PREGÓN
DE NAVIDAD
(proviene de España)
Hermanos
y hermanas:
esta
Noche es Nochebuena
y
mañana, Navidad.
Es
noche de Dios y noche de paz.
En
el portal de Belén
hay
Sol, luna y estrellas.
Los
corazones dispuestos se alegran
y
transmiten la Buena Noticia:
¡Alegrémonos,
nos nació un Salvador!
La
cosa empieza en Belén,
en
una noche muy fría.
Los
pastores están a la intemperie,
la
gloria de Dios los envuelve con su luz,
un
grupo de ángeles rompe el silencio:
“Gloria
a Dios en el cielo
y
en la tierra paz a toda persona
de
buena voluntad”.
Los
pastores no dudan
y
se dicen “vamos a Belén”.
¡El
profeta Isaías, describe el momento
en
tonos de armonía desbordantes!
“El lobo habitará con el cordero
y el leopardo se recostará junto al
cabrito;
el ternero y el cachorro
de león pacerán juntos,
y un niño pequeño los conducirá,
la vaca y la osa vivirán en compañía,
sus crías se recostarán juntas,
el león comerá paja lo mismo que el buey.
El niño de pecho jugará
sobre el agujero de la cobra,
y el niño apenas destetado meterá la mano
en la cueva de la víbora”.
Hoy podemos traducir así:
toda
persona creyente
rezará
a un mismo Dios.
Todas
las agrupaciones políticas
se
sentarán en la misma mesa de paz,
renunciarán
a sus intereses egoístas
para
desear, buscar y cuidar
el
bien de los demás.
Cada
habitante de la tierra
respetará
la ‘casa universal’,
cuidará
toda vida, especialmente
la
más frágil e indefensa.
Las
armas de guerra callarán
y
brotará una paz duradera.
Desde
aquella noche santa,
el
Amor se hizo carne y hueso
y
habita entre nosotros,
Dios
se humaniza
para
humanizarnos.
Es el Emmanuel,
el Dios-con-nosotros
en la impotencia, la pequeñez,
la pobreza, el silencio,
el despojo, la marginalidad.
Es Navidad,
en la Paz de la Esperanza,
en la vida compartida,
en la lucha solidaria,
¡es el Reino del Amor!
Navidad
2013
¡haya
paz en nuestra patria!
La
paz que es
comprensión
mutua en las familias,
la
paz que es vida digna para todos,
la
paz que se apellida justicia,
la
paz que se acuerda del más débil,
la
paz que se duele de los saqueos,
la
paz que lucha contra las adicciones,
la
paz que se estremece ante
tanta
violencia entre nosotros.
Navidad
muchas veces es un retorno
a
tantos sentimientos y recuerdos,
vuelta
al hogar, a la familia,
nostalgia
de los seres queridos…
El
Señor de la Historia
pone
su tienda entre nosotros
¡es
el Emmanuel, Dios-con-nosotros!
Es
la alegre Noticia
que
llega a los corazones
de
los mayores y los jóvenes,
de
los tristes y los esperanzados,
de
los ricos y los pobres.
Al
salir de esta celebración,
el
misterio que contemplamos
reavive
nuestro ardor misionero
para
comunicar el mensaje
de
Vida de Belén,
que
la alegría del Evangelio
llegue
hasta los confines de la tierra
y
ninguna periferia quede privada de su luz.
Hermanos
y hermanas,
Alegrémonos
¡es Navidad!
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