lunes, 5 de agosto de 2013

¿Qué ocultan los archivos secretos 
del Vaticano?





¿Qué esconde la Santa Sede? ¿Por qué hay documentos a los que sólo el Papa puede acceder? Los Archivos Secretos del Vaticano son una de las fuentes de conocimiento más vastas y menos públicas de hoy en día. Sus textos superan la cifra de 150.000 -puestos en hilera alcanzarían una distancia de 65 kilómetros- y en ellos hay actas, correspondencias y textos que datan del siglo VIII en adelante y que, según los amantes de las teorías conspirativas, podrían poner en jaque a la Iglesia Católica Apostólica Romana tal como la conocemos hoy en día.

¿Cuáles son los misterios más grandes que estarían ocultando?

LA MUERTE DE JUAN PABLO I

El 28 de septiembre de 1978, solo 33 días después de haber ocupado el cargo de Sumo Pontífice, Juan Pablo I fue encontrado sin vida en su habitación dentro del Vaticano. El parte oficial habló de un infarto agudo de miocardio producto de una mala dosis de un medicamento. Sin embargo, su médico negó esta versión ya que no le había recetado nada al Papa, aduciendo que tenía buena salud. Otro detalle es que quien lo encontró en su lecho, Sor Vicenza, aseguró que el cuerpo yacía en posición de reposo y con el rostro calmo, algo imposible de haber tenido un ataque cardíaco.

Quienes no quieren creer en la versión oficial, piensan que Juan Pablo I habría sido objeto de un atentado gestado entre la propia Iglesia y la mafia italiana, luego de que manifestara su intención de reorganizar el Banco Vaticano, en una lucha directa contra la mafia y la masonería. Lo cierto es que la investigación fue rápidamente clausurada y que a su resultado tan sólo el Papa de turno puede acceder.

EL ATENTADO A JUAN PABLO II

El 13 de mayo de 1981, Juan Pablo II sufrió un atentado a manos del terrorista turco Alí Agca. Dos años después, el Papa lo visitó en prisión y ambos tuvieron una charla de veinte minutos. De los temas conversados nunca se supo en detalle debido a que el Sumo Pontífice se limitó a declarar a los medios de prensa que ese era "un secreto que no le pertenecía y que debía respetar", o sea que consideraba al diálogo una confesión.

A raíz del secretismo se elaboraron numerosas suposiciones, dos de las cuales habrían sido confirmadas. Por un lado, Agca habría confesado quiénes fueron los autores intelectuales del hecho. Consultado al respecto tiempo después daría diferentes versiones: que se trató de un plan del servicio secreto búlgaro y de la KGB por el declarado anticomunismo del Papa; que la orden provino del propio Vaticano; y, actualmente, que fue a pedido del ayatolá iraní Jomeini.

Por otro lado, el secretario personal de Juan Pablo II monseñor Stanislaw Dziwisz señaló que Agca estaba solamente interesado en la tercera profecía de la Virgen de Fátima -la cual hablaría sobre el fin del mundo- y que el Papa se negó a hablar al respecto, diciendo que la verdad sería revelada a tiempo -hecho que ocurrió en el 2000, aunque varios se niegan a creer en la completitud de la revelación.

DOCUMENTOS PROHIBIDOS

Entre estos textos se encontrarían evangelios apócrifos -aquellos excluidos del canon de la Iglesia Católica-; investigaciones sobre las acusaciones de pederastía en la Curia; y documentos polémicos como los que se dice que encontró el historiador John Cornwell cuando pudo acceder a parte del archivo para hacer una biografía del Papa Pío XII, al que terminó vinculando con el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.

Por fuera de las especulaciones están quienes dicen que el término "secreto" (secretum) se debe a que en el siglo XV el mismo se utilizaba para definir a las personas o instituciones cercanas al príncipe, en este caso al Papa. por lo que la denominación expresaría que este es el archivo "personal" del Pontífice.

Otros se limitan a acotar que no es diferente a lo que ocultan otros países u organizaciones como la CIA, tan sólo que por ser el Vaticano se busca un halo de misticismo que en realidad no tiene.

(RD/Agencias)

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