La iglesia del leproso: Acoger y liberar
Xabier Pikaza
Mc 1, 40-45. Tiene el evangelio de hoy dos partes bien diferenciadas:
a. En la primera aparece Jesús curando a endemoniados, y especialmente a un leproso que se presenta y le dice “si quieres puedes curarme”.. De esa forme "enseña" a Jesús, diciéndole el poder que tiene
b. En la segunda él ordena al leproso curado que se: “integre en el orden legal de los sacerdotes…”. Pero el leproso no le obedece (en sentido externo), sino que inicia, a favor de Jesús y de sus curaciones un camino distinto de vida.
Ambos tienen razón, cada uno a su manera. Jesús curando al leproso. El leproso desobedeciendo a Jesús, para buscar un camino nuevo desde su curación.
Éste es un texto clave de Iglesia y ofrece también dos momentos:
a. Los leprosos (expulsados, impuros, distintos, marginados) pueden y deben venir a la Iglesia y decirle: Tú puedes curarnos. Sin ese primer movimiento no puede hablarse de Iglesia: Si ella no atrae y acoge no tiene sentido en el mundo.
b. La iglesia tiende a dejar a los curados dentro del orden de los sacerdotes..., como quiso Jesús al principio, pero ellos, los "leprosos curados" pueden y deben abrir nuevos caminos. No están para quedarse sin más en la Iglesia que ahora existe, sino caminar impulsados por su "espíritu", para crear una nueva iglesia caminante, en gesto y espacio esencial de libertad, de comunión, entre los antes expulsados.
(Primera imagen de Cereza Barredo: Los curados por Jesús avanzan, movidos por su Espíritu, en clamor de libertad.
Segunda imagen: Sacerdotes observando la lepra... como queriendo detener entre ellos al leproso; pero curado por Jesús no va donde ellos, no acepta su sistema social y sacral...).
Desde ese fondo he querido interpretar el texto, abriendo un camino de Iglesia con Jesús, capaz de acoger a los leprosos actuales, dejando que ellos sean así los creadores de la nueva comunidad mesiánica. Buen domingo a todos.
Para seguir leyendo:
http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2015/02/15/dom-15-2-15-jesus-cura-a-un-leproso-el-l
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