viernes, 16 de enero de 2015

Samuel, voz de juicio y cambio en la noche del templo

Xabier Pikaza


Domingo 2, tiempo ordinario. Ciclo B. 
1 Sam 13; Juan 1, 35-42.

El texto del evangelio es muy bello, pero hoy quiero comentar la historia de la "vocación" de Samuel, con el juicio de Helí (=Elí), sacerdote.

La liturgia del día sólo cita una parte del texto (1 Sam 3,3b-10.19), y de esa forma mutila su sentido, entendiéndolo como escena piadosa de oración de un niño, pero el texto entero es más hondo y actual: ofrece, con la oración emocionada del niño/joven, el juicio y condena de una familia de “sacerdotes oficiales” que asumieron el poder para dominar al pueblo. Éstos son los dos o tres temas de nuestra historia:
-- Es la historia de Elí, con la caída de una fuerte dinastía de sacerdotes y políticos de Silo, que habían convertido su servicio en imposición sobre los pobres. En el fondo del pasaje hay otros matices, como el intento de explicar la "caída" sacral de Silo y la elevación de Jerusalén (que deberían matizarse históricamente), pero aquí sólo quiero recoger lo que dice actualmente el texto.

-- Es la historia de Samuel,el niño/joven que aprende a escuchar y actuar como profeta, para anunciar que Dios destruirá a los políticos/sacerdotes, iniciando un tiempo nuevo de palabra y salvación, precisamente desde ellos, desde los niños/jóvenes que escuchan de verdad la palabra de Dios. Volver a la Palabra de Dios, por encima de los poderes instituidos; éste es el mensaje del texto.

Este es un pasaje emocionante y durísimo; un idilio de ternura y un prodigio de dureza: Tiene que morir esta familia de antiguos sacerdotes de templo oficial (estos políticos, estos dictadores religiosos) para que empiece un tiempo de nuevos profetas, que escuchen de nuevo la gran Palabra de Dios.

Por eso quiero comentar el texto entero (1 Sam 3, 1-21). Evidentemente, tiene otros matices místicos, poéticos, sociales y religiosos, pero aquí me centro en la relación entre Elí/Samuel y Dios. No hará falta decir que este pasaje puede y debe aplicarse (sin gran esfuerzo) a nuestra situación, en la Iglesia y el mundo. Dejo las conclusiones para los lectores; buen fin de semana a todos ellos.

Para seguir leyendo:
http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2015/01/16/domingo-18-1-09-nino-samuel-un-profeta-e

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