Pbro. Jorge Trucco
NAVIDAD
DEL SEÑOR
NOCHE:
Is 9,1-6:
"Sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una
luz"
Tito
2,11-14:
"Es fuente de salvación para todos los hombres"
Lc 2,1-14:
"Hoy ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías, el Señor".
*
JESÚS: ¿Qué significado tiene para nosotros?... Para que no sea el gran
ausente.
Navidad
es un día para plantearse preguntas...
sobre Él y sobre nosotros.
Los
relatos bíblicos nos muestran que más
allá del nacimiento del niño está el significado
de este niño para el mundo (Jesús
nos muestra quién es Dios... y nosotros creemos que ya lo sabemos...). Este
acontecimiento cambió la manera de concebir la vida. El desafío de Navidad: depende de
nosotros los cristianos que Jesús siga siendo una realidad que pueda cambiar la
manera de concebir la vida o siga siendo algo comercial....
¿Es
que Jesús no tiene nada que aportar a los hombres del siglo XXI con sus luces y
sombras?
Desde
la pobreza del Pesebre todos son CONVOCADOS: pobres
pastores ignorantes y ricos sabios de oriente, judíos y paganos, cercanos y
lejanos, varones y mujeres, los que
llevan regalos y los que van a buscar... NAVIDAD ES LA FIESTA DE LA NO DISCRIMINACIÓN.
NAVIDAD:
Dios con nosotros para salvarnos... desde el éxodo al Dios de Jesús NOSOTROS = todos,
no manejable. En el A.T. “Dios Salvador”
era un concepto con fuerte acento político: Dios salva a los judíos en las
guerras con otros pueblos. La fe cristiana amplía este concepto: DIOS SALVA A
TODA LA HUMANIDAD. No es uno de tantos “salvadores”. Él está con nosotros para sanear de
raíz todos los males.... Salva el corazón, de las personas y de la
sociedad. NO DESDE AFUERA O DESDE ARRIBA, DESDE ADENTRO... DIOS NOS SALVA PERO NO LO HACE AL
MARGEN de nuestra LIBERTAD y de nuestra RESPONSABILIDAD. Los evangelios
subrayan la condición humilde del nacimiento de Jesús y señalan como condición
para ese nacimiento la aceptación
profunda y consciente por parte de José y de María, la lógica del actuar de
Dios sucediendo en un pueblo pobre y sencillo.
*
LOS CRISTIANOS: ¿Quiénes somos, qué buscamos, qué aportamos? En Navidad
celebramos a DIOS ENCARNADO. Y
nosotros: ¿no hicimos de la Iglesia un mundo aparte, cerrado, espiritualista y
autoritario?... Celebrar la Navidad es encarnarse en esta sociedad real que nos toca
vivir, así como hizo Jesús con la sociedad de su tiempo. Vivir una
Navidad argentina no puede consistir solamente en cantar villancicos criollos
sino en colaborar a un renacimiento
nacional, cuyo anuncio pueda hacerse
primero a los más pobres. Ese debería ser el aporte de los cristianos en
este tiempo del Bicentenario de la Nación.
Miremos
al Niño del Pesebre: tendrá que crecer..., que aprender,
que integrarse a su familia y a su pueblo; tendrá que trabajar, dejar su casa
para hablarle a la gente sobre cómo es y cómo actúa su Padre Dios; soportará
hambre, sed, será perseguido injustamente hasta que lo maten. Dios lo
resucitará. ASÍ ES COMO DIOS NOS SALVA.
MISA DEL DÍA
Is
52,7-10:
"Qué hermosos son los pasos del que trae la buena noticia".
Heb 1,1-6:
"Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de los
Profetas..., ahora, en este
tiempo final, nos habló por
medio de su Hijo".
Jn 1.1-18:
"Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros" "Nadie ha
visto jamás a Dios; el que lo ha revelado
es el Hijo único, que está en
el seno del Padre".
El
evangelio nos presenta dos elementos importantes para la vida del cristiano: la
Palabra y la Luz. Sus palabras de
vida eterna, como las describió Pedro, promueven
vida digna para todos los seres
humanos. Por medio de la Palabra somos iluminados y enviados a anunciar el
Evangelio a todos los pueblos. Jesús es esa Luz verdadera que ilumina a toda
persona. El vino al mundo, pero fue rechazado por los suyos y sigue siendo
rechazado hoy por los que no comparten su proyecto de vida (aunque se sigan
proclamando “suyos”…). Nuestra misión como seguidores de Jesús es la de ser
testigos de esa Palabra y luz del mundo, “ENCARNANDO” el Evangelio. Por eso
celebrar la Navidad no es solo un recuerdo, es luchar dentro de nuestros
pueblos y nuestras circunstancias para que la dignidad de hombres y mujeres sea
respetada, para que tengamos condiciones dignas de vida, y por hacer de nuestras
sociedades espacios más acordes al sueño de Dios, el Reino.
Navidad nos
señala una tarea que no solamente
ocupará todo este año que viene, sino que será el objetivo de toda nuestra
vida: SER NOSOTROS MISMOS.
Descubrir que los cristianos tenemos mucho para aportar en la construcción de
la sociedad. Y esto no es comercializable. Celebramos la certeza y la
esperanza de que DIOS ESTÁ CON NOSOTROS y NOSOTROS PODEMOS ESTAR CON DIOS.
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