jueves, 17 de abril de 2014

jesuita

1. PERDON. Padre, perdónales porque no saben lo que hacen (Lc 23,34)
Es difícil perdonar. El dolor, el orgullo, la propia dignidad, cuando es violentada, grita pidiendo "justicia", buscando "reparación", exigiendo "venganza"... pero, ¿perdón ?
Me sorprendes, Dios bueno, en esa cruz... porque eres capaz de seguir viendo humanidad en tus verdugos. Porque eres capaz de seguir creyendo que hay esperanza para quien clava en una cruz a su semejante. Porque, esta palabra de perdón, dicha desde un madero, es sobre todo una declaración eterna: el hombre, todo hombre y mujer, todo ser humano, conserva su capacidad de amar en las circunstancias más adversas. Y todo ser humano, hasta el que es capaz de las acciones más abyectas, sigue teniendo un germen de humanidad que permite que haya esperanza para él. Y atreverse a verlo es hermoso. Dios también me sigue perdonando hoy, por cosas que en mi vida destruyen, rompen, hieren a otros, a mi mundo... por mi pecado.
Reflexionemos...
- ¿He sido perdonado?
- ¿He perdonado alguna vez?
- ¿Hasta qué punto creo que la gente puede equivocarse y seguir siendo digna de confianza?

2. CONTIGO. Hoy estarás conmigo en el paraíso (Lc 23,43)
Una promesa que muchas gentes tienen que oír hoy. En cruces injustas, en cruces pesadas; en realidades atravesadas por el dolor, la soledad, la duda, la incomprensión o el llanto... ¿cómo sonarán esas palabras, dichas desde la confianza de quien no tiene por qué mentir? Hoy estarás conmigo en el paraíso.
Hoy, porque los cambios, la nueva creación, la humanidad reconciliada, no tiene que esperar más. HOY, ahora, ya...tal vez si no llega ese hoy es por tanta gente que no decide, no opta, espera sentada...
Conmigo... Tengo que conocerte mejor, pues ese "conmigo" me suena a promesa y despierta ecos de una plenitud que no termino de entender.
En el paraíso... que no es un mítico edén, sino ese lugar en el que no habrá más llantos, en que las lanzas serán podaderas, el niño y el león jugarán juntos, habrá paz...
Reflexionemos...
- ¿Cómo VIVIR hoy en el paraíso?
- En este momento ¿a quién le podemos dar esperanza?
- ¿Cómo estar hoy con Jesús en el mundo?

3. APOYO. He aquí a tu Hijo: he ahí a tu madre. (Jn 19,26)
Alguien para acompañarte en las horas difíciles. Alguien que te sostenga en estos momentos trágicos. Alguien que comparta tu pérdida... y que también estará en las horas buenas, que llegarán. Alguien que te cuide y a quien cuides...
No estamos solos, ni en las horas más oscuras. Amigos, madres, hijos, parejas, colegas. Y como creyentes, tenemos a más gente al pie de la misma cruz, a innumerables hombres y mujeres de Iglesia que han sido y son compañeros de camino, de esfuerzo, de lucha, de errores, de búsquedas y de amor.
Reflexionemos...
¿Ayudas a otros a afrontar los momentos difíciles?
¿Quién puede contar contigo?

4. SOLEDAD. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Mt 27,46)
¿Quién no tiene momentos de noche oscura? De depresión, de inseguridad, de absoluta incertidumbre... Esos momentos en los que parece que todas tus opciones han sido equivocadas, que cada decisión te ha llevado por un sendero erróneo. Esos tiempos en que te muerde la soledad, el fracaso, la miseria propia y ajena. ¿Quién no tiene momentos de escepticismo, de sinsentido, de amargura? ¿Quién no se pregunta, tal vez por un instante fugaz pero punzante, dónde está Dios ahora? La duda no es inhumana, ni el enfado, ni el miedo... El reto está en no ceder, en no creer que todo ha sido una mentira. El desafío es no abandonar, no rendirse, no capitular en esos momentos.
Reflexionemos...
¿Aceptas el que pueda haber momentos en que "no sientes" a Dios, y sin embargo, te atreves a seguir adelante con proyectos, compromisos y esfuerzos en su nombre?

5. SED. Tengo Sed... (Jn 19,28)
Grita el hombre con la garganta reseca. Quiero justicia, clama la joven utilizada en los burdeles del mundo. "Pan", pide el niño con la barriga inflada de aire y de hambre. Paz, exclama el testigo de atrocidades sin fin. Amor, pide el muchacho solitario por ser extraño. Casa, sueña el mendigo que duerme en un banco. Trabajo, suspira una joven que se siente fracasar. Libertad, escribe el presidiario en sus poemas. Salud, recita el enfermo desde su cama... Voces de pena, voces de llanto, voces que reflejan los dolores del mundo. Hay alaridos, y también susurros, todos cargados de pena. Tu voz en la cruz recoge todos esos aullidos de la humanidad rota. Y no hay explicación. No hay sentido. No hay justicia. Sólo un grito más: "Basta ya".
Reflexionemos...
¿A quién necesitas atreverte a escuchar?
¿Qué gritos escuchas tú? ¿Cerca? ¿Lejos? ¿Qué hacer?

6. COMPROMISO. Todo está cumplido. (Jn 19,30)
Qué suerte acostarse cada día y poder mirar atrás y decir: "estuvo bien". Qué alegría cuando uno siente que ha hecho lo que tenía que hacer. Sí, mañana de nuevo comenzará el esfuerzo diario... pero al menos por ahora está hecho. Al menos por ahora puedo recostarme en silencio, y siento que he podido... Todos tenemos nuestras luchas pequeñas o grandes, nuestros compromisos que nos cuestan sudor y a veces lágrimas, pero que queremos vivir... y cada día tiene algo de tarea y misión. Y cada año, y cada etapa del camino... Ojalá pueda, a veces, aun cargado de ingenuidad, mirar atrás y sentir que las cosas se van cumpliendo, y reposarme en ti.
Reflexionemos...
- ¿Has caminado y cubierto etapas, sabiendo que el camino continua pero tus huellas están atrás?

7. SENTIDO. En tus manos encomiendo mi espíritu. (Lc 23,46)
No sólo el día de la muerte, sino cada día. En este mundo que en todo busca seguridades, que en todo quiere tener salvavidas. En este mundo que me invita a tener siempre cubiertas las espaldas...quiero arriesgar, apostar por ti y tu proyecto y tu Reino. Quiero saberme confiado, atravesar tormentas o espacios serenos, sintiendo que en tus manos voy protegido. Que tus manos curan, acarician, sanan, acunan, sostienen... firmes y tiernas a la vez.
Reflexionemos...
¿Qué está cumplido en tu vida?
¿Qué huellas vas dejando en los corazones de los tuyos?
¿Qué vas construyendo?

Tomado de www.pastoralsj.org

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