domingo, 24 de marzo de 2013


ESOS PERROS AL PIE DE LA CRUZ

MARTIN HENGEL


Curiosamente la crucifixión era un tipo de pena muy frecuente durante la Antigüedad. Aparece en sus diversas formas en numerosos pueblos del mundo antiguo, incluso entre los griegos ... Fue siempre un castigo para delitos de orden político y militar. 

Si entre los persas y los cartagineses era un castigo que se imponía principalmente a los altos oficiales y jefes del ejército, así como a los rebeldes, entre los romanos era una pena que se infligía sobre todo a los reos pertenecientes a las clases más humildes, esto es, a los esclavos, a los criminales particularmente violentos, y a los revoltosos de las provincias rebeldes, como por ejemplo Judea. 

El motivo fundamental de que estuviera tan difundida era la supuesta eficacia de su fuerza disuasoria; pues, naturalmente, la ejecución se llevaba a cabo a la vista de todo el mundo ... 
Solía ir acompañada de otras formas de tortura, entre las que se incluirían por lo menos los azotes ... 

La crucifixión comportaba además la exposición a la vista de todo el mundo del cuerpo desnudo de la víctima en un lugar eminente —en un cruce de caminos, en el teatro, en cualquier elevación del terreno, en el lugar del crimen—, circunstancia que constituía una mayor humillación del individuo, y que le confería una dimensión más tremenda si cabe. Y con el texto de Dt.21,23 en su horizonte, el hombre judío era especialmente consciente de esa circunstancia ... 

El horror de la crucifixión se veía agravado asimismo por el hecho de que quienes la padecían solían quedar insepultos.


La imagen de la víctima crucificada convertida en pasto de las fieras y de las aves de rapiña constituía todo un estereotipo.

Y esta circunstancia suponía el colmo de la humillación.

El hombre contemporáneo apenas puede apreciar lo que significaba en la Antigüedad que le negaran a uno la sepultura, y la deshonra que ello comportaba.

MARTIN HENGEL
Crucifixión in the Ancient World and the Folly ofthe Message ofthe Cross, Fortress Press, Filadelfia, 1977

No hay comentarios:

Publicar un comentario