miércoles, 21 de enero de 2015

Blasfemia y libertad: 

Entre el "humor" y el fusil

Xabier Pikaza


Un famoso poeta del XIX evocaba la tragedia antigua: "Oigo patria tu aflicción / y escucho en triste lamento / que forman tocando a muerto / la campana y el cañón" (B. López Garcia, 1838-1870).
Ahora, en el XXI,estamos ante el lamento de las viñetas satíricas y de las metralletas... Como habrá adivinado el lector me refiero a la revista de humor satírico Charlie-Hebdo y al asesinato de sus redactores.

Presenté el 17.01 una postal sobre el tema (Entre “blasfemia y asesinato” ¿Todos somos Charlie?
-- Por una parte defendía y defiendo el derecho a la libertad, garantizada por la Ilustración racional y la democracia de occidente.
-- Por otra parte opinaba que en otro nivel muy distinto las viñetas de Ch.H. parecían al menos poco adecuadas en un contexto de diálogo de culturas y de religiones.

http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2015/01/17/p363234#more363234) y en ella mostraba en ella mi perplejidad ante unos hechos que resultan difíciles de explicar y razonar:
Sigo pensando lo mismo, aunque J. I. Calleja ha entrado en mi postal con unos comentarios, y con toda razón, que debemos distinguir el plano legal, definido y delimitado por las leyes de los estados (que abren un espacio para que Ch.H. pueda publicar sus caricaturas, y el plano ético, en el que quizá ellas pueden y deber ser criticadas.
Admito gustoso la aclaración o rectificación de J. I Calleja, y así vuelvo a publicar los números centrales de mi “propuesta” de entonces, con sus valiosos comentarios, presentando a continuación algunos comentarios de los cientos que se cruzaron esos días en mi Facebook.
Para situar quizá mejor el tema, me atreve a presentar algunas consideraciones, que pueden ser marginales, pero que resultan importantes en esta discusión:
1. Ratifico el valor “vinculante” de las leyes como espacio abierto al diálogo entre todos (para todos), distintos unos de otros, en libertad, pero con dos anotaciones marginales:
(a) Quiero que las leyes mejoren (¡mucho!) y se acerquen en lo posible al ideal ético, en contra de lo que ha sucedido y sucede en muchos espacios económico/sociales de la actualidad, en los que la ley no expresa la "autoridad de la razón", sino la sin-razón de la prepotencia de algunos.
(b) Quiero que puedan pactarse unas leyes universales (en línea supra-estatal, como deseaban los ilustrados), por encima de naciones, religiones y culturas (pero no para destruirlas, sino para defenderlas, como ha puesto de relieve el prof. L.F, es decir, Lucio Florio, en mi facebook).

2. Como heredero de una tradición cristiana e ilustrada, pienso que un tipo de caricaturas son no sólo “legales”, sino que hacen mucho bien, pues nos enseñan a ver el otro lado de las cosas. Sin un tipo de “humor” la vida sería inviable; sólo quien es capaz de aceptar caricaturas y chistes sobre sus propias creencias y formas de vida es en el fondo maduro.
3. Muchas caricaturas (como la del Asno/Cristo de los principios del cristianismo; volveré a presentar este "grafito" insultante y lo comentaré al fin de esta postal) nos han enseñado a ver las cosas... El mismo nombre de "cristianos" empezó siendo una caricatura ofensiva, pero los seguidores de Jesús la aceptaron, y aprendieron a verse mejor a sí mismos. Esto deberían aprenderlo los “fusileros” islamistas (pero no sólo ellos).
Seguiré hablando del tema, pues merece la pena. Hoy presento tres motivos, para que los lectores juzguen: Mis tres tesis centrales del pasado 17; la respuesta y aclaración de J. I. Calleja (¡gracias, José Ignacio!), y algunos comentarios del face.book.

Para seguir leyendo:
http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2015/01/21/-blasfemia-y-libertad-caricaturas-y-fusi




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