Pbro. Juan Manuel González
REFLEXIONES
A PARTIR DEL EVANGELIO DEL DOMINGO (Mc.7)
1. Los judíos observaban 613 leyes “Escritas”
Y por si fuera poco, tenían muchísimas más, se la denominaba “la tradición oral” (HaLaKá):
la ley de los padres (la interpretación de la tradición).La cuál, en
tiempos de Jesús, tenía más peso y poder que la Ley Escrita.
2. La problemática tuvo y tiene su
vigencia. Lutero rompió con la Católica porque el Papa (magisterio, iglesia)
estaba por encima del Evangelio. Recién 500 años después la Dei Verbum (nº
10) le dio la razón a Martín Lutero:
“el Magisterio no está por
encima, sino que sirve a la Palabra”.
3. El tema no es menor, ¿quién tiene el
primado en la iglesia? (¿quién manda aquí?):
el Poder (institución,
magisterio, jerarquías, la voz de mando, etc.)
o la Palabra (la razón, el
logos, el sentido, la cordura, etc.); el poder de la Palabra o la palabra del
Poder.
Cuando la Dei Verbum, pone en el centro la Palabra, re-ordena los
otros poderes de la iglesia y así se vuelve a confiar que la Palabra transforma
y reforma la iglesia, porque reordena sus poderes, vale decir:
sus fundamentos.
4. ¿Qué o quién tiene el primado en la
iglesia? Es la pregunta de Jesús, de Lutero y el Vaticano II (estamos
celebrando sus 50 años)…El tema es viejo: el paso del Mito al Logos (Grecia); la "autoridad" o la Razón (Kant), etc.
El
Pbro. Pablo Richard, biblista latinoamericano, una vez
contó y yo lo repito –a mi manera- cuántas veces puedo:
“Un obispo de Centro América lo invitó a una convivencia con 200
Celebradores de la Palabra (laicos). El obispo les habló mucho, con claridad,
como amigo, con respeto, con pasión. Los hombres, en general campesinos, lo
querían y respetaban mucho, lo escuchaban con hondura…
De repente, al fondo se levantó un viejo campesino Celebrador de la
Palabra y le dije al Obispo:
¿PERO, Señor Obispo, Pablo dijo… y Mateo dice en su evangelio… Juan
ha escrito; Lucas afirma…”
Pablo
Richard, observó y registró la escena.
¿Qué
igualaba –en esa escena- al Señor Obispo y al viejo campesino laico común? La
Palabra (Pablo, Mateo, Marcos, etc).
Un
laico con la Palabra es un sujeto empoderado.
“Devolver
la Biblia al Pueblo”
es
devolver “poder” al pueblo,
em-poderarlo.
Con
la Palabra es posible el diálogo entre iguales…
La
Iglesia del Poder expande obediencia; la iglesia de la Palabra suscita
diálogos…
Recordemos
que no es el hombre el que hace al diálogo, sino que es el
dialogo el que nos hace humano (E. Mounier).
Así
se re-inventa la iglesia (no una Iglesia nueva, distinta, diferente; se
trata que surja una iglesia más evanmgélica):
Ø Un nuevo sujeto hermeneuta: no sólo el Exégeta (academia) o el
Predicador (Liturgia), sino el Laico.
Ø Un nuevo espacio: no sólo la Academia, no sólo el
Templo, sino las comunidades eclesiales de base (= Cebs).
Ø En las CEBs se ha logrado unir
Solidaridad,
Palabra y Espíritu,
expresión histórica de la comunidad divina:
Dios-Amor (agape), Dios-Palabra (logos) y
Dios-Espíritu (pneuma).
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