viernes, 10 de octubre de 2014


Refugiados en Irak

"Matar en el nombre de Dios es un gran sacrilegio", afirman en un mensaje

El Sínodo llama a la comunidad internacional a "restablecer la convivencia pacífica en Irak, Siria y todo el Medio Oriente"

El Vaticano presenta "Inútil masacre", un simposio sobre el papel de los católicos en la I Guerra Mundial


Los participantes del Sínodo que se celebra en el Vaticano expresaron en un mensaje sucercanía a las familias que sufren por los numerosos conflictos, entre ellos las iraquíes y las sirias obligadas a dejar sus hogares por su religión o etnia. También se realizó un llamamiento a la comunidad internacional para que ayude a "restablecer la convivencia pacífica en Irak, Siria y todo el Medio Oriente".
"Nadie puede usar el nombre de Dios para cometer violencia. Matar en el nombre de Dios es un gran sacrilegio", reiteraron los obispos parafraseando el discurso del papa Francisco en Albania el pasado 21 de septiembre.
La asamblea agradeció en su mensaje a todas las organizaciones internacionales y a los países por su solidaridad e invitó "a todas las personas de buena voluntad a ofrecer la necesaria asistencia y ayuda a las víctimas inocentes de la barbarie que se está perpetrando".
El mensaje que salió del Sínodo que se está celebrando en estos días en el Vaticano también incluyó un pensamiento por "todas las familias que sufren en todas las partes del mundo y son víctimas de continua violencia".
Los obispos garantizaron también la constante oración para que "el Señor convierta los corazones y dé paz y estabilidad a todos aquellos que sin duramente puestos a prueba".


Este fue el texto del mensaje:


Reunidos en torno al sucesor del Apóstol Pedro, nosotros Padres sinodales de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, junto a todos los participantes, compartimos la paterna solicitud del Santo Padre, expresando profunda cercanía a todas las familias que sufren a causa de los numerosos conflictos en curso.
En particular, elevamos al Señor nuestra súplica por las familias iraquíes y sirias, obligadas, a causa de la fe cristiana que profesan o de la pertenencia a otras comunidades étnicas o religiosas, a abandonarlo todo y a escapar hacia un futuro incierto.
Con el Santo Padre Francisco reiteramos que ''nadie puede usar el nombre de Dios para cometer violencia'' y que ''matar en nombre de Dios es un gran sacrilegio'' . Al agradecer a las Organizaciones internacionales y a los Países su solidaridad, invitamos a las personas de buena voluntad a ofrecer la necesaria asistencia y ayuda a las víctimas inocentes de la barbarie en acto, y al mismo tiempo pedimos a la Comunidad internacional que actúe para restablecer la convivencia pacífica en Iraq, en Siria y en todo Medio Oriente.
Asimismo, nuestro pensamiento va a las familias heridas y que sufren en otras partes del mundo, sometidas a persistentes violencias. Queremos asegurarles nuestra oración constante para que el Señor misericordioso convierta los corazones y otorgue paz y estabilidad a todos los que atraviesan duras pruebas.
Que la Santa Familia de Nazaret que sufrió el ''camino doloroso del exilio'', haga de cada familia ''comunidad de amor y de reconciliación'', una fuente de esperanza para todo el mundo.


Por otra parte, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha tenido lugar la presentación del Congreso Internacional -''Inútil Masacre''. Los católicos y la Santa Sede en la Primera Guerra Mundial-, promovido por el Pontificio Comité de Ciencias históricas. En la rueda de prensa han intervenido el padre Bernard Ardura, O. Praem., Presidente del Pontificio Comité de Ciencias Históricas y el profesor Roberto Morozzo della Rocca, de la Universidad de los Estudios de ''Roma Tres''.
''La iniciativa del Pontificio Comité de Ciencias Históricas pretende involucrar numerosos especialistas de este tema, con el fin de proponer una reinterpretación del conflicto no sólo visto sino también vivido por los creyentes - en su mayoría católicos, pero también protestantes y ortodoxos - y más específicamente por la Santa Sede, que de nuevo, sin territorio propio, se encontraba dentro del territorio de una Italia que participaba en el conflicto, tratando por todos los medios de salvaguardar su naturaleza específica''.
El tema del congreso ''Inútil Masacre'', son dos palabras que expresan el drama de la Primera Guerra Mundial. Cien años después del estallido, el Comité Pontificio de Ciencias Históricas, en colaboración con la Academia Húngara de Roma y la Commission Internationale d'Histoire et d'Études du Christianisme, ofrecen la oportunidad de una revisión de la historiografía con especial atención a los esfuerzos de los católicos y de la Santa Sede para restañar las heridas del conflicto.
El padre Bernard Ardura ha explicado que aunque la reunión tenga como tema principal a los católicos y la Santa Sede en la Primera Guerra Mundial, el congreso contará también con intervenciones de varios historiadores que hablarán sobre los estados de mayoría protestante y ortodoxa. Asimismo ha destacado que se espera que en 2018 se organice un segundo congreso sobre las consecuencias del Tratado de Versalles, que fueron, al menos en parte, el origen de la Segunda Guerra Mundial y cuyas repercusiones aún se dejan sentir en los albores del siglo XXI.
(RD/Agencias/VIS)

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