Viene el Año Nuevo de Jesús en la patera
Xabie Pikaza
Decimos a.D. (Año del Dominus, Cristo), y d.C. (después de Cristo) o a.C. (año común o de Cristo), aunque hay otras eras y cómputos del tiempo, como la judía o musulmana, la maya o la de china. Pero estamos en occidente y, de un modo casi universal, celebramos hoy (1.1.2015) el comienzo del Año Solar, que es también Año de Cristo.
Que el 2015 sea el año de la Madre María, mujer africana, que nos trae el gran regalo de su Hijo (una Estrella, una promesa), con José (patriarca también africaco), en la patera de la muerte convertida en Barca de la Vida (como supone Mt 1-2, donde se dice que Jesús fue a Egipto a celebrar la primera Navidad).
El gran occidente de los rascacielos no tiene no tiene ningún regalo de verdad para ese Niño del Año Nuevo... Son ellos, María y José, los africanos con el Niño, los que pueden traernos en su Barca el gran regalo de un Año Nuevo, el Niño que es promesa de vida. Así celebra la liturgia católica (1.1.2015) esta fiesta de Santa María del Año Nuevo.
Desde ese fondo trataré en esta postal los años que pasan y del año de Cristo, que queda, con la Madre de la Barca y el Padre del cayado
Ésta es una fiesta universal, del Nuevo Año Solar, que en el hemisferio norte coincide con el solsticio de invierno, se ha celebrado desde antiguo en casi todos los pueblos. Es la fiesta del Sol que se renueva y vuelve a recorrer su giro celeste cada año, tras haber descendido sobre el horizonte. El sol vuelve a nacer (a subir, a calentar más) y es de sabios y de agradecidos celebrarlo. En ese sentido, ésta es una fiesta cósmica, pagana.
Para los cristianos, esta fiesta del Sol que re-nace cada año es signo del Nacimiento de Cristo, que ha venido y sigue viniendo, en la Barca de Dios, traído por María y José, para alumbrar a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte... (Lc 1, 78). Nosotros, los hombres de los grandes rascacielos, necesitamos el don de la vida, que nos ofrecen los Tres de esta Barca. Ellos, los pobres del mundo, nos traen la gran riqueza de Dios que es la vida. Una vez más, la Navidad empieza por África, como fue al comienzo de la vida humana.
En la imagen aparece el Cristo de la Patera de Belén, con José y María. Ellos mismos son (ellos trae) el signo/estrella de los Reyes de Verdad, Justicia y Comunión a todos los pueblos, de manera que podamos celebrar ya el 2015 como Año de la Vida de Dios y de los hombres en la tierra. La imagen proviene de ACO. Baix Llobregat FB. Felicidades a quien la ha pintado (¡gracias autor!) y a todos los que sigan leyendo, y a todos los que tendrán la gracia de vivir a lo largo de este Año de Graca 2015.
Los cristianos antiguos separaron los dos días
José y María nos traen desde África el Año Nuevo, vinculado al Nuevo Sol en el Solsticio del hemisferio norte, pero "encarnado" en Jesús. En principio era una sola fiesta (toda una semana, del 25.12 al 1.1... Pero los cristianos la dividieron en Dios:
(a) Celebraron primero el Nacimiento de Jesús (25, 12), al comienzo de la Gran Semana, el día “aproximado” del solsticio de invierno.
(b) Celebraron la octava del Nacimiento de Jesús (1,1) como nacimiento del año del sol y dedican este día a la memoria de Santa María, “la madre humana del Sol que nace de lo alto”.
Estas fiestas han sido ajustadas cuidadosamente, a partir del calendario romano (llamado Juliano, por estar patrocinado por Julio César), que fue actualizado por el Papa Gregorio XIII, el año 1582, por causas astronómicas (se habían desajustado los días del año) y, sobre todo, por causas litúrgicas (para que la Navidad cayera en el Solsticio de Invierno y la pascua en el equinoccio de la primavera).
Con esta reflexión quiero felicitar a todos los amigos y lectores de mi blog, por el nuevo año solar, que en nuestro cómputo es el 2015 del nacimiento de Cristo, que habría sucedido el año “0”, aunque en realidad el nació hacia el 6. a.C. (Dionisio el Exiguo, buen monje, pero mal historiador calculó mal la fecha…), de manera que hoy deberíamos estar ya en el 2021.
Esta postal se divide en dos partes. La primera ofrece una reflexión sobre el ritmo anual de la vida. La segunda comenta el texto básico de la liturgia cristiana del 1 de Enero, el mes que abre la puerta (ianua): Gal 4.
Para seguir leyendo:
http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2014/12/31/la-barca-de-la-navidad-1
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