sábado, 25 de mayo de 2013

Pbro. Gabriel Martín Ghione
Solemnidad de la Santísima Trinidad: 
Imagen y Semejanza de un Dios Trinitario

Celebramos hoy el misterio de la Santísima Trinidad, un misterio que más que explicar nos invita a amar, un misterio que nos invita a salir de nosotros y entregarnos a nuestros hermanos.

Dios es amor y cuando en nuestra vida experimentamos el amor, profundizamos en el conocimiento de Dios. Nuestra fe nos invita a descubrir que Dios no es un ser solitario y encerrado en sí mismo, es una comunidad de amor y relación que es capaz de salir de sí mismo para compartir ese amor.

Esta fe no nos deja indiferentes, nos impulsa a actuar a imagen y semejanza del Dios que nos ha creado y rescatado. La fe en Dios Trinidad nos invita a tomar en serio al otro, a vivir nuestra fe de manera comunitaria, a jugarnos por todo lo que implica ser comunidad-sociedad.

Dios tampoco es un ser monolítico o uniforme, es una común unión de personas que se distinguen, Dios es pluralidad de personas. La creación es plural, es diversa, es sumamente rica de manifestaciones. Ser humano creado a imagen de Dios es sumamente plural, en las diversidades culturales, étnicas, ideológicas, etc. Dios no ama la uniformidad sino la pluralidad, esa pluralidad que nos permite ser diferentes y no sentirnos amenazados, sino enriquecidos por el don del otro, del distinto. Dios en su pluralidad de personas es comunión de amor. Siendo diferentes pueden ser uno pero sin dejar de ser distintos. Dios nos enseña a amar al otro en cuanto “otro”, en cuanto distinto de mí. Hoy necesitamos mucho aprender amar de esta manera, porque si no somos capaces de amar al otro en cuanto distinto, significará que es un egoísmo y narcicismo encubierto, solo habrá amor auténtico cuando me puedo enriquecer y nutrir de la diversidad y la riqueza del otro.

Qué curioso, el Todopoderoso no es autosuficiente, manifiesta que su auténtica riqueza está en la diversidad de personas, en el aporte que cada una hace. Nosotros tomamos como algo negativo y nos sentimos menos, cuando el otro sabe algo que yo no sé, cuando puede enriquecerme con una tradición, cultura, costumbre, pensamiento, etc. El Dios Trinidad nos invita abrir el corazón y la mente.

Ojala en nuestra Patria y en nuestra Iglesia crezcamos en la capacidad de enriquecernos mutuamente, de permitirnos ser distintos y construir un proyecto de País juntos, de colaborar desde nuestras diferencias en gestación del Reino.


Skipe: ghione.gabriel.martin


"Servidores de ustedes por amor de Jesús" 2 Cor 4,5

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