viernes, 31 de agosto de 2012


CURSOS DE BIBLIA 
DE "PARRESÍA"
EN ÉSTA PRIMERA SEMANA 
DE SEPTIEMBRE

3. Lunes: 
TEMA: Economía y Biblia (1). 
LUGAR: Pquia. Ascensión del Señor.
HORA. 19,30-22,30 hs.

4. Martes: 
TEMA: Economía y Biblia. 
LUGAR: Pquia. Ascensión del Señor.
HORA: 19,30-22,30 hs.

5. Miércoles:   
LUGAR: Alta Gracia
TEMA: San Pedro en los Evangelios
HORA: 18,30-21,00 hs. 

6. Jueves:         

LUGAR: Casa de la Catequesis
TEMA: San Pedro en los Evangelios
HORA: 19,00-21,30 hs.

LUGAR: Pquia. del Espíritu Santo
TEMA: San Pedro en los Evangelios
HORA: 19,00-21,30 hs



7. Viernes:   
LUGAR: Pquia de los Jesuitas
TEMA: Las Profetizas silenciadas


Pbro. Juan Manuel González

La "carta magna" 
de la libertad cristiana (Mc.7)

Los Fariseos (probablemente sean los dirigentes cristianos a los que critica Mc) defienden la vieja Ley Escrita (Pentateuco) y la completan con la Ley Oral, siendo después codificadas (siglo II d. de C.). Identifican mandamiento de Dios y tradición de los presbíteros (7,3) como exige la Misná.


Han trazado en torno al pueblo una valla de seguridad, un muro de protección que les permita vivir en santidad y  pureza.


La ley judía se explicita en forma de comunidad de mesa, pues ella distingue alimentos (puros) y fija la manera en que deben prepararse y consumirse, en un entorno de purificación ritual (lavatorios), que convierte la comida en sacrificio sacerdotal. 

LA CASA Y MESA DE LOS JUDÍOS HA VENIDO A CONVERTIRSE DE ESA FORMA EN TEMPLO.


No está en juego ningún dogma sobre Dios sino un rito en torno a la comida. Aquí se distinguen y separan dos formas de entender la tradición:

--Jesús ofrece su alimento compartido a todos los que vienen, rompiendo para ello las normas de comensalía ritual intrajudía. Le preocupan los pobres: que todos los humanos puedan compartir el don del reino, expresado en la comida.

-- Escribas y fariseos acentúan la importancia de la pureza ritual del judaísmo.

   Mientras Jesús ofrece un proyecto universal de mesa compartida ellos siguen discutiendo sobre normas de comensalidad nacional.


FARISEOS                             CRISTIANOS
Ley ORAL                              Ley Escrita
Templo: altar                         Casa: mesa
Pureza-rito                             Pan compartido
mesa judía                             mesa universal
Comida limpia                       comida abierta

La Biblia estaba ausente
Hilari Raguer




Dom Rembert Weakland era Abad Primado de la Confederación Benedictina cuando en 1977 fue nombrado precipitadamente arzobispo de Milwaukee (USA) y tuvo que ir a prestar el juramento antimodernista ante el cardenal Pericle Felici. 


Éste, que como secretario general del Concilio Vaticano II había favorecido descaradamente a la minoría conservadora, había sido después nombrado por Pablo VI presidente de la comisión para la recta interpretación de los documentos del mismo Concilio y presidente también de la comisión para la redacción del nuevo Código de Derecho Canónico, que debería traducir a normas jurídicas la doctrina conciliar. Weakland había prestado repetidas veces el juramento antimodernista, que en aquel tiempo se exigía antes de recibir las órdenes sagradas y de asumir cargos pastorales (en la Abadía de Montserrat lo proclamábamos a coro, en la inauguración del curso, todos los profesores, incluido un hermano lego que era profesor de caligrafía en la Escolanía). 


Cuenta, pues, Dom Weakland en sus memorias que su juramento tuvo que retrasarse porque en la vasta biblioteca jurídica del cardenal Felici no pudo encontrarse una Biblia, y finalmente tuvo que jurar poniendo la mano sobre un breviario. El texto del juramento estaba redactado en un latín bastante complicado, y tras la ceremonia Felici le dijo que esperaba que hubiera comprendido lo que acababa de jurar (A Pilgrim in a Pilgrim Church. Memoirs of a Catholic Archbishop, E. Eerdmans Publishing Company, Grand Rapids, Michigan / Cambridge, U.K., p. 227.

Los causantes de la crisis
Contra los genocidas económicos
Para comprender la crisis en sus estructuras de pecado
José Ignacio Calleja


LA CRISIS GOLPEA AL SECTOR DEL LADRILLO EN TOLEDO 

- Presento un texto importante de Franz Hinkelammert para quienes queremos entender la crisis actual en sus estructuras de poder, por crueles y duros que resulten los datos. Lo reproduce Atrio, al que remito. Voy a intentar una aproximación más sencilla; creo que lo logramos si lo traduzco así:

- La gestión neoliberal de la globalización, la convierte en ésta, contra las mayorías, economicida e insostenible. Hablemos de esa gestión neoliberal: de sus sujetos (financieros), de sus instituciones (propiedad capitalista), de sus reglas (hipermercado desregulado del dinero) y de su servidumbre (Estados y Medios). El efecto, que las personas y los pueblos son instrumentos o cosas prescindibles de los mercados financieros, las relaciones sociales quedan cosificadas, subjetivamente, y, objetivamente, antagónicas; el ecosistema general de la vida humana insostenible a corto plazo y la democracia sustituida por la dictadura del Capital.

- La inflexibilidad absoluta de la estrategia de globalización, -y añado de nuevo-, neoliberalmente pensada e impuesta, efectivamente resulta y es una política de acumulación total de capital, que provoca, - contradicción fundamental -, que un mundo que podría ser global en democracia, creación de riqueza y reparto de oportunidades de vida, es, cada vez más y sin remedio, una víctima del "virus del Ébola económico". Esta política de maximización del crecimiento ha llegado hoy a sus límites y los límites se rebelan contra esa estrategia. Los límites del crecimiento están ya a la base de la crisis financiera y de la burbuja de títulos etéreos que por ella se ha revelado. La crisis es de crecimiento en cuanto tal. De insostenibilidad del crecimiento. Estoy de acuerdo.

- Por otro lado, este mercado insostenible de "mercancías" en un mundo finito y, a la vez, fiado al crecimiento ilimitado, provoca en su funcionamiento "natural", por desregulado y opaco, la crisis de la deuda. Los procesos de endeudamiento son, hoy y para muchos países de Europa el desequilibrio más importante y deseado por la banca o finanzas. A partir de su aparición, ya todo viene de rondón: ajuste, control, subordinación democrática, deterioro laboral, reducción el Estado de Bienestar... así hasta el caos social. El endeudamiento es una palanca de subordinación de pueblos y continentes a la globalización economicida.

- Efectivamente, comprendida la crisis de la deuda, es claro que los mecanismos de ajuste son una verdadera expropiación a favor del capital, gestionada en los pueblos por gobiernos políticos sin soberanía democrática, por más que formalmente la escenifiquen. ¡Y no sólo la aparentan ellos, sino que la exigen de todos aquellos Estados del mundo a los que reclaman seguir las reglas y objetivos de esa globalización, o los marcan como dictaduras!

- Alguna vez en la historia, el capitalismo reaccionó pactando socialmente un Estado de Bienestar (IIª Guerra Mundial), pero fue para salvarse como capitalismo amenazado. Hoy no tiene interés en ese pacto social u otro análogo, porque no se siente amenazado ni desde fuera (comunismo) ni desde dentro (contestación social). Los banqueros no tienen razones para limitar su negocio contra las gentes y la naturaleza; se apropian de los países periféricos, primero, y centrales, después. USA y Alemania no quedarán al margen, más pronto que tarde: "la total subordinación de la política bajo el automatismo de la deuda se transformó en el motor de este proceso destructivo", - concluye el texto -.

- La gente de esas democracias repite la elección de sus gobernantes, - primera contradicción -, y no puede elegir contra el capital y su acumulación de propiedad, - segunda contradicción -: sólo puede confirmar esta soberanía del Capital. Hasta aquí llega la democracia. Entre la opinión pública como opinión publicada ("medios") y la financiación capitalista de "la política", la voz democrática sólo tiene el cauce estrecho de confirmar la soberanía del Capital. La libertad de expresión de cada ciudadano es, en realidad, libertad de prensa del que tiene "los medios", y su éxito, que los ciudadanos sientan que esa es su opinión verdadera y ése su político de cabecera. Sin recuperar una conciencia política de soberanía ciudadana, y hacerla real, frente al capital y sus políticos, no hay salida.

- La soberanía popular en lugar de la soberanía del mercado y el Capital, y la política servil, ésta es la cuestión. Y éste es el frente de lucha popular en AL, en España y en los Países Árabes. La dignidad humana y la democracia real, la de la soberanía popular real, ¡y no hay otra!, exigen pasar al centro. De esto se trata siempre.

- Lo que sucede, por el contrario, es un asesinato que socapa de leyes de mercado, y eficiencia, se justifica por banqueros y políticos que los sirven. El equilibrio se logra por el asesinato de los sobrantes. Y no es algo figurado, sino bien real; de hecho, la media de vida de los países sometidos a estos ajustes estructurales para el pago de la deuda externa, está probado que va a decrecer; sucedió en Rusia en el paso del comunismo al capitalismo, y supuso cinco años de reducción. Pasará en Grecia, y pasará en Portugal, Irlanda, España y los que sigan. Y no pesa sobre la conciencia moral de sus autores, pues toda destructividad es ciegamente declarada creativa. Es la exculpación de la riqueza y el mal social: las víctimas o son culpables de su desgracia o son inevitables. Pero la verdad es otra: las políticas de rescate en la globalización capitalista son genocidas; con la apariencia de legalidad para sus actores responsables, pero genocidas; sus actores son sádicos; lo ve todo el mundo y nadie lo dice.

- ¿Alternativa? Todo empieza por la democracia real de los pueblos y por la regulación del Mercado Capitalista en aras de esa soberanía de la dignidad humana y de la vida en común sostenible. Movimiento popular democrático contra los genocidas económicos.



C. M. Martini (1927-2012), 
profesor, hombre de diálogo
Xabier Pikaza





Ha sido profesor de generaciones de biblistas, y así quiero recordarle. No llegué a intimar con él, pero nuestro contacto siempre cordial, en mis años de estudiante (1967-1969), y recuerdo agradecido sus clases de crítica del Nuevo Testamento, su forma de enseñarnos a valorar papiros, manuscritos y textos de la Biblia, haciendo que dialogáramos con ellos.

Por él supimos no existe una Biblia Oficial (es decir, un texto único al que todos deben someterse), sino cientos de papiros y de manuscritos básicos, que van de principios del siglo II hasta el siglo V-VI después de Cristo, de manera que el texto de fondo (el presunto original) sólo se puede “deducir” a través de una comparación de manuscritos y papiros, en una labor de diálogo de textos y personas, en la que intervienen exegetas e historiadores, papirólogos y teólogos (como muestra la foto de abajo, tomada en aquel tiempo)

 No existe un texto en sí, sino un diálogo de textos... No existe una iglesia en sí, sino un diálogo y comunión de Iglesias. Esa esa la verdad más honda que nos enseñó Martini, con su hondo sentido eclesial, desde su perspectiva de jesuita.

 Martini era un hombre de hondura y de consenso (ambas cosas a la vez, ambas inseparables) elegante, fino, gran intelectual. Recuerdo que le preparé el trabajo de fin de curso, utilizando sobre todo el fac-símil del Manuscrito B (llamado el Vaticano, de origen alejandrino), que a su juicio era el más fiable (cosa que se puede discutir, como él mismo decía). Conversamos mucho tiempo en su austera habitación del Bíblico de Roma, y su recuerdo (de hombre amble y sabio, hombre de Iglesia y de verdad) me ha seguido acompañando a través de los años.

 Así quiero recordarle, ahora que me ha llegado la noticia de su muerte. 

 Un grande saluto, desde esta ribera, Profesor Martini. Si yo sigo estudiando el evangelio de Marcos y otros textos del Nuevo Testamento, si es que puedo moverme con un poco de soltura en el bosque hermoso de papiros y manuscritos, se lo debo a personas como Usted, y especialmente a Usted. Dios se lo pague.



 Martini, Carlo M.
 (X. P., Diccionario de Pensadores Cristianos, Verbo Divino, Estella 2010, 604)


Crítico bíblico, teólogo y obispo católico, de la Compañía de Jesús. Fue profesor del Instituto Bíblico de Roma, donde no sólo enseñó Crítica Textual (su asignatura), sino que ofreció a los que nos honramos de haber sido sus alumnos un acceso inteligente y crítico al conjunto de la Sagrada Escritura, haciéndonos leer y valorar directamente los diversos manuscritos y textos más antiguos de la Biblia. Fue (y sigue siendo) uno de los especialistas máximos en crítica textual del Nuevo Testamento (que él ha estudiado de un modo intenso, a partir del manuscrito B, o Vaticano).

Su obra más significativa es la preparación y edición, con otros colaboradores, del texto estándar del Nuevo Testamento (The Greek New Testament, Stuttgart 1966), con reediciones y adaptaciones posteriores, que han servido de base para la traducción de la Biblia a casi todos los idiomas. Sólo por eso merece el máximo respeto en el campo de los estudios bíblicos, por encima de la diversidad de confesiones cristianas. En 1979 fue nombrado Arzobispo de Milán y luego cardenal. Es quizá el obispo católico más respetado en la actualidad, por su conocimiento de los problemas humanos y por el diálogo que ha venido manteniendo con intelectuales y científicos de Italia y de otros países. 

Se le tiene como un pensador liberal, abierto a los problemas sociales y eclesiales del momento actual, pero sus posturas son profundamente evangélicas y podrían servir para una auténtica reforma de la Iglesia católica y de la Cristiandad, si fueran más escuchadas. Ha publicado cientos de obras de divulgación y de testimonio cristiano. Muchas de ellas están traducidas a más de cincuenta idiomas. Cf. 

Abrahán, nuestro Padre (Madrid 1996);
 El absurdo de Auschwitz y el misterio de la cruz (Estella 2000);
 La audacia de la esperanza (Estella 2005);
 Coloquios nocturnos en Jerusalén (Madrid 2008). 






Pbro. Juan Manuel González
REFLEXIONES 
A PARTIR DEL EVANGELIO DEL DOMINGO (Mc.7)


1.    Los judíos observaban 613 leyes “Escritas”
       Y por si fuera poco, tenían muchísimas más, se la denominaba “la tradición oral” (HaLaKá): la ley de los padres (la interpretación de la  tradición).La cuál, en tiempos de Jesús, tenía más peso y poder que la Ley Escrita.

  2.    La problemática tuvo y tiene su vigencia. Lutero rompió con la Católica porque el Papa (magisterio, iglesia) estaba por encima del Evangelio. Recién 500 años después la Dei Verbum (nº 10) le dio la razón a Martín Lutero: 
   “el Magisterio no está por encima, sino que sirve a la Palabra”.
  
  3.    El tema no es menor, ¿quién tiene el primado en la iglesia? (¿quién manda aquí?): 
    el Poder (institución, magisterio, jerarquías, la voz de mando, etc.) 
       o la Palabra (la razón, el logos, el sentido, la cordura, etc.); el poder de la Palabra o la palabra del Poder. 
  Cuando la Dei Verbum, pone en el centro la Palabra, re-ordena los otros poderes de la iglesia y así se vuelve a confiar que la Palabra transforma y reforma la iglesia, porque reordena sus poderes, vale decir: sus fundamentos.

 4.    ¿Qué o quién tiene el primado en la iglesia? Es la pregunta de Jesús, de Lutero y el Vaticano II (estamos celebrando sus 50 años)…El tema es viejo: el paso del Mito al Logos (Grecia); la "autoridad" o la Razón (Kant), etc.

El Pbro. Pablo Richard, biblista latinoamericano, una vez contó y yo lo repito –a mi manera- cuántas veces puedo:
“Un obispo de Centro América lo invitó a una convivencia con 200 Celebradores de la Palabra (laicos). El obispo les habló mucho, con claridad, como amigo, con respeto, con pasión. Los hombres, en general campesinos, lo querían y respetaban mucho, lo escuchaban con hondura…
De repente, al fondo se levantó un viejo campesino Celebrador de la Palabra y le dije al Obispo:
¿PERO, Señor Obispo, Pablo dijo… y Mateo dice en su evangelio… Juan ha escrito; Lucas afirma…”

Pablo Richard, observó y registró la escena.
¿Qué igualaba –en esa escena- al Señor Obispo y al viejo campesino laico común? La Palabra (Pablo, Mateo, Marcos, etc).
Un laico con la Palabra es un sujeto empoderado.
“Devolver la Biblia al Pueblo”
es devolver “poder” al pueblo,
em-poderarlo.
Con la Palabra es posible el diálogo entre iguales…
La Iglesia del Poder expande obediencia; la iglesia de la Palabra suscita  diálogos…
Recordemos que no es el hombre el que hace al diálogo, sino que es el dialogo el que nos hace humano (E. Mounier).


Así se re-inventa la iglesia (no una Iglesia nueva, distinta, diferente; se trata que surja una iglesia más evanmgélica):
 Ø  Un nuevo sujeto hermeneuta: no sólo el Exégeta (academia) o el Predicador (Liturgia), sino el Laico.
 Ø  Un nuevo espacio: no sólo la Academia, no sólo el Templo, sino las comunidades eclesiales de base (= Cebs).
 Ø  En las CEBs se ha logrado unir 
        Solidaridad, Palabra y Espíritu,
expresión histórica de la comunidad divina:
Dios-Amor (agape), Dios-Palabra (logos) y Dios-Espíritu (pneuma). 

jueves, 30 de agosto de 2012


Pbro. Jorge Trucco
VIGESIMO SEGUNDO DOMINGO DURANTE EL AÑO

DISCIPULADO CRISTIANO: ¿INFANTILISMO O MADUREZ DE CONCIENCIA?

Deut 4,1-2.6-8: “Al oír todas estas leyes, dirán ‘¡Realmente éste es un pueblo sabio y prudente!’”
St 1,17-18.21b-22.27: “La religiosidad pura [...es] ocuparse de los huérfanos y las viudas”
Mc 7,8a.14-15.21-23: “Este pueblo me honra con los labios pero su corazón está lejos de mi”



Proseguimos con Marcos. Todos oímos del Fariseísmo, ritualismo... peligro de todas las religiones: quienes tienen que cambiar son los otros.

Las tradiciones... falsifican la religión, crean hipócritas...
Si bien al principio la religión nace como una revelación de Dios centrando la vida en actitudes internas...
Con el tiempo los jefes religiosos asentados en el poder, se mantienen allí haciendo cumplir el culto y las normas de la institución religiosa... Finalmente sacerdotes y fieles caen en un culto puramente ritualista.
¿No sucede lo mismo hoy?

Los prejuicios son muy fuertes, como lo demuestra la experiencia de un grupo de científicos que colocó cinco monos en una jaula, en cuyo centro acomodaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananos. Cuando un mono subía la escalera para agarrar los bananos, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo. Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo agarraban a palos. Pasado algún tiempo más, ningún mono subía la escalera, a pesar de la tentación de los bananos. Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos. La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le pegaron. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera.

Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho. El cuarto y, finalmente, el último de los veteranos fue sustituido.  Los científicos quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aun cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a los bananos. Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentase subir la escalera, con certeza la respuesta sería: "No sé, las cosas siempre se han hecho así, aquí..." ¿Será que esto nos suena conocido? ¿Por qué estamos haciendo las cosas de una manera, si a lo mejor las podemos hacer de otra?

Como los monos del experimento, repetimos las costumbres sin preguntarnos por qué lo hacemos así. Jesús nos quiere libres para saber reconocer cuál es el verdadero origen del mal en el mundo y no achacarlo a las costumbres humanas, que siempre pueden cambiar.

A alguien muy bueno le solemos decir muy religioso. Tenemos que ponernos de  acuerdo en qué significa ser "muy religioso", porque no siempre esto es certificado de honestidad. Tampoco la Biblia alaba siempre a los llamados “religiosos” o jefes de culto, mucho menos alaba la exageración de las prácticas religiosas. No quiere decir que es  mejor no tener religión... pero no todo lo que llamamos "religioso" lo es.

Hay formas inauténticas de vivir la religión: cuando la forma de vivir la religión  oprime al hombre, obligándolo a tomar posturas falsas.


Hoy critican a los discípulos por no hacer lavados rituales… Jesús denuncia que no se tomó rito como símbolo de purificación interior sino que se creyó que bastaba la purificación exterior.
Los profetas protestarán, pero no todo era tan fácil, generalmente la religión exterior y formalista era sostenida por los sacerdotes del templo y los jefes espirituales de la nación (...estamos hablando  del pasado?...)

Lo bueno o malo es lo que nace del interior de uno mismo, fruto de un acto libre. Madurez religiosa es superar el infantilismo que le teme al castigo, infantilismo de la religión automática. Madurez religiosa es superar el fariseísmo en donde la LEY está por encima del hombre, de su conciencia y de sus circunstancias. “lo importante es ‘lo que está mandado’, lo que ‘está escrito’”; “el que obedece no se equivoca”… etc. Después de tantos años de Paternalismo en nuestra Patria, ¿no será lo que nos impide MADURAR HACIA UNA CONCIENCIA CRÍTICA, para poder, desde la JUSTICIA, superar LA CORRUPCIÓN?


El ser humano post-agrario ya no puede aceptar su identidad ni puede aceptar un control por los vehículos «religionales» basados en «creencias» Obviamente, la espiritualidad del ser humano va a continuar, no se puede perder. Pero lo que han sido técnicamente «las religiones agrarias», está muriendo, va a desaparecer, y es bueno que desaparezca, porque la humanidad está en otra etapa de su historia. Los ritos, las prácticas religiosas prescritas... son, por eso, en alguna sociedades actuales avanzadas, realidades «residuales», que desaparecen vertiginosamente. Si la Iglesia no acepta afrontar sin miedo estos planteamientos, lo único que hace es retrasar el reconocimiento de una enfermedad que no deja de socavarle sus entrañas en los millones de fieles que silenciosamente se van autoexiliando cada año, no sólo en las sociedades llamadas «avanzadas», sino también en América Latina.[1]

MUCHAS VECES CUMPLIMOS PARA DEJAR TRANQUILA NUESTRA CONCIENCIA:  creemos que nos basta con llevar una medallita o tener en casa una imagen o una Biblia...

Siempre habrá fariseos que espían, critican y condenan.
El desafío será construir FAMILIAS, ESCUELAS, INSTITUCIONES, IGLESIA
que  nos abran  los ojos, que nos enseñen a pensar.
Sólo así posibilitaremos el nacimiento de PERSONAS MADURAS,
y desde la justicia podremos superar tanta corrupción.


[1] Cfr. Servicio Bíblico Latinoamericano,  http://servicioskoinonia.org

Pbro. Diego Fenoglio
Domingo XXII del tiempo ordinario 
– Ciclo B 2012

“¿Por qué no se sigue la tradición de nuestros antepasados?”



El Señor recuerda a los que cuestionan el cambio de las costumbres humanas que “Nada de lo que entra de afuera puede hacer impuro al hombre. Lo que sale del corazón del hombre es lo que lo hace impuro. (...) Porque de adentro, es decir, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los asesinatos, los adulterios, la codicia, las maldades, el engaño, los vicios, la envidia, los chismes, el orgullo y la falta de juicio. Todas estas cosas malas salen de dentro y hacen impuro al hombre”. Entre nosotros también pueden aparecer preguntas como las de los fariseos y los maestros de la ley. Muchas cosas las hacemos como las hacemos, porque así se han hecho siempre. Como los monos del experimento, repetimos las costumbres sin preguntarnos por qué lo hacemos así. Jesús nos quiere libres para saber reconocer cuál es el verdadero origen del mal en el mundo y no achacarlo a las costumbres humanas, que siempre pueden cambiar.

El libro del Deuteronomio, que es uno de los más famosos de la Torá judía, el Pentateuco cristiano, nos ofrece una bella lectura que nos habla de la grandeza de los mandamientos de Dios.se invita al pueblo a considerar con sabiduría los mandamientos de Dios. Porque los mandamientos no deben ser considerados como prohibiciones, sino como la forma en que Dios está cerca de su pueblo y por ello éste debe escucharlo, servirlo y buscarlo. La lectura nos invita, pues, a no avergonzarnos de los mandamientos cuando en ellos se expresa su voluntad salvífica. Es verdad que los mandamientos se entienden, a veces, en sentido demasiado legalista y, entonces, a algunos, les parecen insoportables. Y será Jesús quien libere los mandamientos de Dios de ser una carga pesada, con objeto de acercar a Dios a todos nosotros.

La carta de Santiago nos pone en guardia contra una religión que no encarne los valores del Evangelio. La palabra escuchada en la Sagrada Escritura debe ser discernida según el Espíritu para vivirla dócilmente en la vida cotidiana. El cristianismo no es una formalidad social que cumplir, ni un ritual más en las prácticas piadosas de una cultura. El cristianismo se manifiesta como una opción vital que requiere del compromiso íntegro de la persona. La comunidad de creyentes es el espacio ideal para que la persona realice su opción y viva, en compañía de otros hermanos y hermanas, el llamado de Jesús.

La pureza de lavarse las manos no es camino para llegar al Dios que por medio de Jesús convocaba en Galilea a comidas de fraternidad, a las que estaban invitados en primer lugar los considerados “impuros” en aquella sociedad profundamente clasista: pobres, enfermos, leprosos, mujeres, etc. De este Dios, dice en evangelio de hoy, lo único que nos separa –nos hace impuros– son las ofensas que brotan de nuestro corazón contra los demás. En ninguna otra parte puso Jesús en entredicho de manera tan radical la ley como en este pasaje del evangelista Marcos. Es de suponer que esta crítica que Jesús hizo de la ley de Moisés fuera el motivo que llevó a las autoridades judías a actuar contra él y a procesarlo.
Quizás a los cristianos nos falte coraje para hacer lo mismo que hizo el Señor, y estemos empecinados en cumplir unas normas que no llevan aparejadas más que contravalores.


Jesús nos invita a redescubrir la esencia del cristianismo en nuestra opción por construir la Utopía del Reino de Dios y por vivir de acuerdo con los principios del evangelio. Nosotros no debemos renunciar a una vida auténtica y creativa para seguirlo a él. Todo lo contrario. Debemos recrear aquí ya ahora toda la novedad de su profecía y toda la radicalidad de su amor incondicional por los excluidos.


Pbro. Gabriel Martín Ghione
Homilía XXII Domingo durante el año: 
Abrir y cambiar el corazón

Después de escuchar unos domingos el Evangelio de Juan retomamos el relato de Marcos y continuamos escuchando enseñanzas que podemos aplicar en nuestra vida de todos los días.
Los fariseos tenían un cúmulo de normas, reglas, tradiciones que buscaban una pureza para poder entrar en contacto con Dios. Ese sistema además de tranquilizar la conciencia porque “ya cumplí”, excluía a mucha gente de la cercanía de Dios porque no eran puros, este proceso llevo a confundir pureza con santidad y restringir el culto a algo puramente externo y ritual. Esto en la historia de la humanidad y en la historia de la Iglesia se repite con frecuencia. Nos recluimos en rito y normas que nos dan seguridad y experimentamos el mundo con un lugar de pecado, impureza, perdición y perturbación de la santidad.

Pensamos como lo fariseos que lo de afuera puede manchar el hombre, que la apariencia y lo externo es lo que determina el actuar de las personas y nos olvidamos del corazón. Del corazón brotan las decisiones del hombre, del corazón entendido como el lugar donde discernimos y decidimos, es donde encontramos esa herida y esa tendencia a encerrarnos, a objetivar a las personas, a ser egoístas y autosuficientes. Muchas veces pensamos que con la ley basta, que la tradición y la norma resguardan la moralidad de la personas. Sin embargo las normas manifiestan la debilidad del hombre y su tendencia a no respetar al prójimo, están para delimitar mínimos que no han sido respetados. Las normas pueden indicarnos conductas aceptables y despreciables, pueden ayudarnos a discernir lo bueno de lo malo pero nunca van a poder cambiar el corazón del hombre. Las normas pueden llegar a iluminar las conciencias pero no nos hacen decidir. Las normas son necesarias pero no suficientes. Lo más lindo y precioso del evangelio no es exigible[1][1], se nos presenta como un desafío. Cuando no nos abrimos a la acción de la Gracia, al desafío del Evangelio, solemos encerrarnos y aferrarnos a tradiciones. 

Santiago nos exhortaba en la segunda lectura a poner en práctica la Palabra y nos manifestaba claramente la dimensión fraterna: huérfanos y viudas, los débiles y necesitados. Por eso una clara regla de discernimiento es reflexionar si el culto, la oración, la espiritualidad me abren al hermano o me encierran en mi individualidad.

Debemos volver al corazón, debemos formar los corazones para amar como Dios nos enseñó, como quiere que amemos. Desde la compasión, desde la solidaridad, desde un sistema que no crea pobres sino que distribuye, comparte.

Pero además es necesario que nos cuidemos de otro peligro: fabricarnos una multiplicidad de normas y tradiciones. El llamado de atención es para nosotros que ponemos también innumerables requisitos, Jesús también nos puede decir: “las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos, dejan de lado los mandamientos de Dios para seguir la tradición de los hombres”. En este sentido no deja de ser llamativo que Santo Tomás manifieste la inutilidad de un número excesivo de preceptos que “hacen pesada la vida de los fieles”[2][2].

Más que leyes necesitamos corazones renovados que no tengan miedo de salir al encuentro de los hermanos, de corazones valientes que no vean el mundo como una amenaza sino como el lugar de la encarnación y la salvación, como la gran posibilidad de expresar y vivir el amor, de corazones simples que no vean pecado en todos lados sino verdaderas y auténticas búsquedas del Dios de la Vida.  





Pbro. Gabriel Martín Ghione
Skipe: ghione.gabriel.martin

"Servidores de ustedes por amor de Jesús" 2 Cor 4,5


[1][1][1][1] P Alerto Hurtado
[2][2][2][2][2][2] “Tomás explica que la ley de los cristianos es una ley “de libertad” por otra razón: los preceptos dados por Cristo y los apóstoles son poquísimos (ST, I-IIae,107,4). Citando a san Agustín dice que los preceptos que la Iglesia añadió posteriormente deben exigirse con moderación “para no hacer pesada la vida de los fieles” Víctor Manuel Fernández, Pablo Apasionado. Ed. San Pablo. Pág. 32

Pbro. Lucas Trucco

Reflexiones

Domingo XXII durante el año –ciclo B-


1º Lectura: “¿Existe acaso una nación tan grande que tenga sus dioses cerca de ella, como el Señor nuestro Dios, está cerca de nosotros siempre que lo invocamos?”
2º Lectura: “Pongan en práctica la Palabra y no se contenten con oírla.”
Evangelio: “Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios para seguir la tradición de los hombres”
Les comparto la reflexión de “Ciudad Redonda” (no esta original en su totalidad, ya que tiene otros agregados)



 “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí”. Este es siempre el riesgo de toda religión: dar culto a Dios con los labios, repitiendo fórmulas, recitando salmos, pronunciando palabras hermosas, mientras nuestro corazón “está lejos de él”. Sin embargo, el culto que agrada a Dios nace del corazón, de la adhesión interior, de ese centro íntimo de la persona de donde nacen nuestras decisiones y proyectos.

En esta como en cualquier ley es inevitable que se produzcan situaciones dudosas, que la ley no reglamenta con claridad y que requieren interpretaciones, correcciones o añadiduras. Es así, probablemente, como se generan las “tradiciones de los mayores”. El problema es que esto puede llevar, y lleva con frecuencia, a un cumplimiento mecánico de normas puramente externas que acaban apartando del espíritu original con el que nació la ley. Cumplir no es ejecutar externa, mecánicamente, sino “cumplimentar”, llenar, dar plenitud. Y esto, como sabemos, se realiza en Jesucristo, que no ha venido a abolir la ley, sino a llevarla a perfección (cf. Mt 5, 17).
La palabra que salva da vida, nos engendra. Y lo hace desde dentro, pues, como semilla, ha sido plantada en nosotros. Por eso, no debemos sólo escucharla como si fuera una voz externa y extraña, sino que debemos darle cabida en nosotros, dejar que nos purifique por dentro y permitir que, desde dentro, guíe nuestras acciones y nuestra vida. Eso significa ponerla en práctica. Y la puesta en práctica se traduce necesariamente en obras de amor y misericordia con los necesitados en sus tribulaciones.

“El culto que me dan está vacío”. Cuando nuestro corazón está lejos de Dios, nuestro culto queda sin contenido. Le falta la vida, la escucha sincera de la Palabra de Dios, el amor al hermano. La religión se convierte en algo exterior que se practica por costumbre, pero donde faltan los frutos de una vida fiel a Dios.

Así pues, aunque resulte inevitable que “los mayores”, esto es, la experiencia histórica y los nuevos problemas que van surgiendo en ella, hagan sus añadiduras y formen sus tradiciones, su validez dependerá de si sirven a la Palabra, a la vida que esa Palabra engendra, a un mejor cumplimiento y puesta en práctica de la misma; o si, por el contrario, se convierten en esquemas rígidos de comportamiento que coartan la libertad y la apertura creativa a la novedad de la historia, y sirven sobre todo para condenar a los que no se atienen a ellas. En una palabra, el criterio de discernimiento de las distintas tradiciones es la misericordia.

Los cristianos tenemos conciencia de que nuestra fe conlleva ciertas obligaciones y de que “tenemos que cumplir con ellas”. A veces, algunos ven en esto una actitud farisaica que se queda en el mero cumplimiento externo, y reaccionan diciendo, por ejemplo, que “lo importante no es ir a misa sino ser buena persona y ayudar a los demás”. Aunque podemos entender estas reacciones, tenemos que tener cuidado con su unilateralidad. En primer lugar, porque ir a misa y actuar con bondad no son cosas incompatibles: no sólo porque, cosa obvia, se puede “ir a misa y ser buena persona”, sino porque participamos de la Eucaristía precisamente para, en unión con Cristo, hacernos mejores personas. Y, en segundo lugar, porque en esta crítica se cae en el fondo en lo mismo que se critica: se reduce el “ir a misa” (u otras prácticas cristianas) a una mera formalidad externa, descuidando su verdadero sentido. Para actuar de acuerdo al espíritu cristiano hay que estar en comunión con Cristo; y esa comunión se realiza de manera privilegiada en el memorial de su Pasión que él mismo nos mandó realizar; es posible vivir como Cristo vivió si escuchamos su Palabra y comemos el pan y el vino que son su cuerpo y su sangre.



Simposio promueve reflexiones sobre Teología de la Liberación y Concilio Vaticano II


En el marco de los 50 años del Vaticano II y 40 años de Teología de la Liberación, el Movimiento por una Formación Cristiana Liberadora realiza en Fortaleza (CE) el Simposio Teológico "50 años del Vaticano II - 40 años de la Teología de la Liberación. ¿Qué dice el Espíritu a las iglesias? ". El evento tendrá lugar en el Centro Pastoral María Madre de la Iglesia, en la zona céntrica de la capital de Ceará, los días 30 y 31 de agosto y 1 de septiembre, y la entrada es gratuita. 


El principal objetivo del simposio es mostrar que "otro cristianismo es posible". Según María Cleide Pires de Andrade, miembro del Movimiento de Formación Cristiana Liberación, esto significa promover "Un cristianismo más sensible a los problemas de los pueblos más necesitados, abierto al diálogo, un cristianismo más respetuoso, más acogedor en el trato con personas con otras orientaciones de vida".


"[La idea es] traer los problemas de la sociedad al interior de la Iglesia, esta es la propuesta de la teología de la liberación. Ser Iglesia Pueblo de Dios, que se preocupa por lo que sucede fuera del templo”, explica.


Cleide destaca también que la realización de este Simposio evoca la celebración de los 50 años del Concilio Vaticano II (1962), que "fue un gran momento en la Iglesia, de apertura y promoción de movimientos sociales, y vamos a abordar ese significado en las participaciones de los expositores invitados”. Personalidades como Don Tomás Balduíno, Mercedes de Budallés Díez y Francisco de Aquino Junior, contribuirá con las conferencias del evento.


Programación

La Conferencia inaugural del Simposio Teológico, este jueves (30), abordará el tema "Fidelidad e infidelidad al espíritu del Concilio en el caminar de la Iglesia en América Latina y en Brasil" y tendrá como conferencista a Don Tomás Balduíno, obispo emérito de Goiás y fundador de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) y del Consejo Indigenista Misionero (Cimi).


El viernes (31), será el turno de la teóloga Mercedes Budallés Diez para dar su contribución en la Conferencia "¿Cómo ser fermento de emancipación humana dentro de una iglesia-masa de eventos de mediáticos?". En entrevista con Adital, Mercedes explicó que "masa es algo que no está listo" y es por eso que es importante preocuparse por la "levadura" y la "pequeña semilla", o como ha explicado, por las minorías 'Abrahánicas'.


"Los programas religiosos propagan directa o indirectamente la teología de la prosperidad y generan iglesias masificadas, individualistas llena de emociones fugaces y sin ningún compromiso con la transformación de la sociedad. En mi opinión, promover un cristianismo ilustrado y actuante ante los principales problemas que aquejan a nuestra sociedad, sólo se puede hacer desde abajo, desde las minorías, con los empobrecidos. La masa es algo que no está lista. Cuidemos el fermento, de los pequeños, ¡Como lo hizo Jesús!", recomienda en la entrevista.


Clausurará el evento, el dia1º, el padre Francisco de Aquino Junior, exponiendo sobre "Temáticas, métodos y posiciones de la Teología de la Liberación a las que no podemos renunciar en el caminar de la Iglesia”.


Según Cleide, se espera la participación de unas 250 personas en el Simposio. Entre los/as participantes estará presente un grupo de jóvenes de la Pastoral Juvenil en el Medio Popular, de Sobral, ciudad del interior de Ceará. "Esperamos que el evento no se quede sólo en los debates. Esperamos que las personas puedan reproducir lo que trabajemos aquí, en sus comunidades y grupos", concluye.


El Centro Pastoral María Madre de Iglesia se encuentra en Rua Rodrigues Júnior nº 300, Centro.

Para más información: 
http://blogformacaocristafortaleza.blogspot.com.br/

domingo, 26 de agosto de 2012


VANESA ESTER MARTINEZ

FIN DEL CRISTIANISMO PREMODERNO.
Retos hacia un nuevo horizonte. 
Andrés Torres Queiruga (2000)

EL “GIRO LINGÜÍSTICO”


CONSIGNAS PARA EL TRABAJO:
  1. Sobre cada tema propuesta, hacer dos citas del autor (=ATQ).
  2. Tomar posición respecto a los planteos de ATQ: a favor o en contra.
  3. Cada cita del autor debe ser comentada con:
argumentos,
razonamientos,
explicaciones.

No se trata de meras afirmaciones (sin argumentos),
Tampoco de simples juicios (sin justificaciones).



LA DIFICULTAD ESTRUCTURAL

1. ¿En qué consiste el “desafío de la Flew”?

2. ¿Cuál es el problema de la “objetivación” de lo 
divino? Debes poner dos ejemplos para ilustrar los conceptos.

3. ¿Cuáles son los caminos de solución?


ALBA PAOLA SORATTI
FIN DEL CRISTIANISMO PREMODERNO.
Retos hacia un nuevo horizonte. 
Andrés Torres Queiruga (2000)

EL “GIRO LINGÜÍSTICO”

CONSIGNAS PARA EL TRABAJO

  1. Sobre cada tema propuesta, hacer dos citas del autor (=ATQ).
  2. Tomar posición respecto a los planteos de ATQ: a favor o en contra.
  3. Cada cita del autor debe ser comentada con:
argumentos,
razonamientos,
explicaciones.

No se trata de meras afirmaciones (sin argumentos),
Tampoco de simples juicios (sin justificaciones).






LA DIFICULTAD PRAGMÁTICA

1. La oración de petición, ¿en que sentido es un “experimento crucial”?

2. ¿Cuáles son las implicaciones –de lo que el autor llama- “objetivamente perversas” de la petición?

3. ¿En qué consisten las “posibles objeciones”?