viernes, 10 de octubre de 2014

Divorciados y vueltos a casar: 

se abre camino la “vía misericordiosa” 

en el Sínodo


 

La ternura del Papa
LA TERNURA DEL PAPA

Emerge clara una tendencia que privilegie respuestas basadas en la misericordia y la comprensión a los fieles que han fracasado en su unión conyugal, pero siempre partiendo de la indisolubilidad del matrimonio


ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ
CIUDAD DEL VATICANO


Un vía misericordiosa con los divorciados y vueltos a casar, que no los margine y más bien los integre a la vida de la Iglesia, se ha abierto paso en las discusiones del Sínodo de los Obispos, la asamblea episcopal convocada por el Papa para analizar los desafíos de la familia en el contexto actual.

El tema de los divorciados volvió a ser puesto sobre el tapete en las últimas discusiones ante el pleno de los 191 padres sinodales, que siguen sesionando a puertas cerradas en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano y ante la presencia del Papa Francisco, que durante todo el encuentro se ha mostrado afable y cercano, sobrio y alejado de todo protocolo.

Dos discursos personales animaron el debate, que ya se planteó en torno a dos grandes ideas: una que sostiene a ultranza la doctrina de la Iglesia (que no acepta la ruptura de los matrimonios) sin abrir posibilidad alguna al análisis de casos especiales y otra más abierta a explorar caminos de acogida, aunque sin poner en riesgo el precepto de la indisolubilidad del matrimonio católico.

Uno de estos mensajes fue pronunciado por el cardenal arzobispo de Viena, Cristophe Schönborn, quien confesó ante el pleno que él es hijo de divorciados, ha vivido en su piel el estigma de vivir en una familia desintegrada y llamó a no ignorar la soledad que se vive en estas situaciones.

Otro obispo clamó: “Hermanos debemos, antes que nada, arrodillarnos delante del espíritu santo. No somos jefes de la misericordia de Dios, lo que Jesús pidió a los apóstoles es evangelizar y sanar”.

Siguiendo en esa misma línea, varios de los participantes en el Sínodo se refirieron al camino penitencial que podrían emprender las personas divorciadas y vueltas a casar a las cuales se les podría, en ciertos casos, conferir la comunión (algo que hasta ahora está vetado).

Según precisó el portavoz Vaticano, Federico Lombardi, se evidenció la necesidad de un itinerario penitencial, acompañado por una reflexión sobre los divorciados que se han quedado solos, que a menudo sufren en silencio, marginados de la vida social.

Algunos obispos incluso dieron ejemplos de cómo ellos siguen caminos penitenciales con parejas divorciados, un itinerario basado en la reflexión sobre el impacto en los hijos de la ruptura, la reparación de las injusticias cometidas contra los ex esposos y cómo se afronta la relación con Dios en la nueva realidad de separados.

 “En segundo lugar, se ha subrayado la necesidad de tutelar a los hijos de los cónyuges divorciados a los impactos psicológicos del divorcio sobre ellos. En este ámbito ha sido recordado que una adecuada pastoral de los niños puede, a menudo, acercar a sus padres a la Iglesia”, agregó Lombardi. 

Sobre la concreta propuesta de abrir a la comunión a los divorciados, uno de los asistentes recordó cómo fue catalogado de “innovador y revolucionario en su tiempo” cuando el Papa Pío X (1903-1914) instauró la apertura de la eucaristía a los niños, que hasta ese momento no la recibían.

También surgió la preocupación de algunos obispos por el impacto del divorcio en los niños, que son tratados como “pelotas de ping pon” que pasan de una casa a otra en los fines de semana.

“¿Qué influencia puede tener en los niños un lenguaje típico del divorcio? Que ellos escuchen hablar de la novia de mi papá, el novio de mi mamá. De eso también se debe reflexionar”, apuntó uno de los obispos.

Sobre las dos líneas de pensamiento prevaleciente sobre este tema en el Sínodo, una de las preguntas lanzadas este viernes al portavoz Lombardi durante su diario encuentro con la prensa fue si él veía que se iba imponiendo una por encima de la otra. Él pidió prudencia y llamó a esperar a la relación después de la disertación, que será presentada el lunes próximo. Pero agregó una frase significativa: “Lo que podemos constatar es que se han dado pequeños pasos, desde el Instrumentum Laboris (documento preparatorio del Sínodo) hasta los discursos de los padres sinodales mandados con anticipación, a la discusión en el pleno”. 

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