Simón el Mago quería
comprar el poder de hacer milagros
simonía
Es la compra o venta de bienes
espirituales o muy vinculados al mundo espiritual o religioso, un acto
que está prohibido por la mayor parte de las religiones.
El nombre simonía fue tomado de Simón el Mago, quien intentó
comprar a los discípulos de Jesucristo el poder de hacer milagros, como
se narra en Actos de los Apóstoles (8:18).
En los primeros siglos después de Cristo, cuando los fieles de la nueva
religión eran perseguidos, no se habían registrado casos de simonía, pero
a partir del momento en que Constantino reconoció el cristianismo como
religión oficial del Imperio romano, los dignatarios cristianos
adquirieron poder e influencia, y se conocieron algunos casos. Esto
obligó a la Iglesia a legislar al respecto, y calificó la simonía como un
grave pecado.
El Concilio de Calcedonia, que tuvo lugar en 451, estableció
prohibiciones y penas para los obispos, sacerdotes y diáconos que se
vieran tentados de vender objetos sagrados y reliquias. La simonía
resurgió en Europa en los siglos IX y X, hasta que el papa Gregorio VII
(1073-1085) atacó el problema con nuevas leyes y castigos.
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