¿CÓMO REZAR EL PADRENUESTRO
en un mundo SIN PADRE?
a) Por las NEGATIVIDADES
de la vida muchos perdieron confianza en la fe.
Para ellos Dios no ha sido
experimentado como padre. Pareciera, que nos guía la “fatalidad”
y nos dirigen unos dinamismos ciegos.
La fe nos hace
acoger la bondad de Dios juntamente con la maldad del mundo. Dios sigue siendo
Padre nuestro a pesar de la aflicción.
El padrenuestro supone la fe que vivió
Jesús, quien confió en Dios hasta en la máxima desesperanza de la cruz y se
mantuvo fiel a pesar de la contradicción, la persecución, la condena.
b) UNA SOCIEDAD
SIN PADRE.
La sociedad
patriarcal queda sustituida por la sociedad sin padre o por una sociedad que
desempeña funciones anónimas y está dirigida por fuerzas impersonales, entonces, ¿qué
sentido tiene rezar el padrenuestro?
Hay que distinguir entre nuestro ordenamiento patriarcal y el principio antropológico
del padre.
La inalienable función del padre como propulsor de la
primera ruptura de la intimidad madre-hijo y la introducción de este último en
lo social-realidad.
c) NIETZSCHE y FREUD.
Su crítica a la
religión del padre la fundamentan en un des-velamiento de los disfraces que asumen dos impulsos de la existencia humana: el deseo y el miedo. El
deseo de protección y los mecanismos para superar el miedo pueden crear una máscara
bajo el cual en-cubrirse. La persona religiosa; puede vivir una "ilusión": pensando que está relacionándose con Dios, con su gracia, con su
perdón, su auxilio y su salvación, en realidad se encuentra sólo domesticando sus
propios impulsos básicos.
La fe exigida por
la oración del padrenuestro intenta liberarnos de los impulsos arcaicos del
deseo y del miedo, que nos hacen esclavos y nos impiden decir con libertad
—como hijos y no como “niños”— ¡Abba, Padre! San Pablo insiste en que "cuando
éramos menores de edad estábamos esclavizados por lo elemental del mundo"
—hoy diríamos sometidos al deseo y al miedo—, pero ahora ya somos hijos adultos
(ver Gal 4,3-4). La relación que establecemos con Dios-Padre no nace de una
dependencia infantil y neurótica, sino de una autonomía y de una decisión
libre.
Jesús renuncia al
sueño de la omnipotencia infantil, de querer usurpar los privilegios del Padre,
reconociéndose y aceptándose como Hijo.
c) LA CRÍTICA
FEMINISTA.
¿No podríamos
llamarle también madre nuestra que estás en los cielos?
“El Dios de la Biblia
no es la proyección de una mentalidad patriarcal. El es Padre, pero es también
el Dios de la ternura y del amor maternal”. (Pontificia Comisión Bíblica,
1993).
El Antiguo
Testamento nos revela también el rostro materno de Dios: "Como a un niño
a quien su madre consuela, así os consolaré yo" (Is 66,13; ver Jer 3,19).
El papa Juan Pablo I, dijo que Dios es Padre y, todavía más, Madre.
¿CÓMO REZAR HOY EL PADRENUESTRO?
Con el mismo
espíritu de Jesús. Jesús no tuvo una vida idílica, al contrario, bien cargada de conflictos que culminaron en su crucifixión.
Y en medio de los desgarros rezaba a su Padre, no para pedirle que le librase
de las pruebas, sino suplicándole la fidelidad a su opción liberadora.
Saludos cordiales.
Juan Manuel
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