miércoles, 31 de diciembre de 2014
¿Fin de una era,
una nueva civilización o
fin del mundo?
Leonardo Boff
Hay voces de personalidades
muy respetadas que advierten que estamos ya dentro de una Tercera Guerra
Mundial. La más autorizada es la del Papa Francisco. El 13 de septiembre de
este año, al visitar un cementerio de soldados italianos muertos en Radipuglia
cerca de Eslovenia, dijo: “La Tercera Guerra Mundial puede haber comenzado,
combatida por partes, con crímenes, masacres y destrucciones”. El ex-canciller
alemán Helmut Schmidt, de 93 años, advertía el 12 de diciembre de este año
sobre una posible Tercera Guerra Mundial (Boletim Carta Maior del
22/12/2014). Y otras voces autorizadas se hacen oír aquí y allí.
A
mí me convence más el análisis, diría profético pues se está realizando como lo
previó, de Jacques Attali en su conocido libro Breve historia del futuro
(Paidós 1999). Fue asesor de François Mitterand y actualmente preside la
Comisión de los «frenos al crecimiento». Trabaja con un equipo multidisciplinar
altamente cualificado. Él prevé tres escenarios:
(1) el superimperio
compuesto por Estados Unidos y sus aliados. Su fuerza reside en poder destruir
toda la humanidad. Pero está en decadencia debido a la crisis sistémica del
orden capitalista. Se rige por la ideología del Pentágono del «full spectrum
dominance» (dominación de espectro completo) en todos los campos, militar,
ideológico, político, económico y cultural. Pero ha sido superado
económicamente por China y tiene dificultades para someter a todos a la lógica
imperial.
(2) El superconflicto: con la decadencia lenta del imperio se
da una balcanización del mundo, como constatan actualmente los conflictos
regionales en el norte de África, en Oriente Medio, en África y en Ucrania.
Esos conflictos pueden conocer un crescendo con la utilización de armas de
destrucción masiva (veáse Síria, Iraq), después de pequeñas armas nucleares
(existen hoy miles con el formato de un maletín de ejecutivo) que destruyen
poco pero dejan regiones enteras inhabitables durante muchos años debido a la
alta radioactividad. Con el uso generalizado de armas nucleares, químicas y
biológicas se puede llegar a un punto en el que la humanidad se da cuenta de
que puede autodestruirse. Y entonces surge
(3) el escenario final: la
superdemocracia. Para no destruirse a sí misma y a gran parte de la
biosfera, la humanidad elabora un contrato social mundial, con instancias
plurales de gobernabilidad planetaria. Con los bienes y servicios naturales
escasos debemos garantizar la supervivencia de la especie humana y de toda la
comunidad de vida que también está creada y mantenida por la Tierra-Gaia.
Si
esa fase no llegara a surgir, podría ocurrir el fin de la especie humana y de
gran parte de la biosfera. Por culpa de nuestro paradigma civilizatorio
racionalista. Lo expresó bien el economista y humanista Luiz Gonzaga Belluzzo,
recientemente: «El sueño occidental de construir el hábitat humano solamente a
base de la razón, repudiando la tradición y rechazando toda trascendencia, ha
llegado a un callejón sin salida. La razón occidental no consigue realizar
concomitantemente los valores de los derechos humanos universales, las
ambiciones del progreso de la técnica y las promesas de bienestar para todos y
para cada uno» (Carta Capital 21/12/2014). En su irracionalidad, este
tipo de razón, construye los medios de darse fin a sí misma.
El
proceso de evolución deberá posiblemente esperar algunos miles o millones de
años hasta que surja un ser suficientemente complejo, capaz de soportar el
espíritu que, primero, está en el universo y solamente después en nosotros.
Pero
puede también irrumpir una nueva era que conjugue la razón sensible (del amor y
del cuidado) con la razón instrumental-analítica (la tecnociencia). Emergerá,
finalmente, lo que Teilhard de Chardin llamaba ya en 1933 en China la noosfera:
las mentes y los corazones unidos en la solidaridad, en el amor y en el cuidado
con la Casa Común, la Tierra. Attali escribió: «quiero creer, en fin, que el
horror del futuro predicho arriba contribuirá a hacerlo imposible. Entonces se
diseñará la promesa de una Tierra hospitalaria para todos los viajantes de la
vida (op. cit. p. 219).
Y al final nos deja a nosotros los brasileros este
desafío: «Si hay un país que se parece a lo que podría convertirse el mundo, en
lo bueno y en lo malo, ese país es Brasil» (p. 231).
Huellas
El rey, llevado por la curiosidad, tomó en sus manos algunas de las piezas que estaban preparadas para entrar en el horno, de modo que el blando barro quedó en algunos lugares marcado por los dedos del rey.
El dueño, experto comerciante, vio en ello una posibilidad de negocio y guardó cuidadosamente las piezas impresionadas por los dedos del rey y las vendió bajo la advertencia de que eran piezas únicas por llevar en ellas las huellas del soberano del Imperio Británico.
Todos los días nosotros dejamos huellas en las personas pero, ¿te has preguntado si tus huellas son tan valiosas como las de ese rey? Las huellas que dejas, ¿cambian para bien a las personas?, ¿las hacen más valiosas?
Aunque no lo sepas o aún no te hayas percatado, siempre hay gente observándote y todo lo que haces o dices marca sus vidas.
Si eres un padre o madre de familia la responsabilidad con tus hijos es mucho mayor, como cónyuge también dejas huellas, en tu trabajo, la iglesia, con tus amigos, en tu vecindario, en todo lugar en el que estés, siempre dejarás huellas.
Es tu decisión y responsabilidad que esas marcas que dejes en otros sean para bien. Que la gente pueda ser capaz de ver algo diferente en ti y notar cómo sus vidas mejoran con aquello que tú les enseñas, compartes y con el ejemplo que les das.
“Ustedes son la sal de la tierra. Pero ¿para qué sirve la sal si ha perdido su sabor? ¿Pueden lograr que vuelva a ser salada? La descartarán y la pisotearán como algo que no tiene ningún valor”. Mateo 5:13 (NTV)
No te conformes, no seas del montón, muestra que eres hijo del Rey.
Nuestro viñetista -de Religión Digital- se despide y nos deja un capital de arte y humor
José Luis Cortés: "¡Qué bueno que me voy!"
Religion Digital le agradece su obra, su amistad y su sabiduría decantada
Gracias por tanto cariño durante estos años. Y a todos los críticos les supongo buena voluntad (si no, ¡qué mal para ellos!)
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Regresa el hermano Cortés
José Luis Cortés
Empecé a publicar dibujos en 1976: muchos de ustedes todavía no habían nacido. Así que creo que ya me merezco el retiro. Ya no voy a dibujar más. Y no porque no sigan ocurriendo cosas importantes en mi vida (al revés, estoy viviendo cosas muy interesantes), sino porque lo que ahora experimento es cada vez más difícil de expresar, más complejo, muy íntimo. Algo de ello he intentado reflejar en este año de "Universículos".
Gracias por tanto cariño durante estos años. Y a todos los críticos les supongo buena voluntad (si no, ¡qué mal para ellos!).
Feliz año nuevo. Yo, mientras siga viviendo, seré un hombre feliz.
José Luis, hermano Cortés
Nota de la redacción
Cuelga su rotring. José Luis Cortés, el Hermano Cortés deja de pintar y de hacer viñetas. Cierra otra etapa en su vida. En plena cumbre artística se retira. Como él mismo dice, para ser feliz. Pero no se va del todo, porque su obra, sus magníficas viñetas se quedan con nosotros.
Han sido cinco años apretados (desde ya aquel lejano 2010) de sueños y alegrías compartidas. En dos etapas, bien distintas. La primera, con sus viñetas de siempre, auténticas catequesis, que culminó con su libro sobre el Ciclo C. La segunda, con susUniversículos, buscando el "catolicismo universal" de los "cristianos encarnados"
Viñetas como editoriales, viñetas-bocanadas de aire fresco evangélico y, por ende,bofetadas diarias en la cara de los buscadores de herejes y demás inquisidores del universo neocón patrio. Son pocos, pero muerden y, últimamente, están rabiosos. Les dan en la cresta a diario desde lo alto, desde lo más alto.
De su dos etapas nos sentimos orgullosos. Con su presencia en RD, nuestro portal ha dado un salto de calidad, especialmente en ese ámbito de la viñeta o de la imagen, tan descuidado en el universo católico y que nosotros queremos cuidar.
Cortés es el mejor dibujante religioso, sin duda alguna. Y la Iglesia le debería poner en un altar. Sus viñetas han alimentado y siguen alimentando la fe de los sencillos y de los ilustrados. Es lo que tiene ser un genio y un profeta y un hombre libre, que no se debe a nada ni a nadie más que a su conciencia.
Nos honraste con tu obra, con tu amistad y con tus sabios consejos. Siempre gratis et amore, lo cual dice tanto de tu corazón generoso y entregado a las causas nobles. Nos acompañaste con tu buen humor, tus salidas ingeniosas, tu sabiduría decantada de buscador de la trascendencia.
Y seguirás con nosotros. Eres un gran activo para RD. Eres nuestro capital. Y aquí seguirás teniendo abierta tu ventana. Para que los que quieran puedan entrar y echar una risas, esbozar una sonrisa y plantearse las preguntas de un rebelde con causa, de un buscador de las esencias.
Hasta pronto, Hermano Cortés. Y gracias, en nombre de millones de lectores de RD.
martes, 30 de diciembre de 2014
Regreso a la morada de Nerón
Pocas figuras históricas siguen siendo tan polémicas como Nerón, aunque la fuerza del mito ha enterrado la realidad
Nerón pertenece a la estirpe de los grandes tiranos, su fiesta del chivo se ha prolongado a lo largo de los siglos. Pero existe una gran diferencia con los Ceausescu, Sadam Husein, Duvalier, Bokassa, Idi Amín Dadá o el Trujillo que noveló Vargas Llosa: en el caso del emperador romano del siglo I resulta imposible separar la realidad de la leyenda negra. Como escribió la catedrática de Latín de la Universidad de Cambridge Mary Beard: “La mayoría de los emperadores romanos no fueron depuestos porque fueran demonizados, sino que fueron demonizados porque fueron depuestos”. La tradición mantiene que Nerón fue condenado adamnatio memoriae, un castigo que consistía en enterrar todo el legado de un emperador para que su nombre fuese olvidado. En el caso del último miembro de la dinastía Julia Claudia, sus enemigos fracasaron: existen muy pocos personajes históricos sobre los que se hayan escrito tantos tebeos, novelas, óperas, películas o ensayos –el último, Dying Every Day (Muriendo cada día), un magnífico estudio del profesor de Clásicas del Bard College James Romm, en torno a su relación con su tutor, el filósofo estoico cordobés Séneca– y sobre cuya figura se siga debatiendo con tanta intensidad más de 2.000 años después de su desaparición. “¿Cómo no nos iba a fascinar?”, asegura Romm en una entrevista por correo electrónico. “Poder absoluto sobre la mayor parte del mundo conocido unido a los caprichos, la traición, la locura… ¿Puede ofrecer la historia un espectáculo más fascinante?”.
Las dos imágenes más populares del emperador –tocando la lira mientras contemplaba cómo ardía Roma en julio del año 64 y disfrutando de la primera gran masacre de cristianos en el Coliseo– no es que sean falsas, es que son imposibles. Nerón no estaba en la ciudad cuando empezó el incendio, llegó tres días más tarde y se puso al frente de los equipos de rescate (el fuego duró una semana). Casi ningún historiador piensa actualmente que fuese el responsable. En cuanto al Coliseo, fue construido varios años después de su muerte por el primer emperador de la siguiente dinastía, Vespasiano (9-79). Aunque, en una prueba más de la intensidad de su leyenda, acabó por darle su nombre: el monumento fue levantado en el lugar donde Nerón erigió una gigantesca estatua de 35 metros que le representaba como el dios Helios. Durante la Edad Media, el recuerdo de este coloso, hoy perdido, convirtió el Anfiteatro Flavio en el Coliseo.
¿Cómo no iba a fascinarnos? Poder absoluto unido a la traición y la locura”, explica el historiador James Romm, autor de un ensayo sobre Nerón y Séneca
Como ha escrito el profesor de Clásicas de la Universidad de Princeton Edward Champlin en la biografía más reciente del emperador –Nerón (Turner)–, “no hay necesidad de rehabilitar a Nerón: fue un mal hombre y un mal gobernante, pero hay sólidas pruebas que sugieren que nuestras fuentes principales erraron al presentarlo tan mal y crearon así la imagen de un monstruo, desequilibrado y ególatra, que ha regido la imaginación escandalizada de la tradición occidental durante dos milenios. Pero la realidad es más compleja”. La revista National Geographic le dedicó una reciente portada titulada “Repensando a Nerón”. En la otra cara de la polémica están afirmaciones contundentes como la que hace el gran crítico de arte Robert Hughes en su libro Roma (Crítica): “Es de suponer que no es posible que un hombre practique todas las perversiones sexuales conocidas o imaginables, pero es evidente que Nerón tenía un repertorio impresionante de ellas”.
Los restos de su gran palacio romano, la Domus Aurea, la fabulosa Casa Dorada que Nerón ordenó construir después del incendio, situados en el colina del Esquilino, acaban de volver a abrir al público después de permanecer casi diez años cerrados, aunque solo se pueden visitar los fines de semana y con cita previa (es necesario reservar con meses). En realidad, solo han sido accesibles con normalidad entre 1999 y 2005, cuando el palacio fue clausurado por problemas de conservación. Los espacios neronianos, ahora subterráneos, encarnan una metáfora perfecta de su mito: un laberinto de pasillos y estancias enormes, como los datos que se pierden en los rincones de la historia entre juegos de sombras y luces. “La Domus Aurea es impresionante por su arquitectura, pero también por su importancia simbólica”, afirma el historiador francés Joël Schmidt, autor de Néron, Monstre Sanguinaire ou Empereur Visionnaire? (Nerón, ¿monstruo sanguinario o emperador visionario?). “Todos los historiadores describieron sus proporciones gigantescas, su magnífica decoración y la profusión de oro (de ahí viene su nombre de Casa Dorada). El interior albergaba muchísimas obras de arte, traídas directamente de Grecia, sin contar los lagos, jardines, bosques, las fuentes de agua dulce y salada alimentadas por acueductos construidos especialmente para ello”.
A la muerte de Nerón, en el año 68, el palacio fue abandonado y finalmente Trajano (53-117) lo utilizó como cimientos para sus termas, tras haber esquilmado todo el mármol. Redescubierto en el siglo XV, fascinó a los artistas renacentistas y luego a personajes como el Marqués de Sade o Casanova, que dejaron la firma en sus paredes. Rafael, que se deslizaba con sogas hasta lo que entonces eran unos túneles abovedados, creó el estilo grotesco (de gruta) con el que pintó varias estancias del Vaticano en 1519 inspirándose en los frescos de aquel misterioso palacio enterrado –el hecho de que los papas se paseasen durante siglos bajo pinturas inspiradas por el palacio de Nerón es una de las muchas paradojas que emanan del personaje–. Una de las mejores copias de los frescos tal y como los encontraron los artistas del Renacimiento fue realizada por Francisco de Holanda en 1538 y se encuentra en la Biblioteca de El Escorial, en las afueras de Madrid.
A lo largo de los siglos, muchas pinturas se han borrado, y durante la visita guiada, protegidos por cascos de plástico amarillo (obligatorios porque se han producido desprendimientos), en medio del olor a humedad y bajo un frío pegajoso, resulta difícil imaginar lo que fue entonces un palacio luminoso y ajardinado. Pero, tal vez porque por esos espacios circula la leyenda de Nerón, tal vez por la inmensidad de las salas en las que el emperador ofreció alguna de las mejores fiestas de la antigüedad, resulta fascinante. En los alrededores, entre los miles de turistas, los falsos legionarios y los vendedores de aparatos para hacerse selfies, el viajero puede toparse con la Hostaria da Nerone o el hotel El Coloso. “Nerón siempre vende, no podemos olvidar que era un showman”, explica Darius Arya, arqueólogo estadounidense afincado en Roma desde hace 15 años y director del American Institute for Roman Culture.
Nerón cambió las normas de edificación en Roma después del incendio que arrasó la capital del Imperio para evitar que se repitiese el desastre
Durante un paseo por los Foros Imperiales, Arya asegura que, después del incendio, Nerón cambió las normas de edificación para evitar que una catástrofe de estas dimensiones pudiese repetirse. “Solo un idiota quemaría la ciudad. En Roma en aquel momento vivían en torno a un millón de personas y el fuego provocó 200.000 refugiados”, asegura. Ordenó que las calles fuesen más anchas, las casas de pisos –las insulae– más bajas, y, también es cierto, aprovechó la destrucción general para edificar su palacio soñado. Arya encuentra en la Domus Aurea un problema mucho más contemporáneo que afecta a demasiados lugares en Italia, como Pompeya: la conservación del patrimonio. Para salvar el palacio (un proyecto que consiste ante todo en transformar el jardín que hay encima para que los árboles y las infiltraciones dejen de dañar el conjunto arqueológico) son necesarios 32 millones de euros que, sin embargo, no llegan.
¿Quién es el Nerón más cercano a la historia, si esta pregunta tiene respuesta? Claudio César Augusto Germánico nace en Antium (actual Anzio) el 15 de diciembre del año 37. Miembro de la familia imperial, se convierte muy joven, en el año 54, en sucesor de Claudio (11-54), el tercer emperador de la dinastía que instauró Augusto (63-14 a. de C.) y continuaron Tiberio (42-37 a. de C.) y Calígula (12-41). Séneca es el principal consejero de un emperador muy popular. En el año 64, el mayor incendio que ha conocido Roma destruye una parte muy importante de la ciudad. Un año después, tras desactivar un complot, lanza una purga salvaje que le cuesta la vida al filósofo cordobés, entre muchos otros miembros de la élite. Sin embargo, el ejército, harto de sus caprichos –la oligarquía romana nunca le perdonó que participase en concursos de canto y poesía que siempre ganaba (¿quién iba a atreverse a darle un segundo premio?)–, le depone en el año 68. Nerón se suicida para evitar una muerte horrenda a manos de sus antiguos legionarios, que se habían propuesto azotarle hasta la muerte. Como había acabado con todos los posibles herederos de Augusto y no dejó hijos, Roma entró en un periodo de caos –cuatro emperadores en un año–, hasta la instauración de la dinastía Flavia con Vespasiano en el año 69.
El historiador español Juan Luis Posada Sánchez, profesor de la Universidad Antonio de Nebrija y autor de El año de los cuatro emperadores, resume: “Hace ya mucho que los historiadores están intentando rehabilitar la figura de Nerón, un emperador tachado de loco, matricida, incendiario y asesino de cristianos, pero también un artista que protegió las artes y las letras, que gobernó por el pueblo y para el pueblo y que acabó con todos los descendientes de Augusto que pudieran desestabilizar su régimen. Nerón pudo haber tenido trazas tiránicas, sobre todo en la última etapa de su reinado, pero el ejército le puso en su lugar y le llevó a huir y suicidarse”. El ensayista australiano Stephen Dando-Collins, autor de Arde Roma (Ariel), un ensayo sobre el emperador, explica así su final: “Nerón dirigió los esfuerzos para detener el fuego y encabezó la reconstrucción posterior. Pero sus oponentes en el Senado, que despreciaban sus pretensiones artísticas y que añoraban a emperadores soldados como Augusto, vieron que culparle del fuego era una forma de reducir su popularidad, lo que haría más fácil expulsarle del poder. Lo que al final ocurrió”.
Las principales fuentes sobre Nerón provienen de tres historiadores romanos, Suetonio (70-126), Tácito (55-120) y Dión Casio (155-235), y la panoplia de perversiones y crímenes que describen es interminable; algunas de ellas –que mató a su madre, a sus dos primeras esposas y a su hermanastro; que asesinó a todos los que consideró oponentes políticos o un peligro para su poder; que escribía poesía y versos (actividades intolerables para un emperador)– están corroboradas por diferentes fuentes; otras, sin embargo, no: que violó a una virgen vestal, que castró a un hombre para casarse con él, que fundió los lares para convertirlos en dinero, que era un pervertido sexual sin freno. Tampoco es seguro, y es un punto especialmente polémico, que lanzase la primera gran persecución de seguidores de una nueva religión que había nacido en Judea unos años antes. La tradición cristiana mantiene que Pedro y Pablo sufrieron su martirio durante las persecuciones neronianas, que se desataron después de que los cristianos fuesen acusados de quemar Roma en una maniobra para evitar que las culpas recayesen en el emperador. Pero no hay documentos ni evidencias arqueológicas que lo demuestren.
Sí está demostrado que mató a su madre, a su hermanastro y a sus dos primeras esposas. Otros
crímenes que se le atribuyen son dudosos
Suetonio y Tácito son los únicos que citan las persecuciones fuera de la tradición cristiana. Tácito escribió en sus Anales el célebre pasaje sobre su brutalidad: “Nerón buscó rápidamente un culpable, e infringió las más exquisitas torturas sobre un grupo odiado por sus abominaciones, que el populacho llama cristianos. (…) Todo tipo de mofas se unieron a sus ejecuciones. Cubiertos con pellejos de bestias, fueron despedazados por perros y perecieron, o fueron crucificados, o condenados a la hoguera y quemados para servir de iluminación nocturna cuando el día hubiera acabado”. Sin embargo, estos testimonios plantean muchas preguntas. ¿Por qué solo lo cuentan ellos? ¿Por qué emplean el término cristiano que entonces no usaban los romanos? ¿Pudo ser un añadido posterior al texto que manejamos durante su copia en la Edad Media? ¿Por qué no vuelven a producirse persecuciones de cristianos hasta décadas más tarde? Marco Aurelio ha pasado a la historia por su sabiduría (véase Gladiator, donde lo encarna un impecable Richard Harris), pero nadie recuerda sus salvajes persecuciones, como la que tuvo lugar en Lyon en el año 177. Yves Perrin, profesor de Historia y Arqueología Romanas en la Universidad de Saint-Etiène-Lyon y presidente de la Sociedad Internacional de Estudios Neronianos (SIEN), afirma: “Los autores cristianos hacen de Nerón el primer perseguidor de la verdadera fe y esta idea ha atravesado los siglos con errores de bulto, como situar los martirios en el Coliseo, que no existía. Los autores cristianos imponen a la posteridad la idea de que el año 64 representa un cambio de rumbo en la historia: la Roma pagana desaparece bajo el fuego y los mártires garantizan la victoria de la fe verdadera”. La mayoría de los investigadores creen que sí se produjeron persecuciones, aunque ponen en duda que fuesen tan intensas.
Sin embargo, la fuerza de la ficción es imbatible. Por muchos ensayos que se escriban, resulta casi imposible separar en la imaginación occidental a Nerón del sádico, caprichoso, vicioso e infantil emperador que dibuja Peter Ustinov en una de las mejores versiones cinematográficas de Quo Vadis (Mervyn LeRoy, 1951), la famosa novela que ofrece una reconstrucción mítica de los orígenes del cristianismo, publicada por el premio Nobel polaco Henryk Sienkiewicz a finales del XIX. Y encima la ponen en televisión cada Semana Santa. James Romm asegura: “La pérdida de fuentes contemporáneas es un problema, pero son todavía más frustrantes los silencios y las opacidades del propio Séneca. Escribió muchos volúmenes, pero nunca dijo la verdad sobre lo que había hecho o visto junto a Nerón”. La realidad, como la Domus Aurea, se encuentra enterrada bajo demasiadas capas de mitos para que algún día pueda llegar a derrotar a la leyenda.
Papa Francisco
Bergoglio afronta el tercer año de pontificado con múltiples desafíos
El Papa Francisco,
'Hombre del Año'
para el diario ABC
"No tiene miedo a gastarse. Prefiere emplearse a fondo y acabar pronto"
El otro acontecimiento, en el cual el Papa se juega su popularidad y parte de su poder, es el segundo sínodo dedicado a la familia
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El Papa y el Muro de las Lamentaciones
El diario ABC acaba de elegir al Papa Francisco 'Hombre del Año'. Y es que "a lo largo del 2014 su figura se ha ido agigantando hasta perfilarse como un ‘Papa del mundo' y no sólo de los católicos, en un plazo mucho más breve que Juan Pablo II", explica el periódico español al aducir los motivos de su elección.
Y añade, entre otras cosas, "le admiran personas lejanas de la fe y lejanas de Roma.Paradójicamente, le detestan algunos miembros de su propia retaguardia, especialmente en la Curia vaticana, cuya simplificación eliminará muchos puestos de jefes que se creían imprescindibles. Algunos contraatacan con maniobras de deslegitimación a través de sus peones, creando la imagen de un Papa sospechoso en la doctrina. Lo mismo hacen algunos obispos "príncipes", enfadados con las críticas e incluso con el ejemplo de Francisco".
Y concluye el diario de Vocento: "Lo que el Papa no sabe hacer bien es descansar. El pasado mes de junio se desplomó tres veces por agotamiento. Pero no parece preocuparle. No tiene miedo a gastarse. Prefiere emplearse a fondo y acabar pronto: "dos o tres años, y después... ¡a la casa del Padre!".
Los retos del 2015
El año 2015 se anuncia muy cargado para el papa Francisco, con viajes a los cuatro rincones del planeta, una encíclica sobre el medioambiente, la reforma del gobierno de la Iglesia o un nuevo sínodo sobre la familia.
El pontífice no tendrá descanso ya que, pasadas las fiestas, reunirá a los embajadorespara explicarles el papel que desempeñó la Iglesia Católica en la reconciliación entre Cuba y Estados Unidos. También hablará de la "tercera guerra mundial en cuotas" que denunció en octubre pasado.
El 12 de enero, Francisco, de 78 años, emprenderá un viaje a Sri Lanka y Filipinas, cuyo momento culminante será el 18 de enero en Manila, donde celebrará una misa ante cientos de miles de fieles. Durante la gira el primer papa latinoamericano irá al encuentro de Asia, un mosaico de múltiples religiones que le fascina, con la mirada puesta siempre en China. El Vaticano sueña con la posibilidad de lograr un acercamiento con el gigante asiático.
En febrero, Francisco presidirá un consistorio, que reúne a todos los cardenales del mundo, para exponer su proyecto de reforma de la curia, el gobierno central de la Iglesia. En esa ocasión, creará una decena de cardenales. La reunión podría ser extremadamente tensa después de que el Papa lanzara en diciembre, con un lenguaje poco diplomático que sorprendió a los observadores, una seria advertencia a la curia. Al presentar los saludos navideños a la curia, en la Sala Clementina del Vaticano, el papa reseñó las 15 enfermedades que la amenazan, incluyendo la sed de poder, la arrogancia y la corrupción.
La reforma de la curia es la más importante del Vaticano después de la económica y financiera puesta en marcha cuando asumió el destino de la Iglesia Católica.
En la primavera está prevista la publicación de una encíclica sobre la ecología humana y el medioambiente, un texto en el que el Papa lleva meses trabajando.
En el Vaticano no se descarta la posibilidad de una cumbre interreligiosa sobre ese tema pocos meses antes de la Conferencia de París sobre el clima, programada para finales de 2015.
A mediados de diciembre, ante los obispos franceses, el Papa enumeró la lista de ocho o nueve viajes previstos en 2015, sin que trascendieran los nombres de los países. Cuatro o cinco ya están programados, entre ellos un viaje a Estados Unidos a fines de septiembre para asistir al Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia. Durante ese viaje, el Papa irá a Washington y a Nueva York, donde debe pronunciar un discurso ante la ONU.
Francisco irá también a la frontera con México, por donde transitan cientos de miles de latinoamericanos que aspiran a instalarse en Estados Unidos.
El Papa podría visitar dos países latinoamericanos, los más citados son Bolivia y El Salvador, cuyo arzobispo mártir, monseñor Óscar Romero, asesinado en 1980, podría ser beatificado próximamente.
Probablemente el pontífice también viaje a África, continente que todavía no visitó. El país elegido podría ser Uganda para participar en la conmemoración de la canonización de 22 mártires por parte del papa Pablo VI en 1964.
También están programados un viaje a España, donde visitará Ávila, la ciudad de Santa Teresa de Jesús, y Francia, con visitas a París, Lourdes y otra ciudad aún no designada. Sin embargo, la agenda del Papa está tan cargada que es posible que la visita a Francia se aplace a 2016.
Además, en 2015 el Papa abordará dos temas importantes para la Iglesia. Uno de ellos es la celebración del 'Año a la vida consagrada', que concierne a unos 710.000 religiosas y 55.000 religiosos (no sacerdotes) en el mundo.
El Papa dedicará una importante actividad para tratar el problema de la caída de las vocaciones, el envejecimiento de los religiosos y los problemas financieros. El otro acontecimiento, en el cual el Papa se juega su popularidad y parte de su poder, es el segundo sínodo dedicado a la familia, previsto en otoño.
El primer sínodo sobre este tema, en octubre pasado, dio lugar a importantes discusiones sobre cuestiones delicados como el lugar en la Iglesia de los divorciados que volvieron a casarse, los homosexuales, la poligamia y los casamientos interreligiosos.
Para el Papa el éxito de ese sínodo, que preparará meticulosamente, el objetivo principal de este año que se anuncia lleno de desafíos. (RD/Agencias)
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