39 años sin Frei Tito.
Las propias piedras han de gritar. Poesías y Cartas
Frei Tito. Memorial on-line
Adital
El Memorial Virtual Fray Tito (en portugués) es un espacio dedicado a uno de los mayores símbolos de la lucha por los derechos humanos y la democracia en América Latina y el Caribe. Cearense, hijo, hermano, fraile, activista, preso político, torturado, exiliado, mártir. Conocer la historia de Fray Tito es fundamental para entender las luchas políticas y sociales generadas en los últimos 40 años contra la tiranía de regímenes dictatoriales.
En este sitio ponemos a disposición documentos, fotos, testimonios, textos y otras informaciones sobre la vida de Tito de Alencar Lima, fraile dominico que colaboró con la lucha armada durante la dictadura militar en Brasil (1964-1984).
Este memorial es una iniciativa de ADITAL (Agencia de información Frei Tito para América Latina), que desde 2001 divulga por Internet la agenda social de América Latina y del Caribe. Al escoger la persona de Fray Tito para dar nombre a nuestra agencia, quisimos homenajear también a todos aquellos que defendieron la libertad, la dignidad humana y la vida – aunque fuese necesario sacrificar sus propias vidas por ese fin-. Ahora con este sitio, queremos mostrar que las luchas de Fray Tito están vivas, como en la época en que él vivió.
Ser indiferente no es más una opción válida hoy.
Agradecemos inmensamente a la familia de Fray Tito, a los frailes dominicos, a los investigadores y a todos aquellos que colaboraron para hacer que este memorial se convirtiese en una realidad.
Biografía
Tito de Alencar Lima nació en Fortaleza (CE) el día 14 de septiembre de 1945, hijo de Ildefonso Rodríguez Lima e Isaura Alencar Lima. Estudió con los padres jesuitas en el Colégio Santo Inácio, en Fortaleza. Participó en la Juventud Estudiantil Católica (JEC), sector juvenil de la Acción Católica. En 1963, fue elegido dirigente de la JEC para todo el Nordeste (desde el Estado de Maranhão hasta Bahía), con sede en Recife (PE), hacia donde se trasladó. En 1964 participó en las primeras asambleas y manifestaciones estudiantiles contra la dictadura que acababa de asaltar el poder en Brasil, mediante un golpe militar contra las instituciones democráticas.
Al inicio de 1966, ingresó como novicio de la Orden Dominica, en Belo Horizonte (MG). El 10 de febrero de 1967, hace la profesión de votos temporales y va a vivir en el Convento de Perdizes (SP) para estudiar filosofía en la Universidad de São Paulo (USP). En 1968 fue hecho prisionero durante el Congreso de la Unión Nacional de los Estudiantes (UNE), realizado clandestinamente en Ibiúna (SP), ocasión donde todos los congresistas fueron apresados. Conjuntamente con otros frailes, actuó en la red clandestina de apoyo a los militantes políticos, ayudando concretamente a proteger al líder comunista Carlos Marighella, jefe de la Alianza Libertadora Nacional (ALN).
En noviembre de 1969, fue arrestado nuevamente, acusado de subversión. Un año después Fray Tito fue sacado ilegalmente del presidio Tiradentes y torturado en forma interrumpida durante tres días por el delegado Paranhos Fleury, jefe del Departamento de Orden Política y Social (DOPS). En la prisión escribió sobre las torturas sufridas. El documento fue publicado en varios países; el impacto provocado por su testimonio lo transformó en un símbolo de la lucha por los derechos humanos.
En diciembre de 1970, fue incluido en la lista de los prisioneros políticos cuya liberación era exigida por el comando de la Vanguardia Popular Revolucionaria, como condición para liberar al secuestrado embajador suizo Giovani Enrico Bücke. Saliendo de la prisión, Tito es exiliado hacia Chile, gobernado en la época por Salvador Allende. En 1971, viaja a Italia, y seguidamente se establece en Francia, donde fue acogido por la comunidad dominica del convento L’Arbresle, en Lyon. Tito era perseguido constantemente por los recuerdos de las torturas sufridas en las cárceles de la dictadura, transformadas en insoportables pesadillas. El 10 de agosto de 1974, el cuerpo de Fray Tito fue encontrado colgado de un álamo, en un área próxima al convento. Solamente en marzo de 1983, con la apertura política, sus restos mortales pudieron ser traídos a Brasil, siendo acogidos solemnemente en la Catedral de São Paulo por la comunidad diocesana presidida por el Cardenal Arns. Hoy sus restos están sepultados en el Cementerio São João Batista en su Fortaleza natal.
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