El Papa Francisco, con el cardenal Kasper durante el Sínodo
"Nadie está poniendo en tela de juicio la indisolubilidad del matrimonio"
Kasper asegura que "una mayoría creciente del Sínodo" apoya su propuesta para los divorciados vueltos a casar
"Vivimos en un mundo globalizado y no se puede gobernar todo desde la Curia"
El Papa ha sido testigo de este tipo de problemas en su propia familia y ha mirado a los laicos y visto que la gran mayoría están a favor de una apertura razonable y responsable
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El Papa abraza al cardenal Kasper
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Kasper
El cardenal Walter Kasper cree que una"mayoría creciente" del Sínodo está a favor de su propuesta de permitir que algunos católicos divorciados y vueltos a casarcivilmente puedan recibir la comunión.
En declaraciones al salir de las discusiones en pequeños grupos de trabajo del martes por la tarde, el cardenal alemán dijo que el Papa ha sido testigo de este tipo de problemas en su propia familia y que él ha "mirado a los laicos y visto que la gran mayoría están a favor de una apertura razonable y responsable". El Vaticano no ha negado que el Papa quiere una "apertura" en este aspecto.
La propuesta del cardenal para administrar la comunión a algunas parejas de divorciados y "vueltos a casar" después de un período de penitencia ha sido rotundamente criticada por un número de líderes de la Iglesia, entre ellos el cardenal Gerhard Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; el cardenal Raymond Burke, prefecto de la Signatura Apostólica, y el cardenal George Pell, prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano.
El cardenal Kasper también habló de sus puntos de vista sobre el Sínodo, y pareció sugerir que las opiniones de los africanos sobre la homosexualidad - donde el tema sigue siendo un tabú - no son escuchadaspor los delegados occidentales en la Asamblea. Al igual que para los delegados occidentales es "imposible" opinar sobre temas africanos, dijo también que ellos "no nos deben decir lo que tenemos que hacer".
Eminencia, ¿cómo va todo en el Sínodo?
Todo está muy tranquilo ahora. Esta mañana estaba un poco encendido, ¡pero por supuesto que es por vosotros, los periódicos!
Ayer nos dijeron que el "Espíritu del Vaticano II" estaba presente en el Sínodo. ¿Está de acuerdo con esto?
Este es el espíritu del Concilio, esto es muy cierto.
¿Ha visto algún movimiento en el tema de los divorciados vueltos a casar?
Tenía la esperanza de que habría alguna apertura y creo que la mayoría está a favor. Esa es la impresión que tengo, pero no hay votos. Pero creo que un poco de apertura podría producirse. Tal vez también se quede para la siguiente parte del sínodo.
¿Ha visto crecer la oposición a sus propuestas en los últimos días?
No. En la primera fase del Sínodo vi una creciente mayoría a favor de una apertura. Lo vi, pero es más un sentimiento. No hubo votación. Habrá una votación, pero no todavía.
¿Sabe cómo el Santo Padre está viendo el Sínodo y cómo va hasta ahora?
Él no ha hablado, está en silencio, ha escuchado con mucha atención, pero es claramente lo que quiere y eso es evidente. Él quiere a una parte importante del episcopado con él y lo necesita. Él no lo puede hacer en contra de la mayoría del episcopado.
¿Tiene algún sentido que él esté tratando de empujar las cosas en esa dirección?
Él no empuja. Su primer discurso fue la libertad: la libertad de expresión, cada uno debe decir lo que piensa y lo que tiene en mente y esto fue muy positivo. Nadie se pregunta: ¿qué sería lo que el Santo Padre piensa sobre esto? ¿Qué cosas puedo decir? Esta libertad de expresión ha estado muy viva aquí en este Sínodo, más que en otros.
Se ha dicho que añadió a cinco relatores especiales el viernes pasado para ayudar al relator general, el cardenal Peter Erdo. ¿Es porque él está tratando de llevar las cosas de acuerdo a sus deseos?
No veo lo que está pasando por la cabeza del Papa. Pero creo que la mayoría de estas cinco personas son gente abierta que quieren seguir con esto. El problema, además, es que hay diferentes problemas de diferentes continentes y culturas diferentes. África es totalmente diferente de occidente. También los países asiáticos y musulmanes, que son muy diferentes, sobre todo acerca de los gays. No se puede hablar de esto con los africanos y los países musulmanes. No es posible. Es un tema tabú. Paranosotros, que decimos que no debemos discriminar, no queremos discriminar en ciertos aspectos.
¿Pero los participantes africanos fueron escuchados en este sentido?
No, la mayoría de ellos [que sostienen estos puntos de vista no hablará acerca de ellos].
¿No son escuchados?
En África, por supuesto, [sus opiniones son escuchadas], donde es un tabú.
¿Qué ha cambiado para usted, con respecto a la metodología de este Sínodo?
Yo creo que al final tiene que haber una línea general en la Iglesia, criterios generales, pero las cuestiones de África no las podemos resolver. Debe haber espacio también para que las conferencias episcopales locales resuelvan sus problemas, pero yo diría que con África es imposible [para nosotros resolverlos]. Pero no nos deben decir lo que tenemos que hacer.
¿Hay mucha preocupación acerca de su propuesta?
Sí, sí, mucha.
La gente está diciendo que está causando una gran confusión entre los fieles, y están preocupados por ella. ¿Qué dice a eso?
Yo sólo puedo hablar de Alemania, donde la gran mayoría quiere una apertura sobre el divorcio y volver a casarse. Es lo mismo en Gran Bretaña, está en todas partes. Cuando hablo con los laicos, también con los ancianos que están casados desde hace 50 ó 60 años, nunca pensaron en el divorcio, pero lo consideran un problema con su cultura. El Papa también me dijo que [existen tales problemas] en su familia, y él ha mirado a los laicos y ha visto que la gran mayoría están a favor de una apertura razonable y responsable.
Pero la gente siente que la doctrina de la Iglesia va a ser socavada por su propuesta si se aprueba, que está deshaciendo 2000 años de enseñanza de la Iglesia. ¿Cuál es su opinión sobre esto?
Nadie está poniendo en tela de juicio la indisolubilidad del matrimonio. Creo que no sería una ayuda para las personas, pero si se mira a la Palabra de Jesús, hay diferentes evangelios sinópticos en diferentes lugares, en diferentes contextos. Es diferente en el contexto judeo-cristiano y en el contexto helenístico. Marcos y Mateo son diferentes. Ya había un problema en la época apostólica. La Palabra de Jesús es clara, pero ¿cómo aplicarla en situaciones diferentes, complejas? Es un problema para ver con la aplicación de estas palabras.
¿La enseñanza no cambia?
La enseñanza no cambia pero se puede hacer más profunda, puede ser diferente. También hay un cierto crecimiento en la comprensión del Evangelio y de la doctrina, un desarrollo. Nuestro famoso cardenal Newman habló sobre el desarrollo de la doctrina. Esto tampoco es un cambio, sino un desarrollo de la misma línea. Por supuesto, el Papa lo quiere y el mundo lo necesita. Vivimos en un mundo globalizado y no se puede gobernar todo desde la Curia. Tiene que haber una fe común, una disciplina común, pero una aplicación diferente.
(RD/Zenit
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