Pbro. Juan Manuel González
EL
NACIMIENTO DE JESÚS (2, 1-21):
La inversión
de las inversiones
1)
La ORIGINALIDAD de este nacimiento
se hace patente si lo COMPARAMOS con
el de Juan bautista:
Ø
Este último nace
confortablemente en la casa del viejo Zacarías.
v
Los vecinos y
amigos acuden numerosos a visitarle (1, 58).
v
En toda la
montaña de Judá se habla del signo realizado el día de su circuncisión (1,
65-66).
Ø
Jesús nace en el
momento de un azaroso viaje impuesto por el decreto del emperador pagano.
v
Su madre se
encuentra sola, sin nadie que le ayude.
v
Ella sola debe
ocuparse de sus pañales,
v
la única cuna a
su disposición es un pesebre de animales.
v
Solamente algunos
pastores, gentes marginadas, vienen a visitar al niño.
2)
Esta miseria ofrece un CONTRASTE
revelador con el triunfal canto de los
ángeles:
Todo el ejército
celeste se encuentra allí con la gloria del Señor (v. 9).
Canta la gloria
de Dios y la paz que éste ofrece a los hombres,
reveladas ambas
en este niño miserable, cuya pobreza constituye un Signo (v. 12-14).
Su venida engendra
la buena noticia de la alegría mesiánica para todo el pueblo (v. 10).
3)
Se le designa con dos TÍTULOS DIVINOS
(v. 11):
Ø
Es «el salvador»:
v
Nombre atribuido
35 veces a Dios por la biblia griega, pero nunca al mesías;
v
ni Mateo ni
Marcos dan tampoco este título a Jesús;
v
por el contrario,
en el mundo helenístico es atribuido con frecuencia a los «dioses salvadores» y a los Césares
divinizados.
Ø
El título de «Cristo Señor» es también una auténtica
originalidad.
v
La biblia griega
hace del título «señor» la
traducción del nombre propio de Dios (YHWH).
v
Mateo (21, 3) Y
Marcos (11, 3) designan una sola vez a Jesús con este término;
v
Lucas lo hace 19 veces
en su evangelio y más de 40 en los Hechos (después de pascua, cuando su señorío
se ha manifestado ya).
4)
Si el ángel indica el nacimiento del
niño «EN LA CIUDAD DE DAVID»:
Ø
Lo hace sin duda
para señalar el cumplimiento de la profecía de Miqueas (5, 1), que veía en
Belén el lugar de los orígenes del mesías.
Ø
Se trata de un
mensaje angélico, de una palabra divina, que proclama quién es Jesús. Prepara todos los demás relatos del
evangelio en los que Jesús aparecerá como el salvador de los hombres y su señor.
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