viernes, 10 de agosto de 2012


Reflexiones sobre las lecturas bíblicas dominicales
Pbro. Lucas Trucco

1º Lectura: “¡Basta ya, Señor!”
2º Lectura: “…nos amó y se entregó por nosotros”
Evangelio: “Yo soy el pan de Vida”


El hilo conductor de la Palabra de este domingo es el camino. En el camino del hombre están los dones de Dios. El camino está también salpicado por las crisis: Cansancio y desanimo en relación a la misión (1 Rey), murmuraciones y malos tratos en las relaciones entre los prójimos.[1] El Padre no solo nos muestra el camino, sino que nos acompaña y nos da las fuerzas para transitarlo. Pero esto requiere que no vivamos en la tierra soñando con el cielo; Porque los sueños no nos permiten ver la realidad. Debemos caminar por esta vida sabiendo que no es la definitiva, pero involucrándonos en la misión de Anunciar el amor, la justica, la paz a los hermanos. Y denunciar todo aquello que nos aleja de la verdad, esperanza y caridad.

Y en el culmen de su amor y de darnos las fuerzas necesarias para caminar hacia él. Dios nos envía el pan de Vida y el Don de su Espíritu para que creamos en él.

Pero creer no es solo afirmar de palabra “si creo”. Es asentir con el corazón y demostrarlo con la vida.
Jesús presupone que nadie puede creer en él si no se siente atraído por su persona. Es cierto. Tal vez, desde nuestra cultura, lo entendemos mejor que aquellas gentes de Cafarnaúm. Cada vez nos resulta más difícil creer en doctrinas o ideologías. La fe y la confianza se despiertan en nosotros cuando nos sentimos atraídos por alguien que nos hace bien y nos ayuda a vivir. Jesús atraía al ser humano hacia la intimidad de Dios y hacía posible que en la intimidad del ser humano naciera la fe en Dios.[2]

La carne es la vida de Jesús, su estilo de vida, sus valores y modos de encarar la realidad. Su carne es vida para el mundo, cuando aceptamos y optamos por vivir desde sus valores.[3] Pero muchas veces nos vemos enredados en murmuraciones que nos ciegan y no nos dejan creer ni confiar en Dios que nos guía –al igual que en el A.T- No debemos dejar que esto nos desanime y nos cierre a la esperanza de que el Amor siempre triunfa.

Dios es Padre y siempre esta con los brazos abiertos para recibirnos y acogernos. Él no atrae a nadie por la fuerza ni obliga. Nos da libertad de acercarnos a su Amor.

Que la Humildad y el amor de María nos enseñe a decir como ella lo hizo: “Si. Que se haga en mi según tu has dicho”; Y salir corriendo al encuentro del hermano/a mas necesitado.


[1] Cfr. Homilía del domingo del P. Jorge Trucco
[2] Cfr. Pág. Web: “Odres Nuevos”
[3] Cfr. Homilía del Domingo del P. Gabriel Ghione

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