Antonio Aradillas presenta su libro sobre el Quijote
"Cervantes denuncia la connivencia entre los eclesiásticos y los palaciegos"
Antonio Aradillas:
"Las rutas de Don Quijote son patrimonio de la Humanidad"
"Cervantes fue un reformista que no llegaba a Lutero, pero que se quedaba en Erasmo"
El testamento de don Quijote, es una maravilla: extraordinariamente social, maravillosamente familiar a la vez, se acuerda de su propia alma y pide la confesión al cura
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Ilustración de don Quijote
Jesús Bastante
Hoy nos acompaña un buen amigo de esta casa. Antonio Aradillas, nuestro colaborador al que ustedes leerán casi todos los días en Religión Digital y que nos presenta 'Las rutas de Don Quijote, patrimonio de la Humanidad' (Pigmalión). Enamorado del personaje de Cervantes, nos presenta un libro sobre sus rutas y nos descubre algo de la religiosidad de su aotir. Un Cervantes erasmista, que denunciaba la connivencia de la Iglesia con el poder de los palacios.
Antonio Aradillas, buenos días. Vienes a presentarnos tu último niño literario, que es una joya, damos fe. Llevas mucho tiempo hablando de ello. Y es algo, que en este año especialmente, te hacía ilusión. "Las rutas de Don Quijote, patrimonio de la Humanidad". Vamos a empezar por el personaje. Quién es don Quijote para ti, y por qué merecen, las rutas de don Quijote, ser patrimonio de la Humanidad.
Fundamentalmente, don Quijote, es don Miguel de Cervantes Saavedra. Difícilmente uno se puede perpetuar, como lo hizo Cervantes, a través de don Quijote. Solamente, "Don Quijote" como obra, se dice con más o menos verosimilitud, que después de la Biblia, es el libro más publicado en diversidad de idiomas.
Y yo creo que la supera en lectores. Aunque hay que reconocer, que para las generaciones de hoy, su lectura es complicada.
Pero su idea, el contenido y la misma riqueza que entraña de léxico, cada día lo está haciendo más presente.
Antes de continuar, quisiera decir lo siguiente: me ha extrañado, que en el IV centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, la Conferencia Episcopal Española o la Iglesia española, no haya intervenido de alguna manera en la promoción o en algún que otro acto, en relación con los valores y las virtudes entrañablemente cristianas y humanas que contiene el Quijote y sus personajes.
¿Por qué te ha extrañado? Sí que es cierto que lamentablemente, y a diferencia de lo que ocurre en Gran Bretaña con Shakespeare, la actuación oficial respecto a Cervantes ha sido mínima. No solo de la Iglesia, sino de los estamentos públicos. Ha sido muy poca.
Cervantes fue un erasmista de pro. Por otra parte, la Inquisición se portó con él regularmente. Muerto ya Cervantes, en el año1624, la Inquisición de Portugal mandó quitarle tres páginas preciosas de la primera parte, en las cuales aparece Cardenio.
¿Quién es Cardenio?
El pastor Cardenio. Y aparece Dorotea. Es como si fuera una parte del libro el "Cantar de los Cantares". Esto asustó a los inquisidores de entonces y lo mandaron quitar. Y de la segunda parte, también mandaron quitar (después se ha recuperado), unas críticas que hizo Cervantes a la Iglesia. Él, que sirvió al cardenal Aquaviva, estaba muy al corriente de todo lo que significaban los obispos, arzobispos, etc., en aquellos tiempos, y aún ahora. Los criticó con dureza, además hacer alguna que otra advertencia.
En el Quijote se habla del bálsamo de Fierabrás. De vez en cuando, para destacar la eficacia de ese bálsamo, Miguel de Cervantes, lo intitula, por ejemplo, "santísimo". Y eso, también se lo quitaron.
¿Tú crees que tiene algo que ver eso con que la Iglesia haya ignorado a Cervantes?
La otra opción sería que no lo han leído.
O que no la hayan visto interesante.
Sí, que no lo hayan visto interesante desde un punto de vista sociológico, histórico, religioso, familiar, etc.
Pero yo vuelvo a lo mismo, si ni siquiera el Estado ha hecho gran cosa.
Como yo lo veo, este, de otros tantos libros, no puede exiliarse de puntos de vista estrictamente religiosos.
Entiendo.
Hay, por ejemplo, una referencia a la Iglesia, cuando don Quijote y Sancho iban buscando el palacio de Dulcinea. Una noche, se encuentran con la iglesia, el templo de El Toboso. La referencia que se suele hacer, es "con la Iglesia hemos topado", aunque Cervantes no dice en el Quijote, "topado", dice "hemos dado". Lo dice como una referencia estrictamente geográfica, pero entrañaba también una interpretación hipotética de que la Iglesia es algo intangible, y que se ha impuesto. Viene a decir, que si hemos dado con el templo, el palacio tiene que estar cerca. Que hay una especie de connivencia de la Iglesia y los palaciegos.
Y el cura, además, es uno de los malos de la película.
En lo que respecta a los curas, en la recepción, aparecen sobretodo dos muy importantes. Uno es el cura del pueblo, que ayuda extraordinariamente al Quijote a salvarlo de las demencias. El testamento de don Quijote, es una maravilla: extraordinariamente social, maravillosamente familiar a la vez, se acuerda de su propia alma y pide la confesión al cura.
Por otra parte, aparece el cura oficial. Es el capellán de los duques de la Ínsula Barataria. Este cura-capellán riñe a don Quijote, tratándole exactamente de "don Quijote, don tonto o como se llame". Don Quijote, entonces, se defiende como sigue: "así como no agravian las mujeres, no agravian los eclesiásticos. Las mujeres, los niños y los eclesiásticos, como no pueden defenderse, no pueden ser afrentados". Es decir, un privilegio de la Iglesia que a la vez se confunde con las mujeres, que eran los seres más despreciables entonces en Teología. Y a la vez, con los niños. Ese, es el pensar de la Iglesia oficial. En comparación con el cura de la Iglesia, al que describe como un verdadero amigo. Como una verdadera referencia de convivencia.
¿Cual era la relación de Cervantes-persona, con la Iglesia de su época?. Porque a diferencia de Lope de Vega, su gran rival, no quiso tomar los hábitos. Tenía bastante claro que su vida iba por otros derroteros.
Con la Iglesia oficial, la referencia fue la propia de un reformista que no llegaba a Lutero, pero que se quedaba en Erasmo. Fue una referencia crítica. Insisto en lo que antes insinuaba de que Cervantes sabía mucho de Iglesia, porque había servido a Aquaviva. Y mostró su agradecimiento a la labor que hacían los mercedarios, que en definitiva fueron los que le recuperaron de la servidumbre en Argel.
Después, es entrañablemente piadoso, por ejemplo, cuando le da consejos a Sancho en relación con su comportamiento en la Ínsula Barataria. Le recuerda que procure poner en paz los que están desavenidos. Es algo programático para el que manda, poner paz.
Hay que ver el comportamiento que tuvo novelísticamente, en la relación con todos los personajes a lo largo de la novela. Un amor entrañable a la Virgen, que lo manifiesta continuamente en Don Quijote. Un amor a la misericordia. Es un libro entrañablemente religioso.
Yo creo que Cervantes, como estudió de todo, tuvo que estudiar algo de Teología. Hay personajes que encajan hoy perfectamente en un esquema, por muy elemental que sea, de la teología del laicado. Aparece un tal don Diego de Miranda, en cuya casa de Villanueva de los Infantes, se hospedó durante algún tiempo. Es un cristiano cabal. Hoy se dice que cómo es posible que le adscribiera tantas posibilidades de responsabilidad dentro de la Institución eclesiástica.
¿Por qué las rutas de Don Quijote deben ser patrimonio de la humanidad?
Es una aspiración legítima. Y es una pena que, al margen de la crítica que he hecho respecto al comportamiento de la Conferencia Episcopal y la Iglesia oficial, el Estado no hay promocionado de alguna forma estas rutas como patrimonio de la Humanidad. Cuando ha promocionado y ha conseguido, que dos partes de la ruta de Santiago, el camino antiguo y el camino francés, sean declarados patrimonio de la humanidad. Cuando la Unesco ha declarado patrimonio de la Humanidad la ruta de la seda, por ejemplo.
Estaría bien, siempre y cuando no se reduzca el turismo de verdad, y sobretodo el turismo religioso, que ahora es turismo peregrinante. "Per agrum". Por los caminos del campo. Que no se reduzca a las piedras. Porque en cualquier programación turística, lo primero que te aconsejan es que visites monumentos. Yo creo que es mejor aconsejar que traten a las personas y se adentren en el paisaje.
En el libro, procuro describir los lugares que hipotéticamente fueron recorridos por los personajes del Quijote. Por ejemplo, las fiestas. Hay que ver el contenido popular que tienen.
Y religiosidad popular, claro.
En cada pueblo, yo suelo colocar un trocito de una canción popular, en la cual se hable de los valores, sobretodo amorosos, de las personas del pueblo. Si se hace un recorrido turístico, por favor, que o se reduzca a monumentos, o a piedra. Que se adentre en la gastronomía, también, porque los pueblos se distinguen por ella.
El yantar. Antonio Aradillas. "Las rutas de don Quijote, patrimonio de la Humanidad". Editado por Pigmalión. Un libro muy interesante, especialmente aunque no solo, para este cuarto centenario. Y una manera de reivindicar la figura de don Quijote, a sus personajes, y a ese español que lleva dentro que nos representa un poco de cara al mundo.
Nos representa, incluso dinerariamente. Porque está en el dinero que usamos cada día, pero en el más pobretón. Las monedas de 50, 20 y 10 céntimos, llevan la imagen de Cervantes. Por algo será.
Yo creo que la Iglesia debería aprovechar todavía el tiempo que queda de conmemoraciones propias del IV centenario para apostar por Miguel de Cervantes, y por lo que significa.
Pues apostamos por Cervantes, por Don Quijote, y por todo lo que representa ese soñador que una mañana arrancó con su rocín flaco y su galgo corredor y se fue con Sancho a recorrer las tierras de la Mancha, que son las nuestras.
Muchas gracias, Antonio.
Gracias a ti.
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Fundamentalmente, don Quijote, es don Miguel de Cervantes Saavedra.
Cervantes estaba muy al corriente de todo lo que significaban los obispos, arzobispos, etc., en aquellos tiempos, y aún ahora.
El Quijote no puede exiliarse de puntos de vista estrictamente religiosos.
Cervantes nos presenta al cura del pueblo como una verdadera referencia de convivencia.
Con la Iglesia oficial, la referencia fue la propia de un reformista que no llegaba a Lutero, pero que se quedaba en Erasmo.
La rutas de don Quijote como patrimonio de la Humanidad, es una aspiración legítima.
Yo creo que la Iglesia debería aprovechar todavía el tiempo que queda de conmemoraciones propias del IV centenario para apostar por Miguel de Cervantes, y por lo que significa.
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