martes, 24 de febrero de 2015

 Segndo domingo cuaresma
Marcos 9,2-10
Genaro Saenz Ugarte
(Hermano lasallano)

A) «2 Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a
Juan, y los lleva a ellos solos aparte a un monte alto. Y se transfiguró
delante de ellos, 3y sus vestidos se volvieron de un blanco
deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo.

B) 4Y se les aparecieron Elías y Moisés, y conversaban con Jesús.
5Toma la palabra Pedro y dice a Jesús: “Rabbí, ¡qué bien se está aquí!
Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para
Elías”. 6Porque no sabía lo que decía ya que estaban atemorizados.

C) 7Y se formó una nube que los cubrió con su sombra, y salió una voz
desde la nube: “Éste es mi hijo amado; escuchadle”.

B’) 8Y de pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a
Jesús, solo con ellos.

A’) 9Y cuando bajaban del monte, Jesús les ordenó que a nadie
contasen lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara
de entre los muertos. 10Esto se les quedó grabado, y discutían que
querría decir aquello de ‘resucitar de entre los muertos’».

Metodología 
Lectio Divina

Paso 1 Lectio: ¿Qué dice el texto? Atiende todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas.

Paso 2 Meditatio: ¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?

Paso 3 Oratio: ¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…

Paso 4 Actio: ¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza? Servicio.


CONTEXTO
El episodio de la Transfiguración se sitúa entre los dos primeros anuncios de la Pasión, que Jesús hace a los discípulos (Mc 8,31 y 9,31). Tras el primer anuncio, Pedro reacciona de forma negativa, porque no entiende que Jesús, Mesías, tenga que sufrir y morir. Jesús le reprende severamente y después da para todos los discípulos una lección de verdadero discipulado. Después del episodio de hoy viene el largo episodio de la curación del endemoniado epiléptico, al que los discípulos no pueden curar por su falta de fe y de oración, y, de inmediato, el segundo anuncio de la Pasión, con otra reacción negativa del grupo de discípulos. La Transfiguración, pues, es un acontecimiento que adelanta la resurrección de Jesús a un momento de especial dificultad en el discipulado: aceptar la pasión como una etapa más del seguimiento de Jesús.

TEXTO
El relato evangélico se estructura en 5 partes, con un centro destacado, la voz de Dios. La primera parte (vv. 2-3: A) se relaciona con la última (vv. 9-10: A’). El escenario es el monte, donde al principio ocurre la experiencia teofánica de Jesús (su “transfiguración”) y al final la mención a la resurrección de lo muertos, haciendo equivalencia entre ambas. La segunda parte (vv. 4-6: B) se relaciona por contraste con la cuarta (v. 8: B’): la presencia de Moisés y Elías en B contrasta con su ausencia en B’; “la Ley y los Profetas” desaparecen, mientras Jesús permanece. En B hay destaca también la reacción equivocada de Pedro, en línea con su reacción después del primer anuncio de la Pasión (cf. Mc 8,32). La parte central (v. 7: C) es el corazón del texto: la voz de Dios declara la identidad de Jesús y su autoridad. ¿Cómo compaginar ser Hijo de Dios y sufrir pasión y muerte?

ELEMENTOS A DESTACAR

 Toda la primera parte del texto resalta el “ambiente divino” que rodea a Jesús: el monte (al que sube Jesús para llamar a los Doce: cf. Mc 3,13; al que se retira para orar: cf. Mc 6,46), es símbolo de la esfera de Dios en contacto con los seres humanos; el blanco deslumbrador (resaltado por Marcos como algo que no se consigue por medios humanos) simboliza la gloria de Dios. El texto presenta a Jesús como alguien de condición divina, pero esa condición no le evita “pagar determinados precios”. ¿Qué nos sugiere esto?

 La presencia de Moisés y Elías es muy sugestiva: Moisés puede representar la Ley (dada en otro monte) y Elías, los profetas: ambos elementos eran la base de la religión judía, pero ambos están subordinados a Jesús. Ellos desaparecen de la escena, Jesús permanece. Jesús es más que Moisés y que Elías, más que la Ley y los Profetas. ¿Qué aspectos de nuestra religiosidad o nuestra fe tienen que “desaparecer”? ¿Cuáles deben “permanecer”?

 Pedro reincide en el error. Ni ser discípulo, ni ser el primero de entre ellos, le evita un comportamiento errado. En Marcos, el discipulado es un proceso, no un estatus. Nunca se acaba de ser discípulo, nunca se llega a ser “discípulo acabado”. ¿Consideramos nuestro seguimiento como algo vivo y dinámico, o estamos “quietos y parados”?

 La intervención de Dios desde la nube (símbolo de la presencia divina: cf. Ex 24,15-18) revela la identidad de Jesús: es el Hijo amado. La voz se dirige a los discípulos (a Jesús, en el bautismo) y da una orden: Escuchadle. Esta orden, en el contexto evangélico, tiene un sentido muy concreto: las palabras de Jesús acerca de su destino, difíciles de comprender, también deben ser atendidas. Es una llamada a no rechazar la cruz de Jesús y a seguir el camino de Jesús. La mirada al transfigurado es una invitación a creer en el crucificado, a asumir su proyecto completo, a mantenernos fuertes y fieles en las penalidades, en la persecución, en el sufrimiento, en el fracaso, en la muerte. ¿Qué desafíos nos plantea esto a nuestra fe?


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