miércoles, 14 de agosto de 2013

Pbro. Jorge Trucco
EL FUEGO Y LA PAZ
VIGÉSIMO DOMINGO DURANTE EL AÑO

Jer 38,4-6.8-10
"Lo tienen en sus manos, porque el rey ya no puede nada contra ustedes"
Heb 12,1-4
"Así no se dejarán abatir por el desaliento"
Lc 12,49-53
"He venido a traer fuego sobre la tierra"

Fuego:  simbología  relativa al final de los tiempos  (Jesús: fuego que quema la mala hierba; ntros. fuego del infierno). Jesús relaciona: FUEGO, BAUTISMO Y ESPÍRITU: Destrucción de un mundo viejo y pecador e Inauguración de un mundo nuevo. Fuego por el que Jesús mismo tiene que atravesar: BAUTISMO DE FUEGO; por eso se angustia su corazón. (No es el fuego del amor y del entusiasmo; es el REINO DE DIOS que lleva en sí mismo un elemento destructor del pecado, de toda estructura interna y externa que oprime al hombre). Así, los cristianos tenemos que  pasar por ese fuego, pero "todavía no tuvieron que resistir hasta derramar la sangre" (2a.lect).

            ¿Qué pasa cuando no está encendido ese fuego? Entonces el cristianismo no se vive como una NOVEDAD, sino que convive con estructuras que crean injusticias, hambre, violencia sobre los débiles... NO HAY FUEGO CUANDO TODO SIGUE IGUAL, CON  BAUTISMO O SIN BAUTISMO; CUANDO CONFIRMACIÓN, EUCARISTÍA, MATRIMONIO NO SON MAS QUE ACTOS SOCIALES. Cuando nos contentamos con repetir mecánicamente lo que ya nadie entiende ni a nadie le interesa; cuando los cristianos nos quedamos inmóviles, entonces APAGAMOS ESE FUEGO.

"No vine a traer paz, sino división": Muchas veces mal interpretando estas  frases, se empuñaron las armas en nombre de Cristo, o se quemó gente en la hoguera... No es cuestión de que repitamos pecados del pasado. La frase expresa más bien la tensión que el mensaje de Jesús tiene que provocar en la sociedad.
-  Desde el contexto histórico de Jesús, la frase alude a la familia Judía, que se dividió entre los que optaron por Jesús o contra él. La novedad del Mensaje de Jesús dividió en dos la historia: antes y después de Cristo.
-   En un sentido más universal, la frase nos manifiesta que el Reino de Dios es lo único Absoluto. Si en la humanidad queremos lograr la UNIDAD UNIVERSAL tenemos que superar las relaciones basadas puramente en los lazos de familia y de raza. Entender la propia familia, el propio país, en la perspectiva del Reino. Nadie elige nacer en tal o cual familia o país... pero el Reino de Dios sí requiere una opción: o a favor o en contra: no hay neutralidad... la  neutralidad es, en definitiva, optar en contra....

HAY DOS TIPOS DE PAZ: “les doy la paz, no como la da el mundo”;  “les dejo la paz, les doy mi paz”. La paz del “mundo” se basa en silenciar a los que piensan distinto. Veamos el caso del Profeta Jeremías (1a.lect.): lo quieren silenciar porque desmoraliza a los hombres de guerra; los aduladores de siempre imponen su voluntad al rey.
La paz del “mundo” es el “no te metás”, “dejémoslo ahí”. Es la “paz” de los poderosos impuesta a los débiles. Es la paz de la tibieza.
La paz “de Jesús” supone un nuevo esquema de relacionarnos entre los seres humanos, que supere las divisiones. La paz de Jesús supone la valentía de mirar a todos como hermanos, también a los que piensan distinto.

También hacia adentro de la Iglesia necesitamos autocrítica, aún con el riesgo de que caigan muchas fachadas. Todas las grandes reformas de la Iglesia, como el Concilio Vaticano II, como la novedad de Francisco, ponen en crisis cierta “paz cristiana”, cierta “unidad” fundada en la rutina y en  el miedo.

Como profetas, los bautizados, deberíamos provocar esta “división” que vino a traer Jesús, provocar la crisis que destruya esta FALSA PAZ que esconde formas hipócritas de vivir el compromiso cristiano. Eso sería hacer lío.

¡Cuánto  necesitamos  la “paz de Jesús”, que es para todos. Cuánto necesitamos ese FUEGO del Espíritu, que queme tantas  divisiones!  No hay alternativa: ¿DEJAMOS “TODO COMO ESTÁ”, PARA MANTENER LA “PAZ DEL MUNDO”;  O DE VERDAD OPTAMOS POR JESÚS Y SU MENSAJE DEL REINO DE  DIOS PARA TODOS EMPEZANDO POR LOS POBRES, OLVIDADOS Y ALEJADOS?


Un viejo cacique de una tribu estaba teniendo una charla, con sus nietos, acerca de la vida. Los niños querían saber sobre muchas cosas; cómo ser buenas personas, por qué había personas malas, por qué tenían intenciones no muy buenas, etc. Él les dijo: "Una gran pelea está ocurriendo dentro de mi; es entre dos lobos. Uno de los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor, avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, competencia, superioridad, egolatría. El otro es bondad, alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, dulzura, generosidad, benevolencia, amistad, empatía, verdad, compasión, y fe. Esta misma pelea está ocurriendo dentro de ustedes también, y dentro de casi todos los seres de la tierra." Lo pensaron por un minuto, y uno de los niños le preguntó a su abuelo: "¿Cuál de los lobos ganará?" Y el viejo cacique respondió, “simplemente... el que alimentes". ¿Qué lobo estamos alimentando?

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