Palabra del día
|
|
Los romanos aprendieron la retórica de los griegos
epanadiplosis
La epanadiplosis es una figura retórica que consiste en
repetir, al final de una oración, la palabra misma palabra con la que había
comenzado, a fin de obtener un efecto expresivo. Son ejemplos de
epanadiplosis en la literatura hispanoamericana:
Verde que te quiero verde. (Federico García Lorca)
última amarra, cruje en ti mi ansiedad última. (Pablo Neruda)
Silencio de la noche, doloroso silencio (Rubén Darío)
La palabra proviene del griego επαναδιπλωσις, y tenía en esa
lengua el mismo significado, a partir de otro anterior, de 'duplicación,
reiteración'. Era equivalente a epanalepsis επαναληψσις, también
recogida en castellano.
El vocablo griego, que nos llegó a través de los romanos, provenía del verbo anadiploun
αναδιπλωυν 'doblar, plegar', a partir del adjetivo diplous διπλωυν 'doble'. Anadiploun
dio lugar también al nombre de otra figura retórica, la anadiplosis,
que consiste en repetir la última parte de un grupo sintáctico de un verso,
al comienzo del siguiente:
Oye, no temas, y a mi ninfa dile,/ dile que me muero. Esteban Villegas (s. XVII).
Mal te perdonarán a ti las horas; / las horas que limando están los días,
/ los días que royendo están los añ. Luis de Góngora, siglo XVII.
|
jueves, 11 de diciembre de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario