Pbro. Jorge Trucco
EL FUEGO Y LA
PAZ
VIGÉSIMO DOMINGO
DURANTE EL AÑO
Jer 38,4-6.8-10:
"Lo tienen en sus manos, porque el rey ya no puede nada contra
ustedes"
Heb 12,1-4:
"Así no se dejarán abatir por el desaliento"
Lc 12,49-53:
"He venido a traer fuego sobre la tierra"
Fuego:
simbología relativa al final de
los tiempos (Jesús: fuego que quema la
mala hierba; ntros. fuego del infierno). Jesús relaciona: FUEGO, BAUTISMO Y ESPÍRITU:
Destrucción de un mundo viejo y pecador
e Inauguración de un mundo nuevo. Fuego por el que Jesús mismo tiene que
atravesar: BAUTISMO DE FUEGO; por eso se angustia su corazón. (No es
el fuego del amor y del entusiasmo; es el REINO DE DIOS que lleva en sí
mismo un elemento destructor del pecado, de toda estructura interna y
externa que oprime al hombre). Así, los cristianos tenemos que pasar por ese fuego, pero "todavía no
tuvieron que resistir hasta derramar la sangre" (2a.lect).
¿Qué
pasa cuando no está encendido ese fuego? Entonces el cristianismo no se vive
como una NOVEDAD, sino que convive con
estructuras que crean injusticias, hambre, violencia sobre los débiles... NO HAY FUEGO CUANDO TODO SIGUE IGUAL,
CON BAUTISMO O SIN BAUTISMO; CUANDO
CONFIRMACIÓN, EUCARISTÍA, MATRIMONIO NO SON MAS QUE ACTOS SOCIALES. Cuando
nos contentamos con repetir mecánicamente lo que ya nadie entiende ni a nadie
le interesa; cuando los cristianos nos quedamos inmóviles, entonces APAGAMOS
ESE FUEGO.
"No vine a traer paz, sino división": Muchas veces mal interpretando estas frases, se empuñaron las armas en nombre de
Cristo, o se quemó gente en la hoguera... No es cuestión de que repitamos
pecados del pasado. La frase expresa más bien la tensión que el mensaje de Jesús tiene que provocar en la sociedad.
- Desde el contexto
histórico de Jesús, la frase alude a
la familia Judía, que se dividió entre los que optaron por Jesús o contra
él. La novedad del Mensaje de Jesús dividió en dos la historia: antes y después
de Cristo.
- En un sentido
más universal, la frase nos manifiesta que el Reino de Dios es lo único Absoluto. Si en la humanidad queremos
lograr la UNIDAD UNIVERSAL tenemos que superar las relaciones basadas puramente
en los lazos de familia y de raza. Entender la propia familia, el propio país,
en la perspectiva del Reino. Nadie elige
nacer en tal o cual familia o país... pero el Reino de Dios sí requiere una
opción: o a favor o en contra: no hay neutralidad... la neutralidad es, en
definitiva, optar en contra....
HAY DOS TIPOS DE PAZ: “les doy la
paz, no como la da el mundo”; “les dejo
la paz, les doy mi paz”. La paz del “mundo” se basa en silenciar a los que
piensan distinto. Veamos el caso del Profeta Jeremías (1a.lect.): lo quieren
silenciar porque desmoraliza a los
hombres de guerra; los aduladores de siempre imponen su voluntad al rey.
La paz del “mundo” es el “no te metás”, “dejémoslo ahí”.
Es la “paz” de los poderosos impuesta a los débiles. Es la paz de la tibieza.
La paz “de Jesús” supone
un nuevo esquema de relacionarnos entre los seres humanos, que supere las
divisiones. La paz de Jesús supone la
valentía de mirar a todos como hermanos, también a los que piensan distinto.
También hacia adentro de la Iglesia necesitamos autocrítica, aún con el riesgo de que
caigan muchas fachadas. Todas las grandes reformas de la Iglesia, como el Concilio Vaticano II, como la novedad de Francisco, ponen en crisis cierta “paz cristiana”,
cierta “unidad” fundada en la rutina y en
el miedo.
Como profetas, los bautizados, deberíamos provocar esta
“división” que vino a traer Jesús, provocar la crisis que destruya esta FALSA PAZ que esconde formas hipócritas de
vivir el compromiso cristiano. Eso sería hacer lío.
¡Cuánto
necesitamos la “paz de Jesús”,
que es para todos. Cuánto necesitamos
ese FUEGO del Espíritu, que queme tantas
divisiones! No hay
alternativa: ¿DEJAMOS “TODO COMO ESTÁ”,
PARA MANTENER LA “PAZ DEL MUNDO”; O DE
VERDAD OPTAMOS POR JESÚS Y SU MENSAJE DEL REINO DE DIOS PARA TODOS EMPEZANDO POR LOS POBRES,
OLVIDADOS Y ALEJADOS?
Un viejo cacique de una tribu estaba teniendo una
charla, con sus nietos, acerca de la vida. Los niños querían saber sobre muchas
cosas; cómo ser buenas personas, por qué había personas malas, por qué tenían
intenciones no muy buenas, etc. Él les dijo: "Una gran pelea está
ocurriendo dentro de mi; es entre dos lobos. Uno de los lobos es maldad, temor,
ira, envidia, dolor, rencor, avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento,
inferioridad, mentiras, orgullo, competencia, superioridad, egolatría. El otro
es bondad, alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, dulzura, generosidad,
benevolencia, amistad, empatía, verdad, compasión, y fe. Esta misma pelea está
ocurriendo dentro de ustedes también, y dentro de casi todos los seres de la
tierra." Lo pensaron por un minuto, y uno de los niños le preguntó a su
abuelo: "¿Cuál de los lobos ganará?" Y el viejo cacique respondió,
“simplemente... el que alimentes". ¿Qué
lobo estamos alimentando?
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