domingo, 12 de mayo de 2013


¿Nos apuntamos a la Oficina de Empleo de Jesús?
José Luis Cortés
Ciclo C


Comer bien, hacer ejercicio, visitar al médico y al psicólogo... pero una vida (resucitada) realizada necesita, bien lo sabemos hoy en día, de un trabajo estable que nos proporcione seguridad y autoestima.


El trabajo del cristiano es, naturalmente, "ser testigo" (DOMINGO: "Vosotros sois mis testigos"), 
incluso en circunstancias difíciles (LUNES: "En el mundo tendréis luchas"), 
pero estando siempre muy valorados y motivados en nuestra situación laboral (MARTES: "No os llamo siervos, sino amigos").


Nuestra ocupación específica consiste en hacer el mismo trabajo que Jesús llevó a cabo en su vida (MIÉRCOLES: "Como tú me enviaste, así yo los envío"), 
trabajando en equipo (JUEVES: "Que todos sean uno"), 
un equipo donde quien manda más es quien más ama (VIERNES: "¿Me amas tú más que estos?"), 
y que seguirá vivo y trabajando ("hasta que él venga: SÁBADO).


¿Nos apuntamos a la Oficina de Empleo de Jesús (un trabajo duro, pero que aporta muchas satisfacciones)?

Esta semana servirá para revisar cómo estamos desempeñando nuestro trabajo de testigos: ¿está contento nuestro jefe? ¿Y los compañeros? ¿Merecemos un ascenso?

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