jueves, 27 de noviembre de 2014

Antiparábola, 

enterrar los talentos (Aizpurúa y Zabala)

Xabier Pikaza


Comenté el pasado 14 la parábola de los talentos, en una línea más bien tradicional. Pues bien, mi amigo P. Zabala me envío un comentario del nuestro común amigo Fidel Aizpurúa, poniendo de relieve la otra cara de la famosa parábola.

Enterrar el "dinero" puede ser una forma de protestar contra el amo egoísta que quiere a toda costa producir y producir, en una sociedad despiadada, donde los menos aptos o menos aprovechados quedan en la cuneta.
Perdón, Pedro, perdón Fidel, por no haber publicado a tiempo el comentario, pero ando un poco desbordado con el blog. Lo hago ahora, pues el tema tiene una importancia sorprendente, como verá quien siga leyendo. No olvidemos que las parábolas son parábolas, es decir, enigmas y símbolos para pensar, que nos dejan en libertad ante la vida, nosoluciones express, como las que buscan muchos. Así me escribe Pedro.

Querido Xabier:
Te envío "otra" interpretación de esta parábola que me me envía Fidel Aizpurúa:

1. La parábola de los tales es un "antiparábola", hay que leerla en contra, no a favor. La lectura en contra es de adultos y muy productiva.
2. Está escrita en una sociedad en cuyo imaginario los bienes son limitados. Si uno acumula bienes, es que está robando a otro. Uno que acumula no puede ser ejemplo del reino.
3. El rey es un egoísta de tomo y lomo. Utiliza a sus siervos para su lucro. Es verdad que les da un premio, el mando de 10 ciudades o de cinco, pero el dinero ganado por ellos va a las arcas del rey, no a ningún bien social. eso de hacer producir los talentos es una interpretación interesada.
4. Por eso la actitud correcta es la de quien entierra con temor el talento y lo devuelve íntegro. es un antisistema, se decide a romper el cordón umbilical con la explotación, dice basta, hasta aquí hemos llegado. por eso no solamente entierra, sino que devuelve sin intereses, no quiere que el rey se lucre en nada de él.
5. La ira del rey, del sistema, es comprensible. De ahí que la condena final es la confirmación de que el siervo ha obrado bien. Le hace pupa al sistema en su ambición. Así se entienden esas duras palabras: es la respuesta airada del sistema puesto en evidencia. Creo que esta respuesta convendría más a la señora a la que aludes.
Te puede parecer pintoresca esta interpretación pero para tu información te diré que EUSEBIO DE CESAREA, santo padre de la Iglesia, dice que el EVANGELIO DE LOS NAZARENOS (apócrifo perdido) ya daba esta interpretación. O sea, que no inventamos nada.

Bueno, un saludo de nuevo
(Fidel Aizpurúa, Pedro Zabala)

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