sábado, 22 de diciembre de 2012


La Iglesia argentina responde a los saqueos






El presidente del Episcopado argentino, José María Arancedo, expresó preocupación por las situaciones que comprometen la paz y la equidad social, sobre todo por la realidad de cientos de miles de jóvenes que no estudian ni trabajan.

El arzobispo de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, aseguró que "en este contexto de Navidad no podemos dejar de pensar en las muchas situaciones que atentan contra la paz, y que son un signo de nuestra fragilidad social, cultural y política".

El prelado llamó la atención sobre la inseguridad, "el no respeto por la vida", la droga, la trata de personas, las afrentas a la dignidad del hombre y la mujer y "el silencio cínico".

También advirtió sobre la realidad "que hipoteca a muchos jóvenes que no estudian ni trabajan".

"Esto también compromete la paz y la equidad social", observó, quien agregó: "No alcanza con conocer estadísticas, si ellas no nos movilizan a tomar actitudes superadoras".

"Más allá de las justas diferencias los argentinos debemos encontrarnos en el marco de pertenencia de una madura amistad social y como miembros de una misma comunidad, superando la pequeñez de enfrentamientos que descalifican y no construyen", deseó el arzobispo.

"Es necesario generar contextos de encuentro, de respeto y de diálogo, que nos permitan dar respuesta a los verdaderos problemas que hacen al desarrollo integral del hombre", aseguró.

Por último, monseñor Arancedo rezó: "Señor, que al acercarnos al pesebre nos sintamos destinatarios de tu amor y protagonistas de tu mensaje para juntos construir una Patria de hermanos".

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