miércoles, 18 de septiembre de 2013

Monseñor Ezzati 
"no hay futuro sin memoria"


 La Iglesia Católica abogó hoy, en medio de las celebraciones de las fiestas patrias en Chile, por "verdad, justicia y reconciliación" como base para el reencuentro de los chilenos, a 40 años del golpe militar que en 1973 quebró la democracia en ese país sudamericano con la llegada de Augusto Pinochet.

"No hay futuro sin memoria, el presente brinda la oportunidad de dolernos de nuestros desencuentros y del pasado reciente" afirmó el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, durante un Tedéum ecuménico ofrecido hoy en la catedral de Santiago.

A la ceremonia, tradicional en esta fecha, asistieron unos 3.500 invitados, encabezados por el presidente Sebastián Piñera, autoridades del gobierno, del Legislativo y el Poder Judicial, cuerpo diplomático.

También estuvieron presentes ocho de los nueve candidatos a las presidenciales del próximo 17 de noviembre, con la única excepción del independiente Franco Parisi.

La ceremonia fue ofrecida, además de Ezzati, por dignatarios de diversos credos religiosos, que coincidieron en pedir por la paz y el progreso de Chile, que hoy celebra el 203 aniversario del proceso que condujo al país a su independencia, a comienzos del siglo XIX.

El arzobispo Ezzati centró su predica en la reconstrucción de la democracia, tarea aún pendiente a 40 años del golpe militar, destacando que "verdad, justicia y reconciliación es el camino que hemos propuesto para una vida digna y una convivencia humanizante".

"Más que nunca seguimos creyendo en esta vía, más allá de las dificultades que se ponen", añadió el prelado, que respaldó la necesidad de grandes reformas para cumplir esa tarea: "Hay signos de que nuestro ropaje institucional nos queda estrecho, los ciudadanos piden cambios y reformas profundas", remarcó.

"Que Dios nos ayude a superar toda discriminación, para que se afiancen en la sociedad humana, la igualdad y la justicia", dijo también el arzobispo, para quien la sociedad chilena se enfrenta a "una crisis cultural y espiritual, atizada por un individualismo de personas y de grupo que no nos puede dejar indiferentes".

"Chile es una mesa para todos", subrayó y admitió que "la desigualdad económica y de oportunidades parecen un mal endémico, difícil de corregir".

Citó en seguida al papa Francisco al señalar que "el futuro exige hoy la tarea de rehabilitar la política y hacer una visión humanista de la economía".

Las autoridades e invitados presentes aseguraron después compartir las palabras del arzobispo.

Las festividades patrias chilenas, que se extenderán hasta el próximo domingo, prosiguieron tras el Tedéum en el palacio de La Moneda, donde el presidente Sebastián Piñera ofreció un vino de honor, mientras por la tarde, el mandatario tiene previsto asistir a una función de gala en el Teatro Municipal de Santiago, en la que se ofrecerá la ópera "El Trovador", de Giuseppe Verdi.

El jueves, Sebastián Piñera encabezará una parada militar en homenaje a las glorias del Ejército.

(RD/Agencias)


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