Pbro. Gabriel Martín Ghione
Homilía VI Domingo de Pascua
Amor y fidelidad
Estamos llegando al final del tiempo de pascua, la Palabra
nos abre el corazón para recibir el Don, el Espíritu Santo.
En el Evangelio de hoy Jesús nos recuerda que quien lo ama será
fiel a su Palabra. Esto me llevo a preguntarme ¿a quién le presento fidelidad?
¿Qué significa ser fiel?
Podemos definir la fidelidad como adhesión de toda la
persona a alguien o algo. En el término juvenil no ser fiel se asocia con ser
veleta, o sea, cambiar de rumbo según sople el viento. Jesús nos invita a ser
fiel a su palabra y no significa reducirnos a lo que él ha dicho sino a su
estilo de vida, a los valores propuestos. La Evangelii Nuntiandi nos habla de:
criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las
líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida basados
en el Evangelio. Podemos notar que aunque muchas veces la fidelidad lo
atribuimos al ejercicio de la sexualidad, es una palabra mucho más amplia que
en el contenido bíblico tiene un fuerte matiz de adorar al Dios verdadero
(Oseas)
Muchas veces creemos que nuestra fidelidad y amor son a Dios
pero dejamos anidar en nuestro corazón criterios anti-evangélicos o asumimos
solo aquellas enseñanzas de Jesús que no alteran mi orden de vida. El que se
enamora de Jesús desea ser fiel y cambiar aún aquellas cosas que le han
enseñado y van en contra de Su estilo de vida. No pensemos de una manera
simplista que en mí todo se ajusta al Evangelio: seguramente cuando coloquemos
nuestra relación con los demás a la luz de los valores del perdón, el servicio,
el no juzgar. O cuando colocamos nuestra relación con el dinero y los bienes a
la luz del Evangelio que nos enseña a compartir, no acumular, administrar conforme
al bien común. Podamos notar que necesitamos crecer aún más en esta fidelidad a
Jesús.
No te desalientes, no temás. El Espíritu viene en ayuda de
nuestra debilidad, el Espíritu abre nuevos horizontes, nos invita a ser más
generosos, abre nuestra mente al dialogo sincero, nos motiva a una mirada más
misericordiosa. El Espíritu nos invita a abandonar falsas seguridades, abrirnos
a la novedad de su acción y nos inspira una nueva mentalidad en conformidad con
los valores de Jesús.
Ser fieles a Jesús también significa ser fieles a la
comunidad, no cortarnos solos. Hay situaciones nuevas o nuevos modos que
necesitan un discernimiento comunitario. Como en la primera lectura se necesita
que todos hablen y presenten sus inquietudes, sin pre-juicios, sin análisis anticipados
y luego en comunión, siguiendo el Espíritu, marcar un camino, un rumbo. Ser
fieles a la comunidad es trabajar y seguir gestando una Iglesia comunión y
participación no solo en la doctrina sino en la práctica (praxis) de la
comunidad. Significa asumir y dejar asumir el compromiso evangelizador de todos
los bautizados. Implica abandonar todo modo de ejercer los servicios que no
ayuden a la comunión y dejar en evidencias las “caretas” de comunión.
El amor y fidelidad se necesitan mutuamente. El amor hace
fuerte a la fidelidad y este hace auténtico al amor. El amor de Dios nos hace
fiel a sus palabras y nos sumerge en el misterio de un amor que se hace
presente en nuestra propia persona. Dios no está lejos de nosotros porque ha
querido habitar en nosotros. Desde ese lugar nos invita a amar fielmente su
evangelio: a optar por los débiles, frágiles y pobres. A ser caritativos con
los que la sociedad excluye: enfermos y los presos. A dar el primer lugar a los
últimos y colocar en el centro a la persona humana. A trabajar en
común-unión. A fomentar una sociedad
justa, equitativa y solidaria.
Skipe: ghione.gabriel.martin
"Servidores de ustedes por amor de Jesús" 2 Cor 4,5
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