajo, de motivar a las personas a participar en la vida social, hace a la religión más cercana. Esto podemos percibirlo desde Europa”.


El artículo es de Thamiris Magalhães. Foto de Natalia Scholz


El texto completo está en:

http: www.unisinos.br/eventos/congresso-de-teologia/pt/o-congresso/noticias/217-a-teologia-da-libertacao-luta-contra-a-pobreza-e-busca-a-dignidade-entre-as-pessoas


Traducción: ricazuga51@yahoo.com

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