martes, 26 de julio de 2016

Una PARÁBOLA  
(Lucas 12, 13-21)
“ANTI-CAPITALISTA”

“Mío, mío, mío, mío, mío”, insistencias del Rico.
(se repite cinco veces en el texto griego)

El rico es condenado como necio 
por haber atesorado sólo para sí, 
sin ser rico en Dios. 

El círculo del horizonte del hombre era demasiado estrecho: abarcaba sólo sus campos y almacenes. La bendición de una cosecha copiosa no implicaba ninguna responsabilidad social para él. Su delito consiste en sustraer cereales de la circulación. Con ello, provocaba carestía, necesidad, hambre, subida de precios y miseria.

Por almacenar el trigo en los nuevos graneros, incurre en un delito económico que en la antigüedad tenía gran importancia. No se trata de asegurar racionalmente su propio futuro, sino de un perjuicio a la comunidad, sustrayendo del mercado la cosecha de cereales para que suban los precios. La vida de placer (dolce vita) del rico significa, principalmente una conducta perjudicial a la comunidad, resultante del descarado almacenamiento de cereales o de productos agrarios con miras a un margen ganancial más elevado.

Proverbios 11,26
“Al que acapara el grano, 
el pueblo lo maldecirá;
Pero bendición será sobre la cabeza 
del que lo vende”.


Se denuncia la práctica criminal de guardar granos para venderlos a sobreprecios en épocas de carestía. Proverbios 11,26, refleja la situación de la población  pobre y su estrecha dependencia de cada nueva cosecha.; y a la vez es evidencia de los movimientos comerciales manejados por los latifundistas y monopolistas. 
Para los estratos pobres de la sociedad, un año de sequía o una mala cosecha podía tener consecuencias muy serias; y esa situación (como también una guerra) solía ser aprovechada por sujetos inescrupulosos que especulaban con el alimento básico. En consecuencia, los precios de los cereales trepaban y producían copiosas ganancias. El precio del cereal podía multiplicarse hasta 16 veces en épocas de gran carestía (J. Jeremías, Jerusalén en tiempos de Jesús. Pág. 42, con citas de F. Josefo). 
No se trata de la formación de reservas para “años flacos”, sino de un daño causado por especuladores especialmente a la población pobre.


Saludos cordiales
Juan Manuel

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