Pbro. Jorge Trucco
VIGESIMO SEGUNDO DOMINGO DURANTE EL AÑO
DISCIPULADO CRISTIANO: ¿INFANTILISMO O MADUREZ DE CONCIENCIA?
Deut
4,1-2.6-8: “Al oír todas estas leyes, dirán ‘¡Realmente éste es un pueblo sabio
y prudente!’”
St
1,17-18.21b-22.27: “La religiosidad pura [...es] ocuparse de los huérfanos y
las viudas”
Mc
7,8a.14-15.21-23: “Este pueblo me honra con los labios pero su corazón está
lejos de mi”
Proseguimos
con Marcos. Todos oímos del Fariseísmo, ritualismo... peligro de todas las
religiones: quienes tienen que cambiar son los otros.
Las tradiciones... falsifican la religión, crean hipócritas...
Si bien al principio la religión nace como una
revelación de Dios centrando la vida en actitudes internas...
Con el tiempo los jefes religiosos asentados en el
poder, se mantienen allí haciendo cumplir el culto y las normas de la
institución religiosa... Finalmente sacerdotes y fieles caen en un culto puramente ritualista.
¿No sucede lo mismo hoy?
Los prejuicios son muy fuertes, como lo demuestra la
experiencia de un grupo de científicos que colocó cinco monos en
una jaula, en cuyo centro acomodaron una escalera y, sobre ella, un montón de
bananos. Cuando un mono subía la escalera para agarrar los bananos, los
científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo.
Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo
agarraban a palos. Pasado algún tiempo más, ningún mono subía la escalera, a
pesar de la tentación de los bananos. Entonces, los científicos sustituyeron
uno de los monos. La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo
rápidamente bajado por los otros, quienes le pegaron. Después de algunas
palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera.
Un segundo mono fue
sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de
la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho. El cuarto
y, finalmente, el último de los veteranos fue sustituido. Los científicos quedaron, entonces, con un
grupo de cinco monos que, aun cuando nunca recibieron un baño de agua fría,
continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a los bananos. Si fuese
posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentase subir
la escalera, con certeza la respuesta sería: "No sé, las cosas siempre se
han hecho así, aquí..." ¿Será que esto nos suena conocido? ¿Por qué
estamos haciendo las cosas de una manera, si a lo mejor las podemos hacer de
otra?
Como los monos del experimento, repetimos las costumbres
sin preguntarnos por qué lo hacemos así. Jesús
nos quiere libres para saber reconocer cuál es el verdadero origen del mal en
el mundo y no achacarlo a las costumbres humanas, que siempre pueden cambiar.
A alguien muy bueno le solemos decir “muy
religioso”. Tenemos que ponernos de
acuerdo en qué significa ser "muy religioso",
porque no siempre esto es certificado de
honestidad. Tampoco la Biblia
alaba siempre a los llamados “religiosos” o jefes de culto, mucho menos alaba
la exageración de las prácticas religiosas. No quiere decir que es mejor no
tener religión... pero no todo lo que llamamos "religioso" lo es.
Hay formas inauténticas de vivir la religión: cuando
la forma de vivir la religión oprime al
hombre, obligándolo a tomar posturas falsas.
Hoy critican a los discípulos por no hacer lavados rituales… Jesús
denuncia que no se tomó rito como símbolo
de purificación interior sino que se
creyó que bastaba la purificación exterior.
Los profetas protestarán, pero no todo era
tan fácil, generalmente la religión exterior y formalista era sostenida por los
sacerdotes del templo y los jefes espirituales de la nación (...estamos hablando del pasado?...)
Lo bueno o malo es lo que nace del interior de uno mismo, fruto de un
acto libre. Madurez religiosa
es superar el infantilismo que le teme al castigo,
infantilismo de la religión
automática. Madurez religiosa es superar el fariseísmo en donde la LEY está por encima del hombre, de su
conciencia y de sus circunstancias. “lo importante es ‘lo que está mandado’, lo
que ‘está escrito’”; “el que obedece no se equivoca”… etc. Después de tantos
años de Paternalismo en nuestra Patria,
¿no será lo que nos impide MADURAR HACIA UNA CONCIENCIA CRÍTICA, para poder,
desde la JUSTICIA, superar LA CORRUPCIÓN?
El
ser humano post-agrario ya no puede aceptar su identidad ni puede aceptar un
control por los vehículos «religionales» basados en «creencias» Obviamente, la
espiritualidad del ser humano va a continuar, no se puede perder. Pero lo que
han sido técnicamente «las religiones agrarias», está muriendo, va a
desaparecer, y es bueno que desaparezca, porque la humanidad está en otra etapa
de su historia. Los ritos, las prácticas religiosas prescritas... son, por eso,
en alguna sociedades actuales avanzadas, realidades «residuales», que
desaparecen vertiginosamente. Si la Iglesia no acepta afrontar sin miedo estos
planteamientos, lo único que hace es retrasar el reconocimiento de una enfermedad
que no deja de socavarle sus entrañas en los millones de fieles que
silenciosamente se van autoexiliando cada año, no sólo en las sociedades
llamadas «avanzadas», sino también en América Latina.[1]
MUCHAS
VECES CUMPLIMOS PARA DEJAR TRANQUILA NUESTRA CONCIENCIA: creemos
que nos basta con llevar una medallita
o tener en casa una imagen o una Biblia...
Siempre habrá fariseos que espían, critican y condenan.
El desafío será construir FAMILIAS, ESCUELAS,
INSTITUCIONES, IGLESIA
que nos abran los ojos, que nos enseñen a pensar.
Sólo así posibilitaremos el nacimiento de PERSONAS
MADURAS,
y desde la justicia podremos superar tanta corrupción.
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