Trinidad,
viaje al interior de Dios
y al exterior de los hombres (con Mateo)
Xabier Pikaza
Celebra este domingo la iglesia la Fiesta de la Trinidad, como culmen y compendio de todas las fiestas del año: del Dios que es Padre, es Hijo y es Espíritu.
La formulación más clara de la Trinidad la ofrece el final Evangelio de Mateo, que culmina con la gran palabra del envío:
Id al mundo entero,
ofreced este camino (evangelio) a todas las naciones,
bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
y yo (Jesús) estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos.
Éste es el desenlace y fin del evangelio, que hoy quiero interpretar como viaje al interior de Dios, siguiendo el esquema y camino del evangelio de Mateo, con los textos más significativos que van jalonando esa marcha, con Jesús, desde su nacimiento hasta su pascua.
-- Es un viaje al interior de Dios, como vida de amor que se revela en la historia de los hombres, vida que los textos primordiales de Mateo (1, 18-25; 3, 17-17; 11, 25-30; 17, 1-8 y sobre todo 28, 16-20) interpretan y entienden como Padre, Hijo y Espíritu Santo.
-- Es un viaje que culmina en forma de Universalidad Humana, pues el Dios Padre, Hijo y Espíritu vincula en amor (en futuro de salvación) a todos los pueblos de la tierra, judíos y gentiles, cristianos y no cristianos. De esa forma, el vieja al interior se convierte en viaje al exterior de todos los hombres y mujeres.
Como verá el lector por la imagen, presentaré los momentos básicos de este "viaje trinitario", al interior de Dios y al Exterior de todos los hombres, en una Vigilia de Oración y Reflexión, que se celebrará en Valencia, el próximo sábado.
Allí invito a los que quieran acudir. Los otros podrán ver el esquema general, con los momentos básicos de este gran gran camino: Cuanto más entremos en Dios más podremos extendernos en solidaridad de amor y justicia hacia todos los hombres y mujeres de la tierra, porque el interior de Dios es principio de reconciliación y unidad (en la diversidad) de todos los pueblos y personas del mundo.
En los días próximos, como corresponde a este fiesta, presentaré otras facetas del Dios Trinitario. Buen fin de semana a todos.
MATEO, UN VIAJE AL INTERIOR DE DIOS
1. Introducción, dos nombres de Dios:
a. Biblia entera, la Iglesia: Itinerario de Dios a los hombres
b. Mateo: Un viaje al interior de Dios. Del Emmanuel, Dios con nosotros (1, 18-25) al “yo estoy con vosotros” del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (28, 16-20)
2. Evangelio de la infancia, Mt 1-2: Comienzo de un camino de oración-vida con Jesús
a. Oración de la historia (genealogía: 1, 1-17). Con todo tu pasado, las edades del hombre, tus edades.
b. La fe de José (1, 18-28): Toma a María y al niño, camina con ella, una vida acompañada
c. La oración de los “magos” (Mt 2): Una estrella en tu camino, desde tu propio Oriente
3. Iniciación y tentación, Mt 3-4. Despertar a la oración, una vida como prueba en Dios
a. Juan, el Maestro (Mt 3). Conversión, ante el río de la vida, ante la gracia del perdón
b. El Tentador, anti-trinidad (Mt 4): pan/capital, engaño/milagro y poder/opresión.
4. Una experiencia bautismal. Oración, bautismo en Dios, la vida (3, 16-17)
a. Al “salir” del agua, en el fondo de tu conversión: Dios viaja/vive en ti (eres su presencia).
b. La “paloma” de la vida (el Espíritu que vuela), la “voz” del Padre: ¡Eres mi hijo!
5. Decídete: con-versión, meta-noia, tu verdadera realidad (4, 17).
a. Todo se centra en con-vertíos, meta-noéite (shub): Juan ante el río (1, 2), Jesús en la Montaña (4, 7)
b. Conversión (meta-noia): es pensar/ser (noein) de otra manera, más allá del pensamiento
c. Esa meta-noia no es penitencia, sino revelación viaje y presencia de Dios en nuestra vida
d. Porque viene el Reino: Del Reino que viene (como don de Dios) nace la meta-noia
6. No hagáis vuestra justicia para que es vean… Justicia como transparencia ante el Padre (6, 1-18).
a. Justicia es limosna (6, 1-4): Que tu vida y posesiones sean don para los otros, ante el Padre.
b. Justicia es oración (6, 5-15): Que tu palabra sea diálogo de amor/vida, desde el Padre
c. Justicia es ayuno (6, 16-18): Que puedas así regalar tu vida, no cerrarte en ti mismo.
7. Cuando oréis… (6, 5-15). Manual de vida interior, una experiencia total
a. No hagas, como los hipócritas en la pura calle… Entra en tu “cámara secreta”, donde mora el Padre
b. No repitas palabras, como los gentiles: Dios “te sabe”, te conoce; déjate conocer y habitar por él
c. Oración universal, Padrenuestro: Reino y Santidad, Pan y Perdón, con Libertad
d. La oración es el Perdón: Perdonarlo todo y a todos, dejarte transformar por el perdón que es Dios
8. No os preocupéis, buscar el Reino y lo demás se os dará por añadidura (6, 25-34)
a. Como los pájaros del cielo… El pan es don: Recíbelo, compártelo, regálalo en amor. Confía
b. Como los lirios del campo… Tu “vestido” es Dios, Dios es tu honra. Goza por ello, resplandece
c. Dios es Amor, es Reino compartido, es Gratuidad. No te destruya la preocupación…
9. Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá (7, 7-11)
a. Las tres tareas del viaje: Pedir, buscar, llamar… El Reino y respuesta de Dios en el mismo camino
b. Pedir es influir en Dios, colaborar con él, abriendo juntos el camino. Dios busca en nosotros
c. Ante la Gran Puerta: ¡Rompe la tela/puerta de este dulce/fuerte encuentro! Que podamos nacer en ti
10. Gracias te doy, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado estás cosas… (11, 25-27)
a. Has ocultado estas cosas… (=los sabios/prudentes no entienden, se cierran en sí mismos)
b. Las has revelado a los pequeños (=oración como descubrimiento de Dios en la pequeñez de la vida)
c. Todo me lo ha dado mi Padre. Oración de Jesús, nuestra oración: Dios no regala todo su “ser”
11. Misericordia quiero y no sacrificio, oración encarnada (9, 13; 12,7, con Oseas 6,6).
a. La oración no es sacrificio, matar para Dios corderos, “matarse” uno a sí mismo, sino vivir, dar vida.
b. La oración es misericordia: perdonar (9, 13), hacer que todos coman (12, 7)
c. Misericordia (Ex 34) es rehem (amor entrañable), hen (gratuidad), hesed (pacto) y emunah (verdad).
12. Orar, acción de gracias por la comida: multiplicar/compartir los panes (14, 15-21; 15, 32-38)
a. Eulogêsen (bendecir) a Dios por el pan compartido (14, 19). Eulogía, oración israelita
b. Eukharistêsas (dando gracias)… partió/compartió el pan (15, 37). Eucaristía, oración cristiana
13. Orar, negarse uno a sí mismo, ganar (descubrir, recibir) la propia vida (16, 24-28)
a. Quien quiera seguirme, niéguese a sí mismo. Hay un “sí mismo” falso, que destruye al ser humano
b. Descubrir el “sí mismo” en el camino de Jesús, dejar así que Dios se expresa y sea en mi vida
c. Ganar todo el mundo, perder la propia vida… Lo que importa es que seas tú mismo (Dios en ti).
14. Orar es subir con Jesús a la montaña y escuchar la Voz: ¡Éste es mi Hijo, tú eres mi hijo! (17, 1-8)
a. Pedro, Santiago, Juan: Tres orantes, todos los orantes, en el monte (Sinai, Tabor, Carmelo, Gólgota)
b. El testimonio, más allá de la nube, Jesús y sus “compañeros”: Moisés y Elías (también tú)
c. La Voz: Dios Padre como una llamada: ¡Seguidle, escucharle!
15. Oración de sanación: bajar de la montaña, curar al hijo “lunático” (17, 9-21)
a. Bajar de la montaña, al valle de la vida (Salve: de lágrimas) donde nadie puede curar al niño enfermo
b. Un niño “selêniakós” (lunático): como poseído por un poder cósmico dislocado
c. Orar es fe para curar: ¡Si tuvierais fe (=oración…), como un grano de mostaza dirías a ese monte…
16. Donde dos o tres se unan: oración de comunión, oración de presencia (18, 19-20)
a. Donde dos se unan y pidan juntos, mi Padre se lo concederá (orar es pedir; orar es unirse…)
b. Donde dos o tres se unan en mi Nombre… allí estoy yo en medio de ellos (Jesús es la comunión)
c. El plano vertical (Dios) y el horizontal (unión de hermanos) se vinculan en el Cristo.
17. No llaméis a nadie Rabbi, Padre, Catequeta… Sólo hay un Padre, todos sois hermanos (23, 8-12)
a. Nadie es “maestro” de oración de nadie, todos somos compañeros de camino
b. Contra todo “dominio” espiritual, contra toda imposición orante. Orar es comunión en libertad
18. Que nadie os engañe, vendrán muchos en mi nombre diciendo “soy el Cristo” (23, 4-8 y 13, 17-20)
a. Contra todos los engaños apocalípticos de los agoreros del miedo, no os dejéis engañar (23, 4-8)
b. No os preocupéis de defenderos, el Espíritu de mi Padre os dará la Palabra, os defenderá… (13, 17-20)
c. En esa línea ha elaborado el evangelio de Juan la teología del “paráclito”: Espíritu consolador-defensor
19. Oración es Eucaristía: ¡Esto es mi cuerpo, ésta es la sangre de mi alianza…! (26, 26-30)
a. Orar es dar la vida a Dios por los otros, como pan. Así dice y hace Jesús: Esto es mi cuerpo
b. Orar es entregarse, regalar la propia vida (no cosas, bienes externos): Esta es la sangre de mi alianza
20 Oración es Getsemaní, prueba y don final: aparta de mí este cáliz (26, 36-46)
a. Descubrir la voluntad de Dios y cumplirla (Padrenuestro: hágase…), en el fracaso del propio plan…
b. Velad conmigo: mantenerse vigilantes en la hora (en la noche, en la prueba).
c. Es la soledad final ante Dios, la vida entera como don, el gran regalo en la impotencia poderosa.
21. Orar es confesar la propia identidad, no negarse y negarla ante el “Sanedrín” (26, 59-66)
a. El tribunal acusa, el mundo juzga…El camino de oración te lleva ante la justicia de este mundo
b. Jesús responde: ¡Yo soy, y veréis…! Veréis el Hijo del Hombre, el defensor de los pobres
c. Frente al riesgo de Pedro, que no confiesa. No ha sido capaz de mantener la oración…
22. Oración del silencio ante Pilato: ¿Eres el Rey de los judíos? ¡Tú lo dices! (27, 3-25)
a. Jesús no se defiende, no argumenta, sólo contesta: ¡Tú lo dices! El juicio está fijado de antemano.
b. Sin una meta-noia (un pensar distinto) no se entiende el camino de Jesús. Hacen con él, él calla.
c. Querer que todos vean (descubran) esa nueva dimensión (meta-noia), eso es la oración
24. Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado? (27, 46)
a. Diálogo con Dios, sin respuesta en este mundo (a este lado del velo: cf. 27, 51)
b. La vida entera como gran pregunta elevada a Dios, desde la fidelidad en ese mundo
c. La muerte como oración suprema: Una muerte preparada y acogida por fidelidad a Dios.
25. Del interior de Dios, al gran mandato de presencia/misión universal (28, 16-20)
a. La muerte de Jesús ha sido ya resurrección: culminación del “viaje” al interior de Dios
b. La muerte pascual de Jesús se expresa como experiencia de resurrección para sus discípulos
c. La pascua como es universal: “id a todos los pueblos, bautizándoles en el nombre del Padre, Hijo, Espíritu Santo
d. Yo estoy con vosotros todos los días… Para que así realicemos el mismo viaje de Jesús.
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