domingo, 20 de marzo de 2016

Religiosos católicos reconocen que “parte de la iglesia fue cómplice del terrorismo de Estado”

Lo aseguró la Conferencia Argentina de Religiosos y Religiosas (Confar). Por otro lado, la Conferencia Episcopal digo que el golpe de 1976 es un hecho que "nunca más" debe repetirse y que tampoco puede ser olvidado por los argentinos.

Por Agencia DyN
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La Conferencia Argentina de Religiosos y Religiosas (Confar) reconoció hoy que "parte de Iglesia fue cómplice del terrorismo de Estado" que devino tras el golpe cívico-militar del 24 de marzo y reivindicó la figura de obispos, sacerdotes y monjas que se comprometieron con los familiares de desparecidos y dieron su vida por un país mejor. 
"Este 24 de marzo, coincide con ese Jueves Santo, cuando hacemos memoria del golpe de estado cívico-militar en nuestro país, como en varios países Latinoamericanos, 40 años atrás. No fue una guerra, fue un Estado que se volvió terrorista, para imponer un modelo económico que saqueó a nuestro país y lo endeudó impunemente", aseveraron. 
En una carta por la memoria, advirtieron que "así como hacemos memoria de esos mártires y profetas, como íconos de tantos movidos por el Evangelio, no podemos dejar de reconocer que parte de nuestra Iglesia ha sido cómplice de ese terrorismo de Estado", por lo que consideraron que "la mejor manera de pedir perdón es ponernos al lado de los 'crucificados' para seguir haciendo una Patria de hermanos".
"Así como a Jesús, en la noche o a la luz del día, detenían y desaparecían miles de hermanos, decimos 30.000 pero sabemos que fueron muchos más. Mucho de ellos sin ningún juicio, sin ninguna defensa posible, después de torturarlos los tiraron vivos al mar", aseguraron. "Esto pasó en nuestro país y no lo podemos olvidar. Claro que hubo delitos, pero los delitos tienen un procedimiento, un juicio para determinar si es culpable o no", agregaron. 
La Confar destacó el testimonio de muchos religiosos y religiosas que "derramaron su sangre por querer crear un país más justo y solidario" y rescató el compromiso de las Madres de Plaza de Mayo que fueron "paridas por sus hijos" y por amor los buscaron y de las Abuelas que "buscando a los hijos de sus hijos, los nietos recuperados". 
Asimismo, consideró "un signo de esperanza en medio del horror" el compromiso con los familiares de desparecidos de Fray Antonio Puigjané y los obispos Jorge Novak y Jaime de Nevares. Los religiosos hicieron memoria también de las monjas francesas Alice Dumon y Leonie Duquet, que "acompañaron de cerca al Movimiento de los Derechos Humanos que se iba gestando en la década de los 70. Ellas también fueron detenidas y desaparecidas junto a otras diez personas en la Iglesia de la Santa Cruz". 
Los religiosos recordaron también la masacre de los palotinos en San Patricio, al barrendero Mauricio Silva, Carlos de Dios Murias, al cura Gabriel Longueville, al obispo Enrique Angelelli y al laico Wenceslao Perdernera que "derramaron su sangre por el Evangelio en tierra riojana".

Conferencia Episcopal
La Conferencia Episcopal Argentina advirtió hoy que el golpe militar que provocó la ruptura del orden constitucional y del estado de derecho en 1976 es un hecho que "nunca más" debe repetirse y que tampoco puede ser olvidado por los argentinos. 
En un mensaje por los cuarenta años del golpe que dio inicio a la última dictadura militar, la Iglesia condenó que el "terrorismo de Estado" haya perpetrado crímenes como la desaparición de personas y urgió a seguir transitando el camino democrático para alcanzar la concordia y la amistad social. "El próximo 24 de marzo se cumplen cuarenta años de la ruptura del orden constitucional y del estado de derecho. Un hecho que nunca más se debe repetir ni podemos olvidar", sostuvo en la declaración.
"Era un momento complejo y difícil para toda la sociedad. Argentina vivía una escalada de violencia que culminó en el terrorismo de Estado, protagonista de crímenes de diversa índole, entre ellos: la tortura, el asesinato, la desaparición de personas y el secuestro de niños", aseveró. Los obispos afirmaron que los argentinos no pueden dejar de preguntarse "cómo se pudo llegar al período más oscuro de nuestra historia" y alertaron que "sus consecuencias de enfrentamientos, dolor y muerte aún permanecen y se nos presentan como un pasado que tenemos que afrontar y sanar".
 "La vuelta a la democracia marcó el inicio de un camino de verdad, de justicia y de encuentro entre todos, que urge seguir transitando, para alcanzar la concordia y la amistad social", agregaron. Tras subrayar que el reconocimiento de los derechos inalienables de la persona "constituye la base indispensable de toda convivencia humana", señalaron que este año la memoria del 24 de marzo coincide con la celebración del Jueves Santo. "El Jueves Santo, día de dolor y de traición, pero también día en que Jesús manifestó su amor hasta el fin entregando la vida por nosotros. 
En su Sangre hemos sido reconciliados. 'Cristo es nuestra paz' y el fundamento de una esperanza que nos impulsa a construir una sociedad auténticamente humana", expresaron. Los obispos consideraron que el ejemplo de Jesús debe ayudar "a cicatrizar nuestras heridas en la verdad, el arrepentimiento, la reparación en justicia y el anhelo de alcanzar misericordia". 
El Episcopado confirmó, por otra parte, que la Santa Sede prevé desclasificar sus archivos secretos sobre la dictadura militar, por lo que está "ordenando" los documentos para hacerlos públicos. En abril de 2015 monseñor Guillermo Karcher, oficial de protocolo de la Santa Sede, dijo a DyN que el papa Francisco tiene "voluntad" de desclasificar los archivos del Vaticano vinculados con la dictadura militar en la Argentina. 
"El Papa encargó a la Secretaría de Estado que comience a trabajar en la desclasificación de los archivos del Vaticano, para ponerlos en orden, se haga una búsqueda y se pueda ayudar a mucha gente ", precisó entonces el sacerdote argentino y colaborador de Jorge Bergoglio. En tanto, el Vaticano informó que el papa Francisco saludará el miércoles a familiares de desaparecidos durante la última dictadura, tras la audiencia general del miércoles. Fuentes vaticanas precisaron que se trata de Genevieve Jeanningros, sobrina de la monja francesa Leonie Duquet, desaparecida el 10 de diciembre de 1976 en Buenos Aires; Marie-Noelle Erize Tisseau, hermana de Marie-Anne, desaparecida en San Juan el 15 de octubre de 1976 y de Víctor Carvajal, hermano del dirigente comunista Alberto Carvajal, asesinado el 18 de agosto de 1977 también en San Juan.

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