SOLIDARIDAD
Al
fin de la batalla,
y muerto
el combatiente,
vino hacia él un hombre
y
le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero
el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se
le acercaron dos y repitiéronle:
«¡No
nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero
el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron
a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando
«¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»
Pero
el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le
rodearon millones de individuos,
con
un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero
el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
le rodearon;
les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse
lentamente,
abrazó
al primer hombre; echóse a andar...
(César Vallejo, Peruano, muere en 1938)
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