jueves, 3 de julio de 2014

Angelelli:
un fallo histórico bajo la mirada de Francisco

La Justicia determinará hoy si el excomandante del Tercer Cuerpo de Ejército Luciano Benjamín Menéndez mandó matar al sacerdote en 1976. El Papa hizo llegar una carta al Tribunal.


La Rioja. El crimen del obispo de La Rioja Enrique Angelelli, perpetrado por grupos de tareas de la dictadura militar el 4 de agosto de 1976, tuvo un extenso recorrido judicial que hoy llegará su fin, al menos en determinar la presunta responsabilidad de dos de los principales acusados de mandar a ejecutar ese asesinato: el excomandante del Tercer Cuerpo de Ejército Luciano Benjamín Menéndez y el exjefe de la Base Aérea Chamical, el comodoro Luis ­Estrella.

Más allá del valor de la sentencia, que se difundirá hoy en horas de la tarde, el caso cobró un fenomenal interés social y de la Iglesia por la preocupación que ha expresado el papa Francisco por la causa, en comunicaciones telefónicas desde el Vaticano con el hoy obispo riojano, Marcelo Colombo.

El prelado comentó a los periodistas que el ahora excardenal Jorge Bergoglio se ha venido comunicando con él para ponerse al tanto de la marcha del juicio y lo podría hacer nuevamente hoy cuando se conozca el fallo.

En tanto, una serie de actividades sociales y religiosas enmarcan las horas previas al desenlace de este histórico proceso que tiene al Obispado local como querellante, a partir de una acción penal que promovió hace algunos años el ­entonces titular de la diócesis local, monseñor Roberto Rodríguez, exmano derecha del fallecido arzobispo de Córdoba Raúl Primatesta.

Bergoglio compartió tiempos de acción pastoral con Angelelli durante los crispados años de la década de 1970, cuando la dictadura ultimó también a dos discípulos del obispo riojano: los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville.

Carta del Papa

En el fragor del desarrollo de las audiencias, el Papa hizo llegar al Tribunal una carta que se incorporó como prueba. Se trata de una misiva que había enviado al Vaticano monseñor Angelelli, en la que daba cuenta de las violaciones a los derechos humanos que se cometían en la Argentina durante la dictadura.

La carta, se evalúa ahora, es un fiel reflejo de la vista gorda que hacían por aquellos años el Vaticano y la jerarquía católica argentina respecto de la persecución y muerte de la que fueron víctimas muchos religiosos.
“Estamos permanentemente obstaculizados para cumplir con la misión de la Iglesia. Personalmente, los sacerdotes y las religiosas somos humillados, requisados y allanados por la policía con orden del Ejército”,
advertía en su carta el obispo Angelelli.


Poco después de enviar ese escrito, Angelelli fue asesinado en la ruta 38 en cercanías de la localidad de Punta de los Llanos, en un episodio que durante años se pretendió hacer pasar como un accidente vial.

El Papa cumplió con la promesa de desempolvar los oscuros archivos del Vaticano y rescató aquella carta, que remitió al obispo Colombo. En realidad, se trata de dos informes: uno sobre la misiva de Angelelli y otro sobre los crímenes de Murias y Longueville.

Anoche se realizó una marcha de antorchas por calles de la capital riojana, tras lo cual comenzó una vigilia frente a la sede del Correo Argentino, donde funciona el Tribunal Oral que hoy podría decretar una nueva condena a prisión perpetua para Menéndez, quien escuchará el fallo por videoconferencia desde la ciudad de Córdoba.


Integrantes del tribunal

El Tribunal Oral que llevó adelante el juicio que culmina hoy está integrado por José Camilo Quiroga Uriburu, Carlos Lascano y Juan Carlos Reynaga.

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