miércoles, 11 de septiembre de 2013

Mes de la Biblia

Pbro. Jorge Trucco
VIGESIMO CUARTO DOMINGO DURANTE EL AÑO
EL DIOS DE JESÚS: 
LA FIESTA POR LA RECONSTRUCCIÓN DE LA VIDA

Ex 32,7-11.13-14: 
"Baja enseguida porque tu pueblo se ha pervertido"
1Tim 1,12-17: 
"Doy gracias a nuestro Señor Jesucristo porque me ha considerado digno de confianza a pesar de mis blasfemias, persecuciones e insolencias anteriores"
Lc 15,1-10: 
"Habrá más alegría en el cielo por un pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no necesitan conversión”.



Si bien podemos ser solidarios con los que sufren, nos cuesta ALEGRARNOS con los que SE ALEGRAN... especialmente cuando son alegrías “económicas...”: Chicos en el colegio, en la Iglesia, etc. A VECES... una cierta ENVIDIA... que nos impide ser felices... Si esto Jesús lo dijo para los judíos de su época, y decimos que los piamonteses somos peores que los judíos... cuánto más lo dirá para nosotros.
Qué diferencia entre la importancia que Jesús le da a UNO SOLO (moneda, oveja),.. mientras nosotros muchas veces estamos tan preocupados por el número!!!.... Tal vez por esto nuestras comunidades no tengan mucha alegría: hay tantos hermanos que faltan!!!... Falta tanto interés por ir a su búsqueda y recibirlos a su vuelta... No es extraño que, con esa estrategia de conservar y cuidar lo que tenemos, antes o después lo perdamos todo.


“El Cura Brochero era un salidor de alma. Brochero salía a buscar y como dice el Evangelio de San Mateo en la Parábola del Banquete, juntaba a buenos y a malos. A todos les daba los Ejercicios Espirituales. Brochero era un salidor, no se quedaba en la casa parroquial.” (Cardenal Bergoglio, septiembre 2008)

                                                                                             
La enfermedad de "cabeza dura", peligra hacerse hereditaria.
Síntomas:
TIENDE A ALEJARSE:  "Se han desviado"/ La oveja, abandona/ Pablo: "yo no era creyente"= lejos de la fe/
NECESIDAD DE SEGURIDADES PALPABLES: Toro de metal (milagrismo)/

Dios no impone su voluntad ni mendiga el cariño de nadie. Respeta la libertad y acepta el riesgo de la desobediencia. CREE QUE EL AMOR PUEDE TRANSFORMAR AL HOMBRE. No castiga ni aplasta, espera en silencio el proceso interior de liberación de cada hombre. ¿No nos hemos inventado un dios?, el del mandato y el miedo, el del premio y castigo... El dios que fabricó una sociedad que tenía necesidad de oprimir a los hombres manteniéndolos en un infantilismo.

El pecado es una decisión libre. Más que un acto malo, es una ACTITUD. Es la tentación: ¿para qué trabajar si puedo vivir a costa de los otros?, ¿para  qué ser fiel en el matrimonio si puedo aprovechar esta fácil oportunidad?, ¿para qué gastar mis horas por la comunidad, para qué, para qué...? Bastan pocos minutos para destruir una familia, pocas horas para destrozar un país levantado en siglos. EL YO INFANTIL: Esto es mío, mi juguete, mi mamá...  Al  abandonar  el hogar,  el  pecado  no es cosa mía, NOS VUELVE CONTRA LA  COMUNIDAD. 

Estas parábolas, junto a la gran parábola del padre y sus dos hijos, intentan contradecir muchos comportamientos que parecen legales o religiosos, e incluso lógicos, pero que ni siquiera son humanos. El Reino de Dios llega por Jesús a todos, pero muy especialmente a los que no tienen oportunidad de ser algo.

Tenemos que cambiar nuestro concepto de Dios-padre, del pecado y del perdón  de los pecados.

Sería preferible hablar de RECONCILIACIÓN del hombre, consigo mismo, con la comunidad y con Dios. Sería mejor hablar de la FIESTA POR LA RECONSTRUCCIÓN DE LA VIDA. ¿Alcanzan cinco minutos de confesionario para quedar con la conciencia tranquila?. La conversión es un proceso, una curación (terapia), si hoy se habla tanto de terapia, ¿no será porque los cristianos nos olvidamos que el perdón es curación?

Moisés  suplica el perdón para su pueblo. Si los pecadores están enfermos de "cabeza dura", la enfermedad de los escribas y fariseos es ni siquiera soportar el amor de Jesús para con los que se equivocan. Pablo se hace creíble porque él también es un pecador convertido.


“Como María en las Bodas de Caná, también el Cura Brochero supo decir a Jesús: “no tienen agua”, “no tienen educación”, “no tienen caminos”, “no tienen medios acordes para encontrarse como hermanos y comercializar sus productos...”. Y él hizo lo que Jesús dijo: ayudó a todos sus contemporáneos a escuchar esa misma voz que abre las cataratas del amor de Dios y que se vuelca en el amor concreto al hermano. Brochero RECONSTRUYÓ LA VIDA: abrió escuelas, fue pionero en abrir un colegio para niñas, proyectó el ferrocarril, y entre todos hicieron caminos, acequias, diques, telégrafos, y la misma Casa de Ejercicios Espirituales”. (Carta de los Obispos Argentinos, abril 2013)



Dios no nos elige por lo "buenos que somos", sino porque estábamos enfermos... muertos y nos devuelve la vida volviéndonos a integrar en la comunidad.

¿No nos habremos olvidado de esto?, ¿no estaremos igual que los fariseos?.  Más que dar y recibir perdón, hay que reconstruir la vida ¿qué podemos aportar?...




Historia del P. Mamerto Menapache



 Cuenta la leyenda finlandesa
que hace mucho, mucho tiempo,
vivía en la tierra una señora muy devota
que rezaba rosarios y hacía novenas.

Era muy devota de los santos
y entre ellos tenía preferencia,
y a los que más quería les prendía más velas.
Lo que nunca hacía
era tener compasión de nadie,
y despreciaba a sus sirvienta.
Nunca dio un pedazo de pan a un pobre
y jamás perdonó una ofensa.
Y le parecía que tener misericordia,
no era un mandamiento digno de ella.

Al fin de muchos años le llegó su turno:
se murió de vieja.
Al llegar al cielo, San Pedro le revisó el legajo
y le cerró la puerta.
Indignada y furibunda le armó un escándalo;
pero San Pedro
no quiso atender a sus protestas.
No encontraba entre sus datos ningún motivo
para abrirle la tranquera.

Se la llevaron nomás los diablos,
y a su llegada le organizaron una "fiesta".

Con todo, sus santos protectores
fueron ante el Padre Eterno a quejarse
y pedir que interviniera.
Y el Padre Eterno,
que quiere que reine la paz en su cielo,
accedió a revisar las cuentas.

Llamó al ángel más fornido
y señalándole allá abajo a la señora,
mandó que fuera y la trajera.

Y allá fue don Ángel de un zumbido,
cayendo entre los diablos
como chimango en pichonera.
La tomó a la Doña ente sus brazos
y dispuso a retomar de vuelta.

Al verlo el diablo que estaba
más cercano de ella,
 se dio cuenta
de que se la llevaban para el cielo,
y quiso aprovechar para huir de los infiernos
y de un salto se aferró a sus piernas.


Otro diablo, al verlo remontarse,
repitió la treta,
y se agarró a los pies de su colega.
Y así uno tras otro se fueron agarrando,
formando una cadena.
Y al irse remontado el ángel,
iba sacando a todos los diablos de infierno
como quien desenrolla una madeja.

La señora del cuento entonces miró a sus pies,
y al ver que los diablos se salvaban con ella,
le entró una tremenda indignación
y comenzó a gritar:
-¡Qué horror, de ninguna manera!

Y comenzó a dar taconazos y patadas,
para librarse de toda esa caterva.
A cada patada se soltaba un diablo,
y con él se rompía la cadena,
que volvía dando tumbos al infierno,
levantando una tremenda polvareda.

Desesperado el primer diablo se aferraba
con las dos manos y los dientes, de sus piernas,
pero un certero taconazo lo tumbó,
justo al llegar a la tranquera.
Y así llegó la señora a presentarse,
ante Dios Padre, y jadeante y satisfecha.

Satisfecha de haber preservado
el orden de las cosas:
los santos en la gloria,
los demonios en la hoguera.

Pero Dios Padre la miró a los ojos,
y tomándola por los hombros
indignado, la arrojó nuevamente a las tinieblas.

Y luego, dirigiéndose a sus santos,
pronunció sentencia eterna:

Un juicio sin misericordia
para quien misericordia no tuviera.
El que tenga los oídos para oír,
que escuche, por favor, y que comprenda.


P. Mamerto Menapace









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