jueves, 5 de febrero de 2015

CONTRA EL ESTADO ISLÁMICO
POEMA DENUNCIA…


Camina lento.

No tiene más aliados
que la mar que lo mira
con olas de espuma.
Se detiene.

Alza sus ojos al cielo.
El sol lo deslumbra. 
Se llena de tristeza.


A pocos cientos de metros
suenan los disparos
que desgarran el silencio
de una tarde neutra
con olor a pólvora.


La barbarie tiñe de rojo
cuanto le sale al paso.

Su único legado es:
terror,  odio, sinsentido...

Camina aún más lento.
Es sólo un niño.

Se desploma al borde de la orilla.
Oye pasos. Oye las olas cercanas.

De repente helado el acero
cercena sus nueve años.


Exhiben su cabeza. 
Un aullido hunde en el aire
su alfanje asesino:
¡Alá es grande,
muerte al cristiano!


En las pupilas inertes
del niño iraquí
bailotean dos lágrimas
sin  sed de venganza.


Pequeño, indefenso, 
por vez primera vio la mar.
La mar lo vio a él
también  por vez primera.

La guardó en su retina
mientras llegaba
a las puertas del paraíso.



     Estos versos (¡ojalá no hubiesen sido escritos!) 
son
 un pequeño homenaje a todas las víctimas que 

impunemente están siendo masacradas por las milicias 

del Estado Islámico ante la pasividad de muchos 

medios 

de comunicación, y la impotencia de poner freno a 

esta 
absurda locura, cruel y macabra, que no respeta ni tan 

siquiera la inocencia de los niños. Ojalá se haga la luz 
nosotros contribuyamos a ello con nuestra oración y 

una toma seria de conciencia.  

              

            Desde Vélez de Benaudalla, 
fraternalmente, 
Paco Bautista, sma.

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