domingo, 15 de diciembre de 2013

Andrea Tornielli (La Stampa) 
entrevista al Papa


La exclusión de la comunión a los divorciados vueltos a casar «no es una sanción», aunque el próximo Sínodo se ocupará de estos temas, analizándolos y aclarándolos. El vaticanista de "La Stampa" y colaborador de RD, Andrea Tornielli, adelanta algunos aspectos de la entrevista concedida al diario italiano por el papa Francisco."Debemos tratar de facilitar la fe de las personas más que controlarla", sostiene el Papa.

En la misma, el Obispo de  Roma habla sobre el sufrimiento inocente de los niños y sobre la tragedia del hambre en el mundo, sobre las relaciones con las demás confesiones cristianas y sobre «ecumenismo de la sangre» que une en la persecución; aludió además a la cuestión de la familia (de la que se ocupará el próximo Sínodo) y respondió a quienes lo han criticado en los Estados Unidos (definiéndolo "marxista").

«La Navidad es el encuentro de Dios con su pueblo. Y también es una consolación -explicó. Muchas veces, después de la misa de media noche, pasé algunas horas solo, en la capilla, antes de celebrar la misa de la aurora, con un sentimiento de profunda consolación y paz. En la noche de Navidad -añadió refiriéndose a la Tierra Santa- pienso sobre todo en los cristianos que viven allí, en los que tienen dificultades, en todos los que han tenido que dejar esa tierra por diferentes problemas.

Con respecto al sufrimiento de los niños, Francisco afirmó: «Frente a un niño que sufre, la única oración que me viene es la oración del "por qué". ¿Señor, por qué?». Y en relación con las acusaciones de los ultra-conservadores estadounidenses, que lo tildaron de "marxista" después de la publicación de la Exhortación apostólica "Evangelii gaudium", el Papa respondió: «La ideología marxista está equivocada. Pero en mi vida he conocido a muchos marxistas buenos como personas, y por ello no me siento ofendido». De cualquier manera, precisó, «en la Exhortación no hay nada que no se encuentre en la Doctrina social de la Iglesia».

En cuanto a la unidad de los cristianos, Bergoglio habló sobre el «ecumenismo de la sangre»: «En algunos países matan a los cristianos porque llevan consigo una cruz o porque tienen una Biblia, y antes de matarlos no les preguntan si son anglicanos, luteranos, católicos u ortodoxos. La sangre está mezclada.» Sobre los sacramentos a los divorciados que han vuelto a contraer matrimonio, Francisco recordó que la exclusión de la comunión «no es una sanción». Y afirmó que el próximo Sínodo se ocupará de estos temas, analizándolos y aclarándolos.

La reforma de la Curia: el Papa explicó que en febrero los ocho cardenales "consejeros" le entregarán «sus primeras sugerencias» concretas. Y, sobre la intención de nombrar mujeres cardenales, que algunas personas le han atribuido, negó rotundo: «Es una frase que salió de quién sabe dónde. Las mujeres en la Iglesia deben ser valorizadas, no "clericalizadas"».

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