jueves, 18 de julio de 2013

Entrevista a Pablo Fajardo Mendoza, 
abogado de las comunidades afectadas 
por Chevron: 
‘YPF ha escogido al socio más sucio’
Darío Aranda




La petrolera Chevron promete explotar yacimientos junto a YPF en Neuquén. En Ecuador fue condenada por contaminar 500 mil hectáreas, pero no cumple con la orden judicial. Los afectados detallan sus pesares: millones de litros de petróleo derramados, ríos y lagos contaminados, cáncer y abortos espontáneos, 30.000 afectados. El gobierno argentino, YPF, el Pueblo Mapuche, la Corte Suprema y el riesgo de repetir la historia del racismo ambiental. "Chevron considera que los pueblos indígenas latinoamericanos valen menos que un ciudadano norteamericano", advierte Pablo Fajardo, abogado de la comunidad de afectados.




La petrolera estadounidense Chevron, flamante socia de YPF para explotar yacimientos en Neuquén, fue condenada en Ecuador por contaminar 500 mil hectáreas. Derramó 103 millones de litros de crudo, arrojó 63.000 millones de litros de agua tóxica arrojada a ríos y afectó a 30 mil personas. Luego de un juicio de veinte años, fue encontrada culpable de contaminación y obligada a pagar 19.000 millones de dólares, pero rechaza cumplir la condena. Sus activos fueron embargados en Argentina, pero el Gobierno pidió el levantamiento de esa medida y la Corte Suprema de Justicia falló a favor de la petrolera.

Pablo Fajardo Mendoza es el abogado de las comunidades afectadas por Chevron. Tiene 40 años, vive desde los 14 en la zona contaminada y detalla el accionar de Chevron en Ecuador: contaminación, violencia, desprecio por las comunidades indígenas y campesinas y lobby contra el gobierno de Ecuador. El rol del gobierno argentino, YPF y un aviso al pueblo argentino: "Chevron es una de las empresas empresa más corrupta del mundo. Nos apena mucho que YPF haya negociado con un delincuente”.

Ecuador

-¿Cómo explicar el paso de la petrolera Chevron por Ecuador?

-La empresa Chevron, antes Texaco, obtuvo una concesión de parte del Estado en el año 1964. El Estado entregó 1,4 millones de hectáreas para que explore y explote el petróleo de la amazonia ecuatoriana. Un área muy grande. La empresa comenzó a explorar y encontró petróleo de buena calidad. Era una selva exuberante, bella, habitada por ocho pueblos indígenas. Hoy quedan seis pueblos. Dos pueblos indígenas se han extinguido por el accionar de Chevron.

-¿Por qué se extinguieron? ¿Qué hizo Chevron?

-Trabajó de una forma criminal sin ninguna técnica para evitar impacto ambiental. Y desconoció por completo los derechos de los pueblos indígenas. Entró a la selva, perforó, derramó el lodo contaminado de perforación y el petróleo de prueba fue arrojado directamente a ríos de la amazonia. Es más. Con el mismo petróleo construyó carreteras. En vez de pavimentarlas, realizarlas como corresponde, llenó los caminos con petróleo crudo, regando 1500 kilómetros de caminos con petróleo.

-¿Cuál fue el impacto ambiental comprobado?

-Chevron derramó petróleo durante 26 años. Perforó 356 pozos petroleros. En cada pozo realizó de tres a cinco piletas, se comprobó la existencia de 918 piletas abandonadas con desechos tóxicos. En ninguna pileta colocó geomembranas para evitar que haya filtraciones. Todas las piletas derramaban hacia el subsuelo y contaminaban el agua subterránea.

-¿Qué rol tuvo el "agua de producción”?

-Cuando se perforan pozos petroleros salen tres productos. Petróleo, gas y el agua de formación, súper tóxica, 30 veces más salada que agua de mar. Esa agua de formación debía reinyectarse al subsuelo para evitar contaminación, pero Chevron la arrojaba a los ríos de la amazonia. Más de 60.000 millones de litros de agua contaminada. Chevron admitió en el juicio que era verdad, no lo niega.

-¿Por qué lo hizo?

-La excusa dice que era la práctica común que se usaba en los 70 y 80. Y no es verdad. Hemos encontrado información y revelado cómo Chevron en Estados Unidos aplicaba otra técnica, no tiraba los desechos a los ríos de Estados Unidos, no hacía piletas sin geomembranas, no hacía carreteras con petróleo. Incluso hemos descubierto que el Instituto Americano (de Estados Unidos) de Petróleo daba cuenta, en un libro de 1962, en un capítulo especial sobre instrucciones de cómo tratar el agua de formación, cómo evitar la contaminación del agua dulce, cómo proteger la vida y los ecosistemas. Libro del año 62, antes que Chevron llegara a Ecuador y comience a contaminar la amazonia. Y ese libro fue escrito por técnicos de Texaco. Ellos daban clases al mundo de cómo cuidar el medio ambiente, pero esas técnicas nunca las aplicaron el Ecuador. Sabían qué tenían que hacer, pero privilegiaron su rentabilidad por sobre la salud de la población.

-¿Por qué?

-Dos razones principales. Uno: ahorro económico. Por cada barril de agua de formación que no reinyectaban al subsuelo se estaban ahorrando tres dólares. Si sumás 10.000 millones de barriles, es un ahorro gigantesco de plata.

-¿El segundo motivo?

-El racismo. Chevron, hasta la actualidad, considera que los pueblos indígenas de Ecuador y que el conjunto de los latinoamericanos valen menos que un ciudadano norteamericano. Ejemplo, en el juicio han dicho que la amazonia es una área de la industria petrolera y que en la amazonas no debe habitar un ser humano. Significa que insiste en desconocer que antes de la llegada de Chevron habitaban pueblos indígenas. Tuvieron y tienen racismo y desprecio para con los pueblos indígenas.

-¿A qué cifra asciende los afectados por Chevron?

-Fueron afectados de manera directa ocho pueblos indígenas. Dos pueblos indígenas se extinguieron por el accionar de Chevron. En la zona también vivían y viven colonos. Actualmente habita esa región unas 200 mil personas. Afectados directos, 100 mil personas. Y en la zona más crítica son 30.000 personas, pueblos indígenas y campesinos.

-¿Podría detallar la afectación a la salud?

-Se ha hecho varios estudios médicos. Se han confirmado índices de abortos espontáneos tres veces más altos que los del resto de Ecuador. El triple y cuádruple de casos de cáncer y leucemias. Por los menos 2000 personas con cáncer han muerto en los últimos quince años. Está claro que en todo el mundo hay cáncer, pero en la zona que operó Chevron se multiplican los casos y supera por mucho cualquier índice nacional. La situación fue y es terrible, no me lo contaron, vivo aquí desde los 14 años.

-¿El Estado reconoce ese aumento de casos?

-Tanto lo reconoce que han construido en Lago Agrio, la zona más afectada, un hospital especial para pacientes con cáncer. Y claro que reconocen que es una situación grave y que tiene gran relación con todos los cursos de agua, superficiales y subterráneos, contaminados. También se registran muchísimos problemas de piel y respiratorios.

-¿Qué responde Chevron a esas enfermedades?

-Chevron dijo en su defensa que si hay problemas de salud no es por los tóxicos sino que obedece al desaseo de los indígenas, a que no se lavan las manos. Eso lo dijo en el juicio y claro que es una ofensa para la población.

-¿Qué tipo de desarrollo provocó en la región?

-En Ecuador hay 24 provincias dividas en 222 cantones. Los cuatro cantones donde operó Chevron están hoy entre las diez ciudades más pobres de Ecuador. Nadie puede explicar cómo la región de donde se extrajo tanta riqueza tiene las peores estadísticas de pobreza. Es toda una zona muy pobre y la contaminación ambiental agudiza la pobreza. En nuestra región la contaminación de Chevron-Texaco afectó los recursos de miles de campesinos, por ejemplo miles de animales han muerto. Los pueblos indígenas vivían de lo que la selva les daba, alimentación, pesca y recolección de frutas. Con los ríos cubiertos de petróleo, no hubo más peces y se acabó así el principal alimento de los indígenas. Los animales murieron por tomar agua contaminada. Se afectó la economía de subsistencia. El indígena, para sobrevivir, tuvo que migrar a trabajar para la petrolera.

-¿Cómo se han organizado?

-El sostén de esta lucha y del juicio es la gente organizada por la necesidad de justicia y de vivir con dignidad. La gente fue humillada durante 26 años por esta empresa. El Estado no tuvo la capacidad de defender a la población, sobre todo porque el Estado era muy afín a la empresa. Y la gente comenzó a luchar en busca de justicia.

-¿Qué forma organizativa se dieron?

-La Unión de Afectados por Chevron-Texaco. En cada comunidad, unas 80, hay asambleas y se eligen delegados, que formar parte a su vez de otras asambleas y de comités ejecutivos. Estamos próximos a cumplir veinte años de historia, el 3 de noviembre.

-¿Hubo presión de Chevron contra los afectados?

-Chevron es una empresa poderosa e hiper arrogante. Nunca pensó que los pueblos indígenas de un país pequeño como Ecuador iban a ser capaces de llegar hasta acá y obligarlos a pagar una condena por el crimen que cometió. Demostramos que cuando indígenas y campesinos nos unimos, somos capaces de hacer cosas que otros creen imposible.

-¿Cuál fue la acción de la empresa en estos veinte años de juicio?

-Un gigantesco lobby con políticos y medios de prensa para confundir a la opinión pública. Contrataron cientos de expertos, más de 200 abogados, 1300 millones de dólares para evitar cumplir con la Justicia. Y además implementaron una persecución tenaz y espionaje sobre los dirigentes que luchan. Nos vimos obligados a solicitar una medida cautelar en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por protección porque nuestra vida estuvo en peligro.

-¿Hechos concretos?

-Muchos. Desde amenazas, robos a personas y oficinas. Contrató a una empresa de espionaje, Kroll, para que persiga y amedrente a los dirigentes. Mi hermano, Wilson Fajardo Mendoza, fue asesinado en 2004, torturado y baleado, una muerte salvaje. No tengo pruebas para confirmar que fue Chevron, pero tampoco diré que no fue, muchos estamos convencidos que creyeron que era yo y por eso lo mataron.

Vía judicial

-¿Cómo fue la vía judicial?

-Nuestro juicio lo comenzamos el 3 de noviembre de 1993 en la Corte Federal de Nueva York. En agosto de 2002 Chevron argumentó en la Corte que esos tribunales no tenían jurisdicción. Y dijo que debía ser tramitado en las cortes judiciales de Ecuador. Para eso Chevron presentó catorce afirmaciones de juristas ecuatorianos que hablaban maravillas del sistema judicial, lo presentaba como la mejor Justicia del mundo, proba y que garantizaba la transparencia. A todo esto, en 1999 Chevron suscribió en Estados Unidos un compromiso por escrito a someterse y respetar la Justicia de Ecuador. Los jueces de Nueva York ordenaron entonces que se someta a los jueces de Ecuador.

-¿La empresa quería a los jueces de Ecuador porque creía que podía influir sobre ellos?

-Así fue. En la década del 90 Chevron tuvo el control de los distintos gobiernos de Ecuador. Desde que comenzamos el juicio han pasado nueve presidentes. Los ocho gobiernos anteriores compartían la mesa con Chevron. Por eso Chevron pidió llevar el juicio donde los gobiernos le eran afines. Pero con Correa cambió esa relación, nunca se sentó a la mesa de la multinacional y simplemente dejó que la Justicia haga su trabajo.

-¿Cuál fue la reacción de Chevron ante la Justicia de Ecuador?

-Cuando comenzó el juicio en Ecuador, la misma Chevron dijo que esos tribunales no eran competentes. Increíble, pero real, ya que la misma empresa había exigido dejar los tribunales de Estados Unidos y litigar en Ecuador. El juicio siguió. Se recopilaron 215 mil fojas, 80 mil resultados químicos, la mayoría pagos por Chevron. 106 informes de peritos, expertos, de los cuales 60 fueron pagos por Chevron. La ley en Ecuador dice que cuando una parte pide un peritaje debe pagarlo. Todo eso es la prueba tremendamente fuerte en la que se fundamenta la sentencia. Hay prueba científicas y hechos reales.

-¿Cómo reaccionó Chevron con la sentencia?

-Chevron perdió el juicio. Y comenzó a atacar al Poder Judicial. Su argumento fue y es que se trata de una Justicia corrupta. Y no reconoce la sentencia.

-¿Cómo se calculó el dinero y para qué se lo utilizará?

-El juez calculó el costo de reparación de daños. Hay que dejar claro que no es una indemnización para particulares, no queremos plata para personas, sino para reparar, limpiar la tierra, el agua, el lugar. El fallo determinó cifras puntales, en base a estudios, para limpieza de suelos, ríos, salud, reparación social y cultural para pueblos indígenas. Y ordenó la creación de un fideicomiso para que se cumpla con cada monto a pagar en la reparación.

-La Justicia de primera y segunda instancia condenó a Chevron.

-Ganamos en las dos instancias. El 14 de febrero de 2011 se declaró a Chevron culpable por el delito de contaminación ambiental. Y se la condenó a pagar 8500 millones de dólares. Y obligada a pedir disculpas al pueblo de la amazonia. Si no pedía disculpas, el monto se duplicaba. Y no pidió disculpas. Debe pagar 19.000 millones de dólares.

-Pero Chevron apeló.

-Sí. Y la Cámara, ya segunda instancia, falló el 3 de enero de 2012 y ratificó la condena. En ese momento la sentencia se vuelve ejecutable. Chevron presentó un recurso extraordinario a la Corte Suprema de Ecuador, que no tiene plazos pero esperamos defina este año.

-Chevron dijo en algún momento que no contaminó, que fue Texaco, otra empresa. Y otro argumento es apuntar a la responsabilidad del Estado.

-Es un discurso muy barato. Chevron cada año en Estados Unidos hace su declaración de activos y pasivos. Chevron es Texaco. Lo reconoce ante la propia Justicia de Estados Unidos y Ecuador. Sobre la responsabilidad del Estado, en 1993 comenzamos el juicio. Lo hicimos por el daño ambiental que Texaco realizó, como única operadora durante 26 años. Es la responsable. Si mañana Shell causa daño en Argentina, quien deberá responder por ese daño será Shell, no el Estado argentino.

-¿Cuál es la relación de Chevron con el gobierno de Ecuador?

-Como Chevron no pudo influir sobre el Presidente (Rafael Correa), comenzó una campaña de desprestigio. Ha gastado más de 70 millones de dólares en lobby para castigar al Gobierno y al país, lobby con senadores de Estados Unidos para que no haya acuerdos comerciales con Ecuador.

-¿Por qué ustedes pidieron que se ejecute el embargo de 19.000 millones de dólares en otros países?

-Chevron retiró sus activos de Ecuador. Y con la sentencia ya ejecutable, hicimos uso de un convenio interamericano sobre reconocimientos de sentencias y medidas cautelares de trabar embargos. Basados en ese convenio, iniciamos el reconocimiento de sentencias en Canadá, Brasil, Colombia y Argentina.

-En primera y segunda instancia la Justicia argentina hizo lugar al embargo, pero en junio pasado la Corte Suprema, a pedido de la procuradora general, Alejandra Gils Carbó, falló a favor de la empresa. ¿Qué evaluación hacen del fallo de la Corte Suprema de Argentina?

-El fallo de la Corte Suprema de Argentina genera un mal precedente en América Latina. Evidentemente la Corte Suprema no estudió adecuadamente el fallo de Ecuador y por lo tanto cometió un grave error. Con esa decisión judicial se está generando que en el futuro todas las empresas que operan en la República Argentina tengan impunidad por cualquier delito que cometan. Todas las empresas operan con subsidiarias, y la Corte Suprema está liberando a las subsidiarias. Espero que luego de pocos años el pueblo de Neuquén no tenga que lamentar este error judicial, al no poder demandar a Chevron.

En Argentina

-¿Qué opina de la alianza Chevron-YPF?

-Creo que Chevron buscó desde el minuto uno chantajear al gobierno argentino con la promesa de inversión. Chevron no es una empresa seria, no quiere respetar las leyes de cada país. Los países tienen soberanía y libertad para negociar con quien crean conveniente. Pero en este caso, YPF ha escogido al socio más sucio para sus operaciones. Chevron es una de las empresas empresa más opaca y corrupta del mundo. Nos apena mucho al ver que YPF la empresa estatal argentina haya negociado con un delincuente.

-¿Usted tuvo contacto con Miguel Galuccio (presidente de YPF)?

-Le mandé una carta a Miguel Galuccio (presidente de YPF) con el claro compromiso de que no afectaríamos ninguna nueva inversión de Chevron en Argentina.

-Pero Galuccio defendió a Chevron y los acusó a ustedes de querer dañar a la Argentina.

-Sí. Su respuesta fue producto de la desinformación. Chevron ha llegado muy fácilmente a él. Le hemos pedido que nos reciba, queremos explicarles el caso y que le quede claro que no existe ningún riesgo para las nuevas inversiones de Chevron en Argentina. Pero sí exigimos, sujeto a la ley, el embargo de los activos que ya existen de Chevron en Argentina y en otros países.

-¿Le llama la atención que los grandes medios de comunicación de Argentina no cuenten lo que sucedió en Ecuador con Chevron?

-Creo que la prensa del mundo y de manera especial de América sigue en deuda con la amazonia y con la vida. Lamentablemente Chevron tiene dinero de sobra y con su dinero es capaz de sobornar a cientos de periodistas en el mundo. Ojala que eso no haya ocurrido en Argentina.

-En estos días se presenta en Argentina el acuerdo YPF-Chevron. Y en general se publica como una noticia positiva. ¿Qué le diría al pueblo de Argentina?

-Que estén atentos a las operaciones de Chevron. Que la ciudadanía exija al Gobierno transparencia en el contrato que se estará firmando. Cuando Chevron operó en Ecuador fue capaz de sobornar y corromper a cientos de funcionarios del Gobierno, recién hoy podemos conocer una parte de esos documentos. Ojalá que luego la población no se lamente de haberle abierto las puertas al socio más sucio de la industria petrolera.

-¿Creen que YPF y el Gobierno de Argentina no saben del pasado de Chevron?

-(Hace un silencio de unos segundos). No se puede negociar con una empresa que no respeta la ley (otro silencio). Argentina es un país muy fuerte, ojalá pueda hacer que Chevron no haga lo que hizo en Ecuador.

-Chevron se instalará en Neuquén, en parte en territorio del Pueblo Mapuche. ¿Puede repetir la historia de Ecuador?

-Temo que eso ocurra. Da pena que en pleno Siglo XXI se sacrifiquen vidas por petróleo. Queremos que el pueblo argentino pueda informarse, saber que la misma empresa que hoy está ingresando a su país, a su casa, acá cometió crímenes, humilló a la población, la maltrató constantemente, contaminó y causo muerte. Provocó mucho dolor. Y no queremos que eso se repita nunca más.

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