miércoles, 11 de julio de 2012



Libro-homenaje al teólogo Andrés Torres Queiruga en la editorial Galaxia


Manuel Caamaño y Pedro Castelao

"Repensar a Teoloxía. Recuperar o Cristianismo" (Galaxia) es fruto de un trabajo colectivo que, sin embargo, responde a una única y misma intención: homenajear el teólogo y filósofo Andrés Torres Queiruga, agradeciéndole la entrega de toda una vida a la creación de una obra viva, sugestiva y útil en el campo de un pensamiento universal, que nunca dejó de ser gallego.

Esta obra tiene su origen en una iniciativa concreta de la Asociación Encrucillada, desenvuelta en el mes de octubre de 2010. En ese año se cumplieron cinco lustros desde que la Asociación Encrucillada comenzó a celebrar su "Foro Religión y Cultura en Galicia", en los meses de octubre o noviembre. En estos foros abordamos siempre diferentes temas relacionados con la cultura y la teología encarnadas en nuestra tierra. Como digo, en el año 2010 el Foro llegó a la XXV edición.

En feliz coincidencia, Andrés Torres Queiruga -antiguo director de la revista Encrucillada y actual presidente de la asociación del mismo nombre- ha alcanzado, también en ese año, la edad de su jubilación académica. Por este doble motivo, decidimos que este foro del año 2010 se convirtiera en unas Jornadas de Teología de tres días de duración.

El lema de las jornadas fue Repensar la teología. Recuperar el cristianismo. "Repensar" y "recuperar" son dos palabras especialmente queridas por el profesor Torres Queiruga, de suerte que ocupan un destacado lugar en los principales títulos de sus obras más conocidas. La "teología", la filosofía y el "cristianismo" son las dos grandes preocupaciones del autor en su estrecha relación y, al mismo tiempo, en su fundamental diferencia.

No es lo mismo la fe cristiana que las teologías que intentan hacerla significativa. Al mismo tiempo, la teología -como logos- no puede subsistir sin la fe vivida y experimentada en la plural vida de la Iglesia. Sin duda, la obra filosófica y teológica de Andrés Torres Queiruga es suficientemente amplia y significativa como para merecer un análisis detenido, hecho con seriedad y rigor.

A los invitados e invitadas a estas jornadas les hemos propuesto hablar sobre un determinado tema filosófico o teológico, teniendo en cuenta el pensamiento del profesor Queiruga en esa respectiva cuestión. Pensamos que tener en cuenta un pensamiento significa estudiarlo, comprenderlo, valorarlo, señalar sus límites, pero también sus aciertos. Se trata de destacar los aspectos nuevos y mostrar, si hay lugar, su relación con la tradición en la que se sitúa.

Significa, en definitiva, pensar conjuntamente con el autor y con la máxima libertad crítica, pero desde una seria consideración de sus propuestas. Significa dialogar con él, asentir y disentir, mirando al mismo tiempo a la cuestión concreta tratando de avanzar en su profundización.

Para hacer todo eso contamos en las Jornadas de Teología, celebradas en Santiago de Compostela entre los días 28 y 30 de octubre, con los profesores Xosé Luís Barreiro Barreiro, João Vila-Chã, Miguel García-Baró, João Duque, Engracia Vidal Estévez, Xesús Ferro Ruibal, Santiago Madrigal Terrazas, Alfonso Novo Cid-Fuentes, Victorino Pérez Prieto, Afonso Maria Ligorio Soares, Giovanni Ferretti, Pedro Castelao, Gloria Viero, Juan Martín Velasco, María Pilar Wirtz Molezún, Ferdinando Sudati y el propio Andrés Torres Queiruga.

Unas palabras del Rector Magnífico de la Universidad de Santiago de Compostela, D. Juan J. Casares Long, así como las del decano de la Facultad de Filosofía, D. Luis G. Soto, inauguraron un evento de muy feliz recuerdo.

Sin embargo, lo que aquí publicamos incluye todas las ponencias leídas en las Jornadas -excepto la del prof. Miguel García-Baró- así como otras colaboraciones de otros autores que, gustosamente, aceptaron sumarse al homenaje a Torres Queiruga. Puede consultarse el índice final de autores para ver completa la lista de todos ellos.

Las palabras de agradecimiento del autor homenajeado -pronunciadas cómo cierre de las Jornadas de Teología en la tarde del día 30 de octubre de 2010- abren una introducción en la que también incluimos una entrevista que el franciscano Ángel Darío Carrero le hizo a Torres Queiruga. Su carácter complexivo, así como el tono rápido y ágil, convierten esta entrevista en una excelente forma de acercarse a los puntos nucleares del pensamiento del autor, que más adelante serán expuestos, analizados y discutidos. El carácter biográfico de las primeras palabras los acercan a los años de formación y consolidación de la persona de Torres Queiruga en sus planos tanto académico como vital.

A continuación publicamos las ponencias de las Jornadas de Teología en el mismo orden en que fueron programadas. Baste señalar los temas teológicos que tratan, para que se pueda ver, con un simple golpe de vista, tanto su secuencia orgánica, como su importancia teológica: filosofía, saudade, mal y teodicea, revelación, enraizamiento en Galicia, poder y democracia, infierno, carácter personal de Dios, diálogo interreligioso, resurrección, creación y salvación, feminismo, oración, espiritualidad, pecado y perdón.

Casi todos los autores se ajustaron acertadamente al encargo recibido y, después de exponer el pensamiento de Torres Queiruga sobre lo tema en tela de juicio, hicieron un bonito ejercicio de diálogo intelectual poniendo cuestiones y formulando desafíos comunes.

Añadimos, después, otros estudios que tratan cuestiones también nucleares de la teología sistemática que, por razones de tiempo y de espacio, no pudieron tener cabida en el limitado marco de las Jornadas. Aquí se recogen interesantes reflexiones sobre algunos temas que, a pesar de haber sido tratados ya en las ponencias anteriores, ofrecen perspectivas y opiniones nuevas y sugestivas. Otros, por su parte, tratan dimensiones de la obra de Torres Queiruga que vienen a completar muy bien aspectos que tampoco pudieron ser atendidos dentro de las Jornadas.

Un tercer grupo de escritos se agrupa en torno la cuestiones que afectan decididamente a la relación entre Religión y Cultura. En él incluimos escritos que piensan temas situados en la frontera de la teología en su relación, tanto con otras disciplinas académicas, como con la misma realidad social.

El grupo de escritos final centra su atención no tanto en la obra del autor, cuanto en su persona. O mejor dicho, en la huella que su persona -inseparable de su obra y viceversa- dejó en la vida o en el pensamiento de los autores que quisieron dejar constancia escrita de esa influencia. En este grupo de escritos el tono adquiere los tintes propios del testimonio personal y la confidencia amistosa. Por razones obvias, son también más breves. Pero lo que ahorran en espacio lo gastan cumplidamente en intensidad cordial.

El libro remata con la respuesta de Andrés Torres Queiruga. Con un sentimiento de agradecimiento sincero que, sin embargo, no le resta a más mínima capacidad de reaccionar a las críticas que le son dirigidas, Torres Queiruga pasa revista a todos y cada uno de los escritos antes mencionados, señalando convergencias que agradece y mostrando diferencias que razona. Para todos tiene buenas palabras y a todos escuchó o leyó con respeto e interés. Sin embargo, a todos les dice lo que verdaderamente piensa sobre la lectura que hicieron de su obra. Cuando la coincidencia es mayor, las palabras son más breves. Cuando la divergencia aparece, el diálogo se extiende buscando razones, explicaciones, aclaraciones, que muestran tanto su atenta acogida de las ideas diferentes, como la clarificación en el planteamiento de las suyas.

Al índice de autores, sigue una tabula gratulatoria donde se pueden leer los nombres de mucha gente que, queriendo sumarse al homenaje, ofrecen constancia pública de su amistad con el autor homenajeado.

El resultado final de todo este esfuerzo es al lector a quien toca juzgarlo. Por nuestra parte no nos resta más que agradecer a la Universidad de Santiago de Compostela la colaboración prestada, así como a todos los miembros de Encrucillada que, como siempre de manera absolutamente desinteresada, prestaron tiempo y trabajo en la gestión de todos los pormenores.

No pudiendo nombrar explícitamente la todos, se entenderá que, de modo metonímico, señalemos la ingente labor de gestión y coordinación de Marisa Vidal Collazo -secretaria de la revista- y de Xosé Manuel Pensado -tesorero- así como la colaboración de Arantxa Serantes López, Manuel Regal Ledo, María Xosé Cancelo Baquero y Manuel García Villasenín. Con todo, lo más importante que debemos subrayar es que, más allá de la contribución de cada uno y cada una -e insisto en que la lista se podría alargar mucho más- lo decisivo ha sido que todos hemos colaborado gustosamente en un trabajo de común agradecimiento a la figura de un hombre consagrado a repensar la teología y a recuperar el cristianismo.

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