El Evangelio del domingo
termina diciendo (Mc.6,34)
καὶ ἤρξατο διδάσκειν αὐτοὺς πολλά.
(y comenzó a enseñarles mucho-insistentemente-largamente).
Tal vez la gente buscara pan,
pero Jesús creyó
que la poesía es más necesaria que el pan
y por ello se
puso a “enseñarles con muchas palabras-parábolas”.
Pero hoy muchos se
preguntan para qué sirven
las palabras,
las profecías,
las poesías,
las
parábolas, etc.
Vaya como sugerencia el poema de un Guatemalco:
Julio Fausto
Aguilera (*):
La batalla del verso (1)
Con un verso,
es verdad,
no votas a un
tirano.
Con un verso no llevas pan y techo
al niño vagabundo,
no llevas
medicinas
al campesino
enfermo.
Sobre todo, no
puedes
hacerlo ahora
mismo.
Pero... Vamos a
ver:
Un verso
bien nacido y
vigoroso,
y otro más
encendido,
y otro más
desvelo,
y otro verso más
fuerte y más veraz,
le dan vida
a un sueño que
recogieron tierno,
y ese sueño de
muchos, ya nutrido,
se vuelve una conciencia,
y esa conciencia,
una pasión, un ansia...
Hasta que un día,
todo
-sueño,
conciencia, anhelo-,
compacto se
organiza...
y entonces
viene el grito,
y el puño,
y la conquista...
En la efigie de la
conquista brilla una diadema:
el verso.
el verso.
___________
(1) Del libro 'Poemas fidedignos',
febrero de 1967.
No hay comentarios:
Publicar un comentario