domingo, 5 de enero de 2014

CARTA A LOS REYES MAGOS
FERNANDO ALMANSA


Queridos Reyes Magos, como todos los años he tratado de ser bueno, aunque no sé si lo he conseguido. En todo caso os pido que me traigáis muchas cosas, porque vosotros sí sois buenos.

En primer lugar os pido que ya dejéis de ser Reyes, porque sobran reyes y príncipes vagos y moralistas en el mundo. Sobran casas Reales que no son reales. Monarcas que representan un esquema absolutista, machista y patriarcal de sociedades inmaduras y obsoletas. Reyes cazadores y militares, con armas a cuestas todo el día.

Queridos magos, os pido que abdiquéis de vuestra condición real, que en todo caso algún día alguien os atribuyó malintencionadamente, pues nada de real os atribuyen los evangelios.

Queridos magos de oriente, también os pido que renunciéis a vuestra magia  fantástica para quedaros en simple hombres; hombres humildes que fueron a adorar a un niño pobre de un suburbio, de una cueva. Hombres inteligentes y sabios, que supieron ver más allá del resplandor de las estrellas, para interpretar un mensaje de radical revolución y cambo social.  Así que con vuestro permiso os llamaré simplemente hermanos Gaspar Melchor y Baltasar, ni reyes, ni magos.

Queridos Hermanos Gaspar, Melchor y Baltasar, os pido que sigáis dando prioridad a lo más pequeño: a los niños, que son lo más grande de nuestra sociedad. A los pobres, que son el exponente máximo de nuestra miseria social y de nuestro deber moral de construir una sociedad mejor a partir de la lucha diaria por la justicia social.

Queridos hermanos, dejadme que os llame también hermanas, no es que crea que no tenéis el sexo bien definido, es que estoy seguro de que en el portal de Belén además de vosotros y los pastores, hubo una multitud enorme de mujeres que asistieron al parto, cuidaron del niño y de María, y probablemente dejaron  fuera de la cueva a José. Mi querido José siempre tan silenciado, tan observador, y humilde. Todas estas mujeres que no salen en las primeras escenas del Belén, pero saldrán en los momentos de la  muerte en cruz de este niño y en su posterior resurrección, seguro que estaban allí y como vosotros  y con vosotros Gaspar, Melchor y Baltasar, hubo muchas mujeres.

Queridas hermanas, os pido también que como cantaba Isabel a María, en este nuevo año que empieza se derribe a los poderosos, a los chorizos, a los políticos deshonestos, a los mentirosos institucionalizados, a los obispos infieles, a los presidentes ineptos, a los banqueros ladrones, a los injustos directivos, y a toda la escoria que flota en lo más alto de la sociedad. Y en cambio los humildes, los que sufren la crisis, el desalojo, los desahucios, el paro, la guerra, el hambre, la migración forzosa, triunfen en la revolución de la justicia que ya no puede esperar más.

Por último hermanos y hermanas me pido, os pido que caigamos en la cuenta que no hay reyes, ni magos, que somos todos y cada uno de nosotros los que hacemos la magia y los que administramos la justicia, con nuestras obras de cada día.

Queridos Reyes Magos, os prometo que el año que viene seré mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario